Una humana para el rey romance Capítulo 68

Llegaron al gran portón, Leopoldo sostuvo su mirada fría y distante. El guardia lo observó por unos minutos para luego hablar con voz firme.

-No pueden pasar - susurró el guardia

-Lo sabemos - Leopoldo miro fijamente al guardia - ve y avísale a tu rey que yo Leopoldo deseo hablar con él urgentemente

-Esperen por favor - el guardia les dio una última mirada y los dejo en el portón

El portón del castillo fue nuevamente cerrado.

-¿Creen que nos deje entrar al castillo? - pregunto Yanet, Leopoldo solo asintió

-Él quiere lo mejor para su pueblo, si nos aceptará - susurró con la mirada en el portón

-Pero se le hará raro ver qué estemos frente al castillo en vez estar encarcelados. Creerá que atacamos a sus guardias en la entrada del pueblo - susurró Yanet

Habían ingresado al pueblo a escondidas pues en la entrada del pueblo yacían muchos guardias cuidando.

Nadie los vio.

Por lo tanto, Aleckey creería que atacaron.

Pero no era así.

-Deberíamos irnos - susurró Leopoldo, Yanet al escuchar aquello observó sorprendida a Leopoldo. Se acercó a él quedando frente a frente, acarició la mejilla de Leopoldo mientras susurraba.

-Leopoldo recuerda que esto es por tu bien, debes ser fuerte. Todo acabará pronto - susurro Yanet mientras observaba a Leopoldo con nostalgia.

"No dejaré que el odio de tu madre te consuma" - pensó Yanet

-Que haría sin tu apoyo Yanet - ambos sonrieron ante aquel comentario - gracias

Junior solo los observó en silencio.

Minutos más tarde el portón fue abierto, 3 guardias aparecieron.

-Mi rey accedió - hablo uno de los guardias

-¿Accedió sin ningún pedido? - pregunto Leopoldo, él sabía que Aleckey no era tonto. De seguro había algo a cambio de su pedido.

-Su majestad fue claro al aceptar - susurró el guardia, sus expresiones eran firmes. No mostraban ninguna expresión - por favor síganos - se hizo a un lado y señaló el camino

Leopoldo asintió para caminar dentro del castillo.

Sentía su corazón palpitar fuertemente, pensó en Minesa. ¿Acaso ella lo odiaba?

Pensó en su tía, tenía miedo de verla nuevamente.

Al final fue el asesino de su propio esposo, su tío.

En cambio, Aleckey sentía una pesadez en su corazón, a su lado estaba su madre y al otro Casandra.

Después de mucho tiempo vería a su primo.

Su madre temblaba, se sentía ansiosa.

Antes sentía las inmensas ganas de asesinarlo, pero ahora algo la frenaba, ya no era lo mismo. ¿Qué le pasaba? ¿Qué ocurre? ¿Debe odiarlo sabiendo que fue controlado por Beatriz?

"No" - pensó

Luego cerró sus ojos por unos minutos y aquella escena se repitió una y otra vez.

Sangre.

Lágrimas.

Dolor.

Tristeza.

Recordó y sintió lo mismo.

-Si deseas ve y descansa madre - susurró Aleckey, podía sentir el nerviosismo de su madre

-Estoy bien - suavemente respondió Jazmín

Unos toques en la puerta irrumpieron la conversación.

-Adelante - hablo Aleckey, el guardia abrió la puerta.

Aleckey observó la figura de Leopoldo, el camino hasta quedar frente a Aleckey quien se encontraba en su escritorio.

Ambos se miraron fijamente por unos segundos, Aleckey quito su mirada de Leopoldo y observó detrás de él. Yanet y Junior venían juntos.

Rápidamente Aleckey se alarmo lo cual fue evidente para todos.

-Tranquilo - susurró Yanet - no soy Beatriz, ella está por así decirlo durmiendo. Solo queremos hablar

-¿De qué? - rápidamente pregunto Jazmín, su rabia era notable - ¿sobre sus asesinatos?

-No - susurró Leopoldo, soltó un suspiro pesado - sobre mi madre

Ante aquellas palabras los ojos de los presentes demostraron sorpresa.

-Tu madre - susurró en voz baja Jazmín

Leopoldo asintió, había logrado escuchar lo que su tía dijo.

-Necesito comprobar lo que Yanet me contó, necesito su apoyo. Quiero la verdad. Solo quiero la verdad - Aleckey observó a Junior y luego a Yanet, ambos le dieron una mirada afirmando lo dicho por Leopoldo

-Tiene miedo - hablo Casandra, se acercó a Yanet mientras hablaba - ella teme que la rechacen, pero no sabe qué hacer - llegó hasta Yanet - no sabe cómo luchar contra su odio

Acercó su mano hasta el corazón de Yanet, reposo su mano en aquel lugar y cerró sus ojos.

Pudo sentirlo.

Sintió su corazón llenarse de emociones.

Y empezó a llorar.

Todos la observaban con curiosidad.

-Lo pudo sentir - susurró entre lágrimas - siento su dolor, también su odio y... - más lágrimas brotaron de sus ojos - el amor que te tiene Leopoldo - abrió sus ojos, observó a Leopoldo y se acercó a él hasta tocar su mejilla

-¿Qué ocurre? - pregunto el confundido

-Cierra tus ojos - Leopoldo no respondió, a lo que Casandra supo que el no confiaba - si quieres saber la verdad déjame mostrártela, déjame mostrarte los pensamientos de tu madre

Su corazón bombeo fuertemente.

Leopoldo asintió, cerró sus ojos y se dejó llevar.

Los recuerdos aparecían, recuerdos felices, tristes, malos.

Recuerdos que le dolían.

Lágrimas surgieron sin parar.

Los demás observaban el dolor de Leopoldo, él nunca lloro frente a ellos.

Leopoldo se sintió pesado, abrió sus ojos inesperadamente y se dejó llevar por la oscuridad.

Ante los ojos de Aleckey su primo, Leopoldo, se había desmayado.

Con el corazón en mil pedazos.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Una humana para el rey