Ella y Miguel pasaron de estar locamente enamorados a una ruptura total en solo cinco años.
Hace cinco años, justo el día antes de su boda, los padres de Miguel murieron en un accidente automovilístico, ¡y el culpable fue su propio padre!-
Después de eso, su madre y su tío tomaron el negocio de los Torres con la velocidad de un rayo, fundiendo las dos grandes familias de Costa Brava de una manera violenta y cruel. Su tío se convirtió en el jefe y controló toda la fortuna de los Torres y los Sánchez.
Todo parecía una conspiración perfectamente orquestada que se concretó en aquel día, con una victoria aplastante para la familia Sánchez.
Fue tan repentino que cuando ella se dio cuenta, Miguel ya estaba loco de rabia rompiendo todas las botellas de vidrio frente a ella, las estrellas de papel se esparcieron por el suelo y fueron pisoteados sin piedad bajo sus pies hasta que quedaron aplastados y triturados.
Él la señaló y, con los ojos rojos de ira, le dijo pausadamente: "¡Mariana, largo de aquí! ¡No quiero volver a verte nunca!".
En ese momento Miguel tenía veintitrés años, perdió a sus padres, la empresa y se quedó sin nada, y Mariana, a sus veinte años, descubrió que estaba embarazada.
Miguel la odiaba tanto que ella temía que no aceptara al niño, así que decidió irse al extranjero para tener al bebé en secreto, pensando en explicarle todo cuando se calmara, que ella no sabía nada y que no entendía cómo había pasado todo eso.
Pero la desgracia vino acompañada de la mala suerte. Durante el parto hubo complicaciones, el bebé nació gravemente enfermo y tuvo que ser ingresado en cuidados intensivos. Desesperada, regresó al país a buscar a Miguel para resolver juntos la situación, pero lo que encontró fue a otra chica acurrucada en sus brazos.
Esa chica se llamaba Teresa.
Se decía que Teresa lo había acompañado durante sus momentos más difíciles,
Se decía que él veía a Teresa como el único rayo de luz en su vida, la mimaba como a nadie.
Se decía que fue gracias a la ayuda de Teresa que él pudo recuperar todo de nuevo, expandiendo su negocio rápidamente en dos años hasta poder competir con los Sánchez actuales.
Se decía que ya estaban organizando su boda...
Sin embargo, ella y Miguel se habían casado legalmente, solo que no habían celebrado la ceremonia. Legalmente, Miguel estaba casado y ella era la señora Sánchez por derecho. Teresa no podía casarse con él de forma legítima.
¿Qué más podía decir?
Ella negó con la cabeza: "No, nada más".
La mirada de Miguel pareció captar algo y se fijó en las sábanas.
Ella se apresuró a cubrir con su cuerpo esas marcas de color rojo intenso, fingiendo que nada había pasado.
"¿Qué es eso?". Miguel se acercó, la jaló de un tirón para levantarla, la lanzó a un lado y vio las manchas de color rojo intenso en la sábana: "¿Esto es... sangre?".
Mariana se mordió el labio, apretó los puños para aguantar el intenso dolor.
Miguel la miró con desdén, señaló la pequeña mancha de sangre y dijo: "¿Qué pasa? ¿Hasta te reconstruiste el himen para esta noche?".
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