BEBÉ POR ENCARGO romance Capítulo 17

La sintió tensarse entre sus brazos y dar aquel paso atrás, aunque estaba bastante seguro de que no era su tacto lo que le molestaba.

—Solo quiero que Sian esté bien, y entiendo que de no ser por ti quizás no estaríamos en un lugar como este atendiéndolo pero… —Parecía indecisa y preocupada—. Pero mi hijo está primero, Matthew. Todavía tengo mucho en qué pensar, así que… creo que es mejor si lo de anoche no se vuelve a repetir, sé que lo hiciste por darle el gusto a Sian pero no… yo no…

—Entiendo.

Matt carraspeó con incomodidad porque no entendía nada pero prefería evitarse el extraño momento en que ella estaba a punto de decirle que no le gustaba.

—Solo quiero que sepas que aquí voy a estar. Primero vamos a ocuparnos de Sian y de que esté bien y luego… bueno luego nos ocuparemos de todo lo demás —sentenció y luego hizo tres gestos inconexos con las manos para señalar a la máquina de café de afuera y salió de allí.

Heilyn no supo por qué, pero aquella retirada le dejó un mal sabor de boca, y tuvo que sentarse porque de lo contrario sentía que perdería el equilibrio.

Media hora después vieron regresar a Sian, mareado totalmente, pero sonriendo de oreja a oreja porque se había divertido muchísimo.

Detrás el doctor Jones parecía tan aliviado que Heilyn sintió que podía respirar mejor.

—Es un problema mínimo —les aseguró con una sonrisa—. Solo necesitamos terapia de Reentrenamiento vestibular. Mucho ejercicio y de preferencia aire libre —les dijo y los ojos de Heilyn se cruzaron con los de Matt con una expresión de calma compartida—. Solo les recomendaría, si es posible, que se quedaran en Londres. Podemos hacerle la terapia aquí mismo en el hospital y me daría la oportunidad de seguir con su evolución.

—¿En… en Londres? —balbuceó Heilyn preocupada.

—No me malentiendan, no es algo grave, pero preferiría asegurarme de que no será un problema para él en el futuro —les dijo el doctor Jones—. Estamos hablando de que cosas como conducir su propio auto podría ser difícil para él a menos que logremos corregir esto a tiempo.

Matt sabía que aquello iba a generar un largo y necesario debate, así que estrechó la mano del doctor con seguridad y agradecimiento antes de empujar a la muchacha suavemente hacia la puerta.

—Vamos, podemos hablar de esto con calma más tarde —le susurró.

Sin embargo ese más tarde solo podía ser en la noche, mientras Sian estaba dormido. Así que Heilyn se envolvió en el pijama más calentito que tenía y no se preocupó porque no fuera el más nuevecito, porque simplemente estaba demasiado preocupada.

Se apoyó en el umbral de la puerta hacia la sala y respiró profundo mientras veía a Matt sentado en aquel sofá, inclinado hacia adelante con los codos apoyados en las rodillas.

Matt asintió en silencio porque aquella era justo la respuesta que necesitaba, y a pesar de todo había creído que tendría que batallar duro para obtenerla. Lo que no podía comprender era qué responsabilidades eran esas que Heilyn no podía…

“La deuda”, pensó de repente y solo apretó su mano con un gesto de confianza.

—Mañana buscaremos una casa cómoda para rentar. Descansa, vamos a tener un día movido —le dijo con suavidad.

Y apenas la muchacha se despidió para irse a dormir, él sacó su celular y se comunicó con el investigador privado que había conseguido para él toda la información de Heilyn.

A pesar de la hora sabía que no demoraría mucho en responderle y apenas le respondió Matt sabía muy bien lo que quería pedirle.

—Sé que es información delicada, pero me urge. Necesito el número de cuenta bancaria de Heilyn Payne para mañana, sin falta.

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