CASADA CON EL SUEGRO DE MI EX. ATERRIZAJE EN EL CORAZÓN romance Capítulo 61

Thalía Kontos

Yo veía la escena como si eso le pasara a otra persona, jamás pensé que Tarah sería capaz de estrellarse en el auto, pensé que solo se trataba de una broma, pero cuando vi que impactó en la parte trasera del hermoso auto de colección de mi padre, por poco termino infartada, definitivamente ella era una mujer de armas tomar.

Vi cómo le reclamó y como la otra chica salió cojeando por la calle, me causó pesar porque se veía que si había tenido un problema con su pie.

Cuando Tarah se subió al auto, yo me quedé viéndola con reproche.

—No me mires como si estuviera loca, tu padre debe aprender, si quiso tener esposa, no solo va a tener las rosas que trae el matrimonio, sino que también debe aceptar las espinas, porque un hombre comprometido no debe estar riéndose con otra —sentenció.

—Pero es que mi papá… nunca se ríe con nadie, es el hombre… más serio y distante con el sex0 opuesto… que conozco —dije creyendo que con ese alegato lo defendía, pero segundos después me di cuenta que resultó ser lo contrario al escuchar sus palabras.

—Exactamente, por eso me parece sospechoso que ande de risitas con una mujer, que de paso no conoce, es que cuando llegue a casa ya verás lo que le haré —expresó apretando con fuerza el volante.

—Pero ya le dijiste que debía… deshacerse del automóvil, sabes que… adora ese auto ¿Aún le tienes… otro castigo? —pregunté con incredulidad y ella asintió.

—Sí, le voy a preparar una de las habitaciones de huéspedes —dijo seria y yo negué con la cabeza.

Apenas llegamos le dio las instrucciones a una de las señoras de servicio.

—Arréglele la habitación del lado al señor —expresó y la mujer asintió.

—¿Lo vas a dejar solo? —le pregunté sorprendida y ella asintió—, si es de esa manera no te darás cuenta de lo que hace.

Y de pronto me miró con una sonrisa y me mostró su celular, en donde se veía una habitación, y segundos después apareció en la pantalla la señora que entr+o a limpiar en la habitación de invitados.

—No lo dejaré solo, Thalía, no soy una novata, lo estaré observando por aquí—dijo con una mirada de satisfacción, como si hubiera ganado una batalla.

Mientras Tarah preparaba su estrategia de vigilancia, yo me sentía atrapada en medio de una guerra silenciosa entre mi madrastra y mi padre. Estaba claro que las cosas se estaban poniendo cada vez más tensas en la familia Kontos, y no sabía cómo terminaría todo esto o si tendría que vivir por siempre en ese sube y baja de emociones.

Pasaron las horas y, finalmente, llegó mi padre, le iba a dar un beso y ella apartó la cara. Él no dijo nada, pasamos al comedor y después de terminar de cenar, que iba a subir a su habitación, Tarah lo detuvo.

—Alexis, no dormirás esta noche en mi habitación —dijo con seriedad.

—¿No? Entonces ¿Dónde dormiré? —inquirió alzando la ceja con curiosidad.

—En el cuarto de huéspedes —al escuchar esas palabras mi padre miró con una mezcla de sorpresa y preocupación en su rostro.

—¿Por qué tengo que dormir allí? —preguntó mi padre confundido.

Tarah se acercó a él con determinación.

—Porque estás castigado, hasta que te resarzas por haberte dejado tocar y sonreír con una extraña —respondió con seriedad.

Mi padre frunció el ceño, pero Tarah no cambió su postura, y yo me quedé de pie en un rincón observando la escena con ansias de saber cómo terminaría, a pesar de él querer persuadirla, no lo logró y al final subió al piso superior con resignación.

En ese momento llegó Zachary y yo me levanté corriendo hacia él.

—Podemos ir a dar un paseo… es que este par están locos, si sigo escuchando… lo que le hace tu hermana a mi papá me volveré tan tóxica como ella… te aseguro que no es buen plan.

—Y yo preferiría que no la escuches, me gusta mi mujer dulce y tierna —pronunció mientras unía sus labios con los míos.

Alexis Kontos.

Acepté de mala manera el castigo de Tarah, pero juraba que ella sufriría tanto como yo. Así que sin protestar, entré a la habitación.

—Que pases buenas noches, esposa durmiendo sola —pronuncié y cerré la puerta tras de mí, no sin antes ver su rostro de sorpresa.

No estaba seguro de cómo Tarah pretendía vigilarme desde su propia habitación, pero eso lo averiguaría en un momento, porque realmente la idea de pasar la noche en el cuarto de huéspedes no me hacía feliz. Aun así, no tenía muchas opciones, así que me resigné a acatar el castigo.

La habitación estaba cuidadosamente decorada, parecía diferente y más cómoda de la última vez que había entrado allí.

Me metí en la cama vestido, pero no pude evitar sentirme que estaba siendo castigado como un niño travieso. Tarah había cruzado un límite y parecía decidida a demostrar su autoridad.

Me quedé viendo hacia el techo y me di cuenta de las cámaras, sonreí al descubrirlo, y como no quería quedarme solo en esa habitación de huéspedes, eché en marcha mi plan.

Lo primero que hice fue desvestirme y quedarme completamente desnudo mientras me movía en la habitación, dejando ver mis atributos.

Sabía que Tarah estaba observando, y aunque estaba seguro de que ella no había previsto esto en su plan de vigilancia, no podía evitar sentir una mezcla de emoción y satisfacción porque mi intención era provocarla.

—Hola mi amor… buen día —saludé apenas subí al auto

Zachary me saludó con una sonrisa y un suave beso en los labios.

—Buenos días, hermosa. ¿Lista para este nuevo día? —preguntó, y su mirada reflejaba la alegría y el amor que sentía por mí.

Asentí con entusiasmo.

—Sí, estoy emocionada… porque hoy tenemos… una presentación en la escuela.

—Vas a tener la mejor nota de todos, ya verás.

Arrancó el auto y nos dirigimos hacia nuestro destino, en pocos minutos estábamos frente al instituto.

—Aquí está señorita sana y salva —expresó Zachary.

Le di un beso, bajé del auto y cuando estaba caminando hacia el instituto, sentí que alguien me haló hacia atrás, al girarme asustada, allí estaba Anthony.

—Hola exesposa… así que llevas una vida muy feliz con Zachary Hall ¿En verdad crees que él está enamorado de ti? ¿Piensas que está a tu lado por ser especial? —pronunció con burla.

—Mantente alejado de mi… no me interesa tener ningún… tipo de trato contigo —dije con seriedad intentando soltarme de él.

—Creo que estás durmiendo con tu enemigo, y yo solo quiero advertirte, pregúntale ¿Las razones por las que se acercó a ti? —dijo con una expresión triunfal.

—¿Qué quieres decir? —inquirí con recelo.

—Eso precisamente que Zachary no está contigo porque te ame, si no por vengar a su hermana, quiere hacerte lo mismo que tu padre le hizo a ella —mientras él hablaba yo negué con la cabeza.

—Eso no es cierto —respondí.

—Si no me crees pregúntale —señaló con una expresión maliciosa en su rostro.

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