(COMPLETO) My F*ucking Hot Boss romance Capítulo 38

–¿Estás segura de hacer esto?

Nick me mira con el rostro inundado de preocupación. Admirábamos a nuestros hijos jugar con Will y Kenneth, corriendo por todo el jardín siendo perseguidos por sus tíos.

–No en realidad pero, no puede seguir así. Tenemos que decirles la verdad. Tu espera aquí.

Abro la puerta corrediza que da al jardín y voy hacia los niños, Max y Eli al verme se detienen y van a abrazarme por las piernas.

–Nenes, ¿pueden ir adentro un momento?

Ellos asienten y se van, Luca me mira extrañado cuando extiendo mi mano hacia él pero después de unos momentos la toma despreocupadamente. Le echo una mirada rápida a Will, Ken y mamá antes de entrar con Luca a casa.

Nick está sentado en el sofá de una plaza y mis hijos en la mesita de centro, siento a Luca junto a ellos y yo junto a Nick.

–Hijo.

Dice Nick refiriéndose a Luca pero clavando sus ojos en Max y Eli.

–¿Que opinas de la mami de Maxon y Eli?

Luca baja su cabecita apenado y comienza a jugar con él lóbulo de su oreja.

–Es...muy linda, quiero que sea mi novia.

Nick y yo volteamos a vernos, ambos con los ojos bien abiertos y reímos.

Digno hijo de su padre.

–Sí, lo es hijo.

Él alborota el cabello de Luca y le sonríe. Ahora es mi turno.

–Amores, ¿y ustedes?¿les agrada el papi de Luca?

Eli asiente pero Maxon se queda pensativo.

–¿Max?

–Me agrada, pero quiero más al tío Will.

–Escucha amor yo...

Nick toma pone la mano sobre mi rodilla, y mira con ternura a nuestro hijo.

–Su madre y yo, bueno, nos conocimos hace mucho tiempo. Ninguno de ustedes había nacido aún y nosotros nos quisimos mucho. Desgraciadamente, por razones de fuerza mayor tuvimos que separarnos pero nunca dejamos de querernos. ¿Saben lo qué pasa cuando dos personas se quieren mucho?

Los tres niegan.

–Suceden milagros. Hermosos milagros creados del amor entre dos personas, que después, también serán personas.

–¿Habla de los bebés?

Dice Eli inclinando ligeramente su cabecita a un costado.

–Sí nena. Hablo de los bebés.

Los tres nos miran confundidos.

–Nena.

Me refiero a Eli.

–Ayer preguntaste si él conocía a tu papi.

Asiente nuevamente.

–Pues...sí, lo conoce.

Su cara se ilumina y en el rostro de Max aparece una chispa de intriga. Inhalo profundo y finalmente...lo digo.

–Nena, él es su papá.

–Sobre eso no hay nada de lo que hablar, Nick.

–Hay demasiado para hablar, Alyssa.

–Claro que no, ¿qué hay con Corrine?

Él ríe bajito, mis músculos se contraen.

–¿Que hay con ella?

–Es la madre de tu hijo y yo...te dije que no me interpondría en...

–Sí lo que estar tratando de insinuar es que estoy con ella...estás equivocada, preciosa. Te dije que me haría cargo de mi hijo, pero que yo y ella no estaríamos juntos.

–¿No lo...están?

–No lo estamos. Solo hablamos exclusivamente por cosas de Luca, es todo.

Pone sus manos en mi cintura, pegándome a su cuerpo y contornea mi rostro con sus labios.

–Mi corazón siempre lo has tenido tu, te perteneció desde el primer instante que te vi, Alyssa. Nunca te pude olvidar. Ocupaste mis pensamientos, cada segundo de los últimos seis años y me has dado el mejor regalo. Gracias por ser la mujer de mi vida.

Toma mi rostro entre sus manos y me besa. Tiemblo ante el toque de nuestros labios y lo rodeo por el cuello, acariciando los cabellos en su nuca.

–Vuelve a ser mía, por favor.

Susurra contra mi oído, lanzando señales eléctricas a todo mi cuerpo.

Me alejo de él y o miro a los ojos, a esos ojos tan cálidos, tan bellos y deslumbrantes que siempre me han mirado con amor y respeto.

–Nunca deje de serlo.

Lo atraigo nuevamente y vuelvo a besarlo. Lo beso como si vida dependiese de ello, como si en él estuviera atrapada mi fuerza vital y solo al besarlo pudiera recuperarla.