(COMPLETO) My F*ucking Hot Boss romance Capítulo 9

–Realmente...

Dilo, di que lo deseas, házselo saber y haz que se le grabe en la cabeza.

–No lo sé.

Digo por fin. Claro que lo sé pero me niego rotundamente a aceptar semejante hecho.

–De acuerdo.

Él se separa lentamente de mi y quita los seguros a las puertas, que para ser sincera ni siquiera me di cuenta de que los había puesto.

–Anda primero.

Lo obedezco y abro la puerta para salir, no me detengo ni miro atrás ya que sé que si lo hago, me devolveré a terminar lo que ya empecé.

Entro al ascensor y oprimo el botón del piso al que voy pero antes de que las puertas logren cerrarse completamente, estás son detenidas y un Nicholas jadeante entra en mi burbuja personal.

–Al carajo todo.

Me toma por la cintura y me empuja hasta chocar con la pared de espejos. La música de elevador se mezcla con nuestros jadeos, maldiciones y respiraciones entrecortadas. Lleva una de sus manos detrás de mi cuello para pegarme aún más a él y yo disfruto la sensación de sus cabellos entre mis dedos.

De pronto se separa y comienza a acomodar su traje, yo hago lo mismo con mi cabello y blusa. La campana suena y las puertas se abren, cuando salimos del elevador nos recibe una muy sonriente Maddie.

–Buen día señor, Lowel.

Dice Madison divertida pero sin perder aún el respeto por su jefe. Él le da un movimiento de cabeza en forma de saludo y se retira a su oficina.

–Bueeeen día, mi querida futura jefa.

–¿Quieres no volverme a llamar así, Madison?

Le digo sin poder ocultar mi sonrisa.

–¿Podría hablar contigo un segundo?

–Claro.

Digo y ella me sigue hasta mi oficina.

–Okeeeey, necesito que me lo cuentes tooodo.

Dice una vez que estamos ambas adentro y ella ha asegurado la puerta.

–¿A qué te refieres?

Le digo con cara de interrogación.

–No me quieras ver la cara de tonta, cariño. ¿Crees que no noté el extraño color rojo carmín en los labios de Nick? Que por cierto, es un color bastante parecido al que tú llevas puesto y un poco corrido.

Ella señala con su dedo mis labios e instantáneamente llevo las manos a mi boca para taparla. Ella ríe con suficiencia, como diciéndome: “¿Lo ves? ¡Yo tenía razón y te traes algo con el hijo del jefe!”, y yo bufo al ser descubierta.

–¡JA! Lo sabía.

Me señala con un dedo, sin perder la división en sus ojos.

–Discúlpame, pero, ¿qué es lo que sabías exactamente?

La miro con los brazos cruzados sobre mi pecho, ella me sonríe, se sienta sobre él escritorio y me responde sin rodeos.

–Que Nick se iba a fijar en ti apenas te viera.

–Hola, jefa.

Miro a Maddie realmente molesta por el comentario, aunque al poco tiempo se me pasa al ver su cara de niña ansiosa por hacer travesuras.

–¿Que hay, chica demente?

Ella ríe y se pone en jarras.

–Está vez si tienes que venir a comer con nosotros, Alyssa, y lo digo en serio.

–Vale solo...déjame ordenar un poco todo esto.

Ella asiente mientras yo comienzo a  acomodar los papeles y los coloco en el folder para dejarlo sobre mi escritorio. Tomo mis cosas y ambas salimos de la oficina.

–Linda, ayer no hubo oportunidad pero ella es Bonnie. Bonnie, ella es la nueva, Alyssa McCann.

–Mucho gusto.

Me percato de que es la otra chica de la recepción del piso 33 y le sonrío. Las tres subimos al ascensor el cual se abre nuevamente y estando a punto de cerrarse, Nicholas entra en el.

–Señoritas.

Nos dice, yo no me muevo de mi sitio pero las otras dos chicas que me acompañan sí le devuelven el saludo.

–Buena tarde, señor.

Dicen al unisono.

Cuando el ascensor se detiene en la primera planta del edificio y nosotras salimos. Quiero, deseo, anhelo mirar atrás. Mirar sus ojos verdes que sé que me miran, mirar sus labios y correr a besarlo de nuevo. Sin embargo, por más que anhele hacerlo, no lo hago, no me lo permito y así salgo del edificio con un rumbo totalmente desconocido.