RECONOCIENDO SU NATURALEZA.
Aylin se despertó esa mañana de un excelente humor, tanto así que preparó el desayuno preferido de Rowan, que sorprendentemente también era el desayuno preferido de Cassian.
―¡Está delicioso, mami! ―dijo el inocente mientras saboreaba un pedazo de tocino.
Sin embargo, en la mesa no todos estaban de buen humor, en especial el alfa. El pequeño miró a su padre y le preguntó con curiosidad.
―¿Estás enojado, papi?
―No, campeón, estoy bien ―respondió mientras pinchaba con odio un pedazo de tocino.
―¿Y por qué tienes cara de perro amargado? Incluso Niko está de lo más feliz.
Aylin, que terminaba de servirse su porción, miró a su hijo y dijo con una sonrisa divertida.
―No pasa nada, cielo ―le sirvió más tocino ―Es que tu papi no durmió bien, el pobre seguramente tuvo una noche incómoda. ―su mirada burlona se clavó en Cassian ―¿No es así?
El alfa gruño y torció los labios.
―Al menos uno de los dos durmió bien. Pero no te preocupes, ya encontraré quien me libere.
―¿Qué quiere decir eso, papi? ―miro sus pies y sus manos ―Yo te veo bien.
Cassian se atragantó un poco y bebió un poco de café.
―Se refiere a otra cosa, amor. No hagas caso, mejor come tu desayuno.
El pequeño se alzó de hombros y comió toda su comida. Pasaron la mayor parte del día viendo la tele, Aylin se sentó con su hijo, mientras Cassian estaba junto a ellos, luchando con la erección que no había bajado desde la noche anterior. De vez en cuando le lanzaba miradas furtivas a Aylin, pero ella solo se reía al parecer disfrutando de su frustración.
Después de ver dos programas de acción y una serie, Cassian estaba asfixiado, necesitaba salir. Así que propuso un paseo por el bosque. El pequeño Rowan se emocionó y en un segundo estaba listo para partir. Aylin no se opuso y los acompañó. Caminaban por el bosque y disfrutaban de la serenidad del entorno, cuando de repente, el pequeño preguntó con curiosidad.
―Papá, ¿qué significa ser un lobo?
El alfa se emocionó al ver el interés de su hijo por el mundo de los lobos y sonrió.
―Ser un lobo, querido Rowan, significa ser parte de una manada. Los lobos somos fuertes y valientes, pero también somos leales y protectores.
Aylin bufó cuando Cassian dijo la palabra leal. El alfa torció los labios y siguió explicándole a su hijo.
― Y también, nos cuidamos unos a otros y trabajamos juntos para sobrevivir en la naturaleza. Adoramos a nuestra diosa de la luna Selene.
Rowan escuchaba atentamente, con los ojos llenos de admiración hacia su padre. Y Cassian continuó.
―Los lobos también tenemos un fuerte vínculo con la naturaleza. Somos parte de un ecosistema, y nuestro papel es mantener el equilibrio. Cazamos para alimentarnos, pero siempre respetamos a las demás criaturas y a nuestro entorno.
El pequeño asintió, absorbido por las palabras de su padre. Luego preguntó con curiosidad.
―¿Y qué pasa con ser un alfa?
Cassian sonrió orgulloso y acarició suavemente la cabeza de su hijo.
―Ser un alfa significa ser el líder de la manada. Es una responsabilidad importante, porque debes tomar decisiones sabias y proteger a los demás miembros de la manada. Pero también significa ser un guía y un ejemplo para los demás lobos.
―¿Algún día me convertiré en un alfa, papi? ― Rowan parecía emocionado por la idea de convertirse en un alfa algún día.
Cassian lo abrazó con cariño y le dijo.
―Recuerda, que ser un lobo no solo es sobre fuerza y poder, sino también sobre compasión y sabiduría. Siempre debes usar tus dones para el bienestar de todos.
― ¡Cuando sea un gran lobo, amaré y adoraré a la luna! Y mi alma gemela será como la diosa Selene, con cabello plateado.
Cassian se apartó y cerró los ojos, maldiciendo a su amigo en su interior, suspiro y se giró para mirar a Lorcan.
―Sí, Lorcan, ese es mi hijo.
El beta caminó hacia ellos sin dejar de mirar al niño que jugaba con el perrito.
―¡Por la diosa! Es idéntico a ti ―de repente miró a Aylin y dijo con naturalidad ―¿Y querías hacerlo pasar por hijo de Sebastián? ―chasqueo la lengua ―No hubieras tenido éxito, se nota que mi amigo aquí presente hizo todo el trabajo.
El alfa se aclaró la garganta y le dio una mirada de advertencia. Mientras que Aylin le dio una sonrisa de pocos amigos.
―Hola, Lorcan, también estoy feliz de verte.
―Sé que no, pero haré de cuenta que eres sincera.
Cuando Aylin estaba a punto de replicar, Cassian intervino.
―¿Qué estás haciendo aquí? ¿No se supone que debes estar en Eversun?
―Tengo noticias de la manada, hay algo urgente que debes saber ―la expresión de Lorcan se volvió seria.
El alfa miró a su amigo y luego a Aylin.
―Está bien, entonces vayamos al estudio.
Lorcan asintió y se adelantó. Cassian se acercó a Aylin y le dijo en un susurro.
―Veré de qué se trata, tú puedes quedarte un rato más con nuestro hijo, es seguro.
Ella asintió en silencio y él se despidió para luego irse a toda prisa. Algo en su interior le decía que nada bueno había pasado en Eversun, no pudo evitar preocuparse, después de todo, aún seguía siendo su hogar.
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