TIENES QUE REGRESAR
―¿Qué sucede, Lorcan? Pareces muy preocupado.
Cassian y Lorcan fueron al estudio, pero la expresión de preocupación en el rostro de su amigo hizo que Cassian se sientiera inquieto.
El beta se acercó al escritorio y tomó asiento.
―La manada está en peligro, Cassian. Un extraño virus se ha propagado en la manada… ―el beta negó con pesar ―… Los ancianos Nicholson fueron las primeras víctimas.
El alfa estaba estupefacto ante la noticia. Nunca había visto algo así en muchos años.
― ¿Y las sanadoras? ¿Han encontrado alguna cura?
Lorcan negó con la cabeza y había una expresión de ansiedad en su rostro.
―Han intentado todo lo que está en su poder, pero nada parece funcionar. La manada está asustada y no saben qué hacer.
Cassian estaba abrumado por la gravedad de la situación. Por un lado, está su manada, a la que no puede abandonar en un momento como este. Pero, por otro lado, está su familia, a quien no está dispuesto a dejar ahora que finalmente los encontró. El alfa se puso de pie y caminó hacia la ventana, sus ojos observaron a su hijo y a Aylin jugando con Niko en el jardín.
Se sentía atrapado en una encrucijada. Sabía que tenía que tomar una decisión difícil, pero no sabía cuál era la correcta. Se giró nuevamente y miró a su amigo.
―No puedo simplemente irme y dejar a Aylin y a nuestro hijo. No puedo arriesgar su seguridad.
El beta lo miró con seriedad.
― Lo sé, Cassian. Sin embargo, la manada depende de ti. Tienes que regresar y hacer lo que sea necesario para ayudarlos. Es tu deber como alfa.
—Lo se. —murmuro —Pero también soy padre y deseo volver a ser un esposo.
Cuando salieron del estudio, Aylin estaba en la cocina preparando la cena. Mientras que Rowan estaba en la sala armando una figura de acción. Lorcan se acercó al pequeño y se agachó delante de él.
―Hola, pequeñín, soy el tío Lorcan.
El niño lo miró con sus expresivos ojos verdes y preguntó curioso.
―¿Estás enamorado de mi mami?
Lorcan abrió y cerró los labios sin entender, miró en dirección de Aylin en la cocina y luego de Cassian que iba en dirección a ella.
―No. Quiero seguir vivo.
El niño sonrió.
―Mi mami, solo puede estar con mi papi. ―dijo autoritario y continúo armando la figura de acción ―Así que si no te gusta mi mami… si puedes ser mi tío.
El beta quedó boquiabierto, el chiquillo no solo se parecía a Cassian, sino que también había heredado lo mandón. Mientras tanto, en la cocina, el alfa, se acercó cautelosamente a Aylin sin poder ocultar su cara de preocupación.
―¿Ya terminaron de hablar Lorcan y tú?
―Ujum. ―Cassian se paró a su lado y la ayudó a lavar unas verduras.
―¿Y? ―Aylin tenía curiosidad, sabía que estaba pasando algo grave.
―No es nada. No te preocupes.
La verdad era que Cassian no quería preocuparla, además, de que no sabía qué decisión tomar. Tenía que irse, pero no quería hacerlo, quería quedarse junto a ellos y vivir como los últimos días.
―Por supuesto, no vas a decirme. ―dijo con tono sarcástico ―Ahora que no soy miembro de la manada, no tienes por qué informarme de lo que pasa.
―No es eso, lo que pasa es que…
―No te preocupes, no voy a obligarte a que me digas nada. ―Aylin dejó lo que estaba haciendo y se salió molesta.
Cassian fue tras ella y la alcanzó antes de que saliera al jardín, suspiró y tomó la mano de Aylin.
―La pareja de ancianos Nicholson murió… ―Aylin se tapó la boca, ahogando un jadeo cuando escucho esto ―… Un extraño virus se ha estado propagando. Las sanadoras no han podido encontrar una cura y temen que acabe con toda la manada.
Aylin miró a Cassian con ansiedad, aunque no había preguntado por ella, eso no quería decir que no recordara a Leila, el miedo la atacó por completo.
Aylin sonrió
―Es cierto, es una vista maravillosa.
«El lugar perfecto para dos amantes.»
Se imaginó a Ruth en este mismo lugar con Cassian y la sonrisa se borró de sus labios y sus ojos se clavaron en él con indiferencia.
―¿Por qué me trajiste aquí, Cassian? ―murmuro ―Creo que estás perdiendo tiempo, debes volver cuanto antes a la manada.
―Quiero que hablemos Aylin, pero sobre todo… quiero que escuches.― el alfa dio un paso cauteloso ― Yo… lamento todo lo que sucedió, si pudiera devolver el tiempo…
―Eso ya no importa ―se cruzó de brazos ― Lo único que nos une es Rowan, concéntrate en ser un padre y olvídate de nosotros.
Cassian safo sus brazos y entrelazo sus dedos con los de ella.
―No solo quiero a Rowan…― susurro ― … También, te quiero a ti.
Aylin trató de soltarse, pero él no se lo permitió, en cambio, ella le dio una sonrisa burlona.
―Ella está esperándote, Cassian. No puedes abandonarla.
El alfa finalmente perdió la paciencia, apretó los labios y la miró con seriedad.
―¡Ella no es Ruth! ―exclamo ―¡Ruth está muerta!
Las cejas de Aylin se crisparon.
―¿Qué? ¿Cómo qué muerta? Pero…
Cassian soltó sus manos y le acunó su cara, luego la miró a los ojos.
―Esa mujer era una bruja y su nombre… es Medea.
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