CONTRATO CON EL ALFA, EL TIO DE MI EX. romance Capítulo 84

FUERA DE ESTA CASA.

―Es una pena que no puedas satisfacer al alfa como lo hace una omega ― dijo Isabel, con una sonrisa maliciosa.

Aylin frunció el ceño y respondió con frialdad.

―No tengo intención de competir con un simple omega, ni siquiera estás a mi altura.

―Eso es lo que todas las hembras dicen hasta que ven a su alfa… con otra.

Aylin caminó hacia ella, sintiendo la irá burbujeando en sus venas.

―No me subestimes, Isabel ―dijo con voz firme. ―Soy la luna de esta manada y no toleraré tus provocaciones.

―Solo digo la verdad, Luna ― respondió con una sonrisa burlona.

Aylin avanzó hacia Isabel y la agarró por el cuello de su vestido.

―No te metas conmigo, Isabel ―advirtió con un tono amenazante. ―Terminarás perdiendo.

Isabel intentó liberarse, pero no tuvo éxito.

―¿Qué vas a hacer? ¿Me vas a golpear? ―preguntó Isabel con una risita.

Aylin apretó su agarre en el cuello y la empujó contra la pared.

―No te lo mereces ―dijo con voz fría. ―Pero si sigues provocándome, tendré que enseñarte una lección.

―Eres una arrogante, ni siquiera mereces al alfa. Una luna no abandonaría a su compañero ―se burló ―Pero aquí estás cuatro años después y pretendes regresar como si nada.

Los labios de Aylin se apretaron y sus ojos centellearon peligrosamente.

―¡No permitiré que sigas intentando metértele por los ojos a mi marido! Él es el alfa de esta manada y yo soy su compañera legítima, te guste o no.

Isabel se echó a reír y luego dijo con determinación.

―No te engañes, Aylin. Tu posición no está asegurada. Si puedo demostrar que soy más fuerte y digna de estar a su lado, él podría elegirme como su compañera.

Aylin se echó a reír como si hubiera escuchado una broma.

―Qué ingenua eres, tú… ― la miró de arriba abajo ―…no tienes oportunidad. ¿Sabes por qué estoy aquí? ―chasqueo la lengua y sonrió con burla ―Fue él quién se arrodilló ante mí y suplico mi perdón. No sabes nada, Isabel. Y tampoco planeo decírtelo. Sin embargo, solo te diré esto: No dejaré que te interpongas en nuestro camino. ¿Entiendes?

Aylin la soltó y retrocedió.

―Pierdes tu tiempo tratando de llamar su atención, él solo tiene ojos para mí. Además… no tienes lo que se requiere para ocupar mi lugar.

Sus palabras encendieron la furia dentro de la omega. En su opinión, si ella no hubiera regresado, en algún momento hubiera ocupado la cama del alfa. Así que, sin querer contenerse, se lanzó al ataque. Adoptó su forma de lobo y se abalanzó sobre Aylin.

―¡Veremos quién es más fuerte!

Sin embargo, la lucha no estaba en igualdad de condiciones. Siendo Aylin una loba latente, no podía adoptar la forma de lobo. No obstante, se negaba a ser derrotada por una omega, así que en cuanto Isabel lanzó su primer golpe, ella utilizó su experiencia y habilidad para esquivar los ataques.

―No tienes idea de lo que estás haciendo. Cassian me ama, y no te permitiré que lo pongas en duda. ―dijo y esquivó un mordisco con habilidad.

Isabel embistió con fuerza. La lucha continuó, hasta que, de pronto, Cassian abrió la puerta y se encontró con la escena. Leila y unos guardias subieron en cuanto escucharon el alboroto.

El alfa se apresuró a sujetar a Aylin y separarla, cuando vio la herida en su brazo, miró directamente a Isabel.

La omega ahora estaba asustada y nerviosa.

―No… no, mi señor. ¡Es mentira, todo es mentira! ―la omega, pensó en una salida y la usó ―Ella solo está diciendo eso para que me echen. ¡Ella no quiere que usted sepa su secreto!

Las cejas de Cassian se crisparon y busco la mirada de Aylin. Leila, que estaba a un lado, también se puso nerviosa, apretó con fuerza la tela de su vestido. Al ver que su jugada había tenido éxito, Isabel se regodeo secretamente y luego miró a Cassian con agravio.

―Escuche accidentalmente una conversación de ambas. Ellas… ellas dijeron que mantendrían en secreto que Leila… ―miro a la mujer en cuestión ―… que Leila fue quien ayudó a escapar a Aylin, hace cuatro años. ¡Ella supo todo este tiempo que su luna estaba en el mundo humano!

La furia se apoderó de Aylin, quien se abalanzó sobre la omega y la estampo nuevamente en la pared. De repente, su fuerza aumentó de la nada y sus ojos cambiaron a un rojo sangré, en ese instante, sintió sed de despedazarla. La miró con odio y le advirtió.

―¡Vas a pagar por esto, Isabel!

No obstante, Cassian la apartó nuevamente y sus ojos se clavaron en la omega. Está, creyó que el alfa lo hacía para defenderla, pero para su sorpresa, el camino dio un paso hacia ella y sin previo aviso la abofeteó. La sangre cubrió su labio.

―A partir de ahora tienes prohibida la entrada a esta casa y cumplirás trabajo forzoso junto a las omegas del bosque, también vivirás allí.

Los ojos de la mucama se abrieron.

―¡No! ¡Mi señor…! No es justo, ellas se burlaron de ti todo este tiempo y ¿soy castigada por revelarte la verdad?

―No te corresponde a ti revelar nada, no es tu asunto. Pero si quieres saber, tu castigo es para que nunca más te atrevas a ponerle un dedo encima a mi mujer.

El alfa miró a los guardias que esperaban su orden y se llevaron a Isabel.

―¡Ella no te merece! ¡Te engaño todo este tiempo!

Cassian, Aylin y Leila fueron los únicos que quedaron y la tensión se volvió palpable entre ellos.

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