CONTRATO CON EL ALFA, EL TIO DE MI EX. romance Capítulo 9

UNA TERRIBLE PÉRDIDA.

Ella no dijo nada y únicamente asintió.

― ¿Dónde estabas la noche que murió mi hermano?

Aylin apretó las manos para controlar su excitación y trato de ajustar el tono de su voz, necesitaba parecer segura.

―Estaba en la fiesta, como todos.

― ¿En la fiesta? ¿Y por qué vendrías a la fiesta del lobo que te rechazo? ―la pregunta de Cassian sonó un poco sarcástica. Y mientras esperaba la respuesta, se dedicó a detallar cada parte de ella y sorprendentemente le gusto lo que veía.

―Bueno… ―Aylin se lamio los labios y esto hizo que la entrepierna de Cassian palpitara, una imagen de ella con sus jugosos labios rodeando su polla, lo atormento. Pero, así como vino, lo alejo, se acomodó en su silla y espero. ― …Vine para complacer a Freya, aunque Logan y yo…

―Entiendo. ―Cassian la corto de inmediato. El solo hecho de escucharla decir que ella y Logan habían tenido algo lo molestaba. Así que hizo una pregunta.

―Tu padre… ¿Por qué mataría a mi hermano?

Aylin abrió los ojos y estos brillaron de emoción. Finalmente, tenía la oportunidad de abogar por su inocencia, se apresuró a responder.

―Alfa, mi padre sería incapaz de hacer algo así. Era el guerrero más leal del difunto alfa, confiaba demasiado en él, nuestro estatus en la manada era alto, ¿Por qué mi padre cometería tal acto sabiendo que no solo se perjudicaría el, sino también a mi madre y a mí?

Cassian la miro profundamente un instante, como si intentara descifrar sus pensamientos. Por alguna razón le creía y estaba seguro de que no mentía. La muerte de su hermano fue a mano de alguien más, sin embargo, mientras no lo descubriera, no habia forma de salvar a su padre.

―Alfa… ―Aylin se inclinó hacia delante y lo miro a los ojos y eso hizo grandes estragos al autocontrol de Cassian ― ¡Se lo juro, mi padre es inocente! Nada de lo que Logan…

― ¡No vuelvas a mencionar su nombre! ―el, gruño de repente y ella se calló, creyó que Cassian no la consideraba merecedora de llamarlo por su nombre, así que se disculpó ―Lo siento, yo…

Pero las razones eran otras, en este punto su instinto animal estaba tomándole la delantera y que ella, su pareja, llamara a otro alfa delante de él, golpeaba fuertemente su orgullo. Sin poder seguir conteniéndose, se puso de pie y rodeo el escritorio.

Aylin lo miro asustada y a la vez nerviosa. Era alto, musculoso, y demasiado atractivo para su mala suerte. Su loba en cambio no podía estar más feliz podía asegurar que si se lo permitiera retozaría libremente con el lobo de Cassian sin remordimientos.

―Alfa… ―sus palabras murieron en sus labios, porque ahora se encontraba en sus brazos y siendo olida por él. Su corazón estaba a punto de estallar. ―Al…

Cassian enterró la nariz en su cuello, dejándose llevar por el delicioso aroma de coco, limón y piña. Aylin no se quedó atrás, a pesar de que no era el momento, no podía ignorar sus propios instintos. Cerro los ojos y se permitió por primera vez, disfrutar de la cercanía del lobo que la diosa luna habia elegido para ella.

Cassian olió el pelo rubio de su recién descubierta y reconocida compañera, y sintió cómo su alma se llenaba de luz y de una paz que hacía años que buscaba. Era un maldito afortunado, la diosa le había concedido una segunda oportunidad. Sin embargo, estaba lleno de culpa también, tenía miedo de dejarse llevar por esto que sentía y fallar al recuerdo de Ruth.

Por otro lado, Aylin no se atrevió a moverse, ella y su loba estaban disfrutando de este gesto cariñoso y voluntario que él les estaba dando. Odiaba no poder controlarse, no soportaba tener que aceptar que Cassian la afectaba demasiado y que él, tenía el poder de llevarla a la completa felicidad o al más desgarrador infierno.

―Alfa… ―ella susurró tratando de apartarlo, pero basto un solo toque de ella, para que Cassian dejara salir un gemido profundo de sus labios. Aylin se asustó y retrajo su mano. ―Yo… lo lamento, no quería…

―Shhh. ―fue lo único que le dijo, mientras que con sus grandes y poderosas manos acuno su rostro. Mirándola hipnotizado pasó su dedo pulgar por sus labios.

No hizo falta decir nada, las acciones hablaban por sí solas, pero, así como llegó la conexión, pronto se esfumó, porque los recuerdos de la muerte de Ruth golpearon a Cassian con fuerza y una vez más el dolor se apoderó de él y se vio obligado a alejarse.

«¡No!» Su lobo gritó con agonía, pero Cassian hizo oídos sordos a su súplica y la soltó.

Para Aylin también significó dolor, porque al igual que ella, su loba también sufría. Sin mirarla, Cassian volvió a sentarse y fingió buscar unos papeles, después le ordenó con indiferencia.

―Ordenaré que te lleven a las mazmorras…

Ella se tensó y de inmediato se inclinó en el escritorio tratando de lograr que la mirara, sin embargo, Cassian la evadió.

―Por favor, mi padre…

―Tu padre estará bien, hasta que encontremos pruebas que lo culpen o lo salven, permanecerá del otro lado de la montaña. ―dijo con frialdad ―Igual que tú, Aylin. Hasta que no se demuestre lo contrario permanecerás bajo arresto.

―Pero…

Ahora el alzó sus profundos ojos verdes hacia ella.

―¿Estás contradiciéndome?

―No, alfa. ―respondió ella bajando la cabeza ―Pero… si me permite, ¿podría ver a mi padre?

―Es algo muy arriesgado de tu parte, pedirme eso, y más en la condición en la que te encuentras. Haré de cuenta que no has dicho nada.

Ella comprendió el mensaje implícito y asintió. Le dio una última mirada y luego caminó hacia la puerta. Cuando salió, Leila ya estaba esperándola, sin decir nada, sostuvo su brazo y se la entregó al mismo guardia que la había llevado a la casa.

Una vez que Aylin se fue, Cassian dejó salir el aire que había estado conteniendo, miró sus manos y estas temblaban, todo se debía a ella. Había escuchado que encontrar a tu alma gemela era demasiado difícil, por eso se consideró afortunado cuando la diosa le entregó a Ruth, pero tenía que reconocer que esto que estaba sintiendo por Aylin, era totalmente diferente a lo que sintió por su compañera muerta.

Era más fuerte, más profundo, parecía envolverlo por completo. No solo se trataba de deseo o lujuria. Era algo a lo que no podía darle nombre y eso, lo asustó.

[…]

Mientras tanto, Sienna terminaba de encender el fuego y se preparaba para lavar los trastos. Aunque inicialmente Logan ordenó que fuera llevada con los omegas que hacían trabajo forzoso, fue traída aquí sin razón. Y ella tampoco se molestó en preguntar, estaba segura de que no se lo dirían.

De repente, Runa, otra omega que vivía en la mansión principal, se acercó a ella con ojos ansiosos.

―Ven conmigo, tienes que saber algo. ―la agarró del brazo y la llevó a la mesa, luego cerró la puerta y habló rápidamente ―Aylin te necesita, está en peligro, tienes que salvarla.

Sus palabras tensaron a Sienna, quien de inmediato se puso de pie y sostuvo con fuerza los hombros de Runa.

―¿Qué pasa con mi hija? ¡¿Por qué dices que está en peligro?!

―Primero debes calmarte ―dijo la loba ―Escuche de los guardias de la gran casa, que el nuevo alfa ordenó su ejecución… ―hizo una pausa y bajó la cabeza. A Sienna le temblaban las manos y le dolía el corazón ― … A primera hora mañana.

―¡No! Mi hija…

―Shh, baja la voz ―pido la otra ―¿O es que quiere que tengamos el mismo final?

Sienna se obligó a calmarse, pero le resultaba imposible. ¿Cómo una madre iba a hacerlo cuando sabía que en cuestión de horas perdería a su única hija? Todo lo que estaba viviendo era una horrible pesadilla.

―Runa, mi hija es inocente. ―susurro con tristeza ―Rowan también, él no traicionaría al antiguo alfa…

―Lo sé, lo sé. ―ella la tranquilizó ―Es por eso que estoy aquí.

Sienna no comprendió sus palabras y su amiga la sacó de su confusión.

―Vamos a rescatar a Aylin.

La otra abrió los ojos y sin saber qué decir.

―¿Hablas en serio?

―Claro que sí, he visto crecer a Aylin, es como mi hija.

Los ojos de Sienna brillaron de agradecimiento, y pensó que dentro de tanto dolor y crueldad, todavía había un poco de esperanza. Pero también vio la otra cara de la moneda, desobedecer las órdenes de un alfa tenía serias consecuencias y más en ella que en este momento, estaban siendo acusadas de algo tan grave.

―Runa… sabes que si nos descubren…

―Así que, querías salvar a tu preciosa hija, ¿eh? ―se burló ―Muy arriesgado de tu parte, Sienna.

Presionó con más fuerza su bota hasta que sintió los huesos quebrarse.

―Conoces las consecuencias por desobedecer a un alfa, ¿verdad? ―pregunto, disfrutando de su sufrimiento ―Se que sí. ―retiro su pie y las lágrimas de Sienna se derramaron. ―Así que ahora, te daré la oportunidad de elegir. ¿Cuál de los dos quieres que pague tu osadía? ¿Tu preciosa hija? ¿O tu amado esposo?

En ese momento ella se encontraba entre la espada y la pared. ¿Cómo podría elegir? Uno era su compañero y la otra había estado en su vientre. No se consideraba capaz de sentenciarlos.

Ella no dijo nada y esto irritó a Logan.

―¿No vas a responder? ―pregunto y al mismo tiempo miró a Jason ―Quizás mi beta, te ayude a tomar una decisión.

Jason volvió a patearla con fuerza haciendo que saliera todo el aire de su estómago. Luego siguió pateando hasta que la sangre salió de su boca.

Logan alzó su mano y volvió a preguntar.

―¿Has tomado una decisión, Sienna? ¿Cuál de los dos? Vamos quiero escucharlo.

Ella luchaba por respirar, apretó sus manos y se dijo a sí misma que no dejaría que su hija viviera esta clase de dolor. Como pudo se arrodilló y bajó la cabeza hasta el suelo y luego dijo.

―Yo… ―aspiro para tomar aire ―tomaré el castigo, alfa.

Logan alzó una ceja y se cruzó de brazo con expresión pensativa.

―¿Te sacrificaras por ellos? ―de pronto, soltó una risotada como si la situación le divirtiera ―Qué noble de tu parte, Sienna.

Ella continuó en la misma posición, con los ojos cerrados y esperando una respuesta. En silencio le oro a la diosa para que le concediera una muerte rápida.

Finalmente, después de pensarlo, Logan aceptó.

―Ya que deseas sacrificarte, ¿Quién soy yo para impedírtelo? ―se inclinó hacia ella y la agarró del cabello, alzó su rostro e hizo que lo mirara. Lo que Sienna vio en sus ojos la asustó. ―De todas maneras, van a morir, no te preocupes, no tardarán mucho en hacerte compañía.

Cuando terminó sus palabras, la soltó y le ordenó a Jason.

―Saca de mi casa a esta basura y encárgate de ella. Sabes qué hacer.

El beta asintió con una sonrisa, para luego jalar con fuerza a Sienna y salir de la cada de Logan. Ella no hizo resistencia, simplemente caminó hacia su destino, lo único que lamentaba era no poder haber salvado a su hija o al menos haberse despedido de ella.

*

―¡Alfa! ―uno de los guardias abrió la puerta del estudio con brusquedad, su cara no era nada buena y sus ojos miraron ansiosos a Cassian.

―¿Qué sucede porque entras así?

―No es bueno, alfa.

Cassian se puso de pie y rodeó el escritorio, se acercó al lobo y pudo oler el miedo en él.

―¿Qué está pasando?

―Es la omega…

―¿Qué? ―Cassian dio un paso adelante, lo agarró de la camisa y lo miro a los ojos, estos empezaron a volverse rojos y gruño. ―Habla de una vez.

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