¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 1980

Cuando Orson reaccionó, Jimena ya estaba llegando al coche, abriendo la puerta para subirse.

Orson se apuró, caminando como si el viento lo empujara, y se lanzó al asiento del copiloto.

Jimena se quedó mirándolo, y le dijo: "Orson, ¿nunca te había visto tan entusiasmado para hacer algo, estás apurado por volver a casa a esa cita?"

"¿No ves que ya tuve mi cita?" Orson le respondió con una sonrisa traviesa en los labios y una mirada coqueta y pícara hacia Jimena.

Jimena se hizo la desentendida, mirando a su alrededor: "¿Quién, con quién tuviste la cita? No veo a ninguna otra mujer por aquí. ¿Será acaso el empleado de la tienda? ¿Ahora las citas no discriminan por género?"

Orson perdió la sonrisa, estaba molesto, y le replicó: "¿Quién ha dicho que no importa el género?"

"¿Entonces quién fue? ¿Acaso la que se fue molesta hace un rato, Priscila?" Jimena siguió fingiendo una confusión.e2

La buena onda que Orson había sentido se desvaneció con las palabras de ella, y le dijo: "Maneja ya, ¿no que íbamos para Villa Serenidad? Si no nos vamos ya, va a coger la noche."

Viendo que él estaba en serio, Jimena dejó de darle vueltas al asunto, se sentó en el coche, se abrochó el cinturón de seguridad y, sin prisa por arrancar, se acomodó en el asiento, probando cómo se sentía.

"Es de cuero original, eh, sentarse aquí sí que es diferente, muy cómodo," le comentó Jimena.

Orson sonrió con ironía: "Un carro de trescientos mil y tú hablando de cuero de verdad. Los asientos de cuero original son para carros de más de un millón."

"Qué decepción," Jimena lo miró con desdén. "Para mí, esto es cuero original. Si yo digo que es cuero, entonces es cuero. Es la primera vez que manejo un carro tan elegante, ¿no puedo presumirlo aunque sea una vez?"

"Oh, claro, claro, es cuero original. Lo que tú digas," Orson se apresuró a corregirse.

Jimena le echó una mirada de reojo: "¿Qué pasa, te sorprende que Asier pueda volver a caminar? ¿Tan poco querías que se recuperara?"

"¡Que pueda caminar de nuevo es genial!" Al recibir una respuesta afirmativa, Orson no pudo ocultar su alegría.

Desde que Asier se lesionó, la relación entre los amigos se había enfriado, perdiendo la alegría de antes y las reuniones también habían disminuido.

¿Significaría esto que podrían volver a los viejos tiempos?

Jimena sonrió: "Te aconsejo que te preocupes más por ti mismo, deja de pensar tanto en los demás y cuídate tú, no vaya a ser que te vendan y ni cuenta te des."

"¿Qué insinúas, que podría ser tan ingenuo como tú?" Orson le respondió sin pensar.

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