"Mamá, ¿de verdad crees que debería casarme con Orson?" Jimena todavía dudaba, no podía dejar ir a Orson, pensar en él con otra mujer le oprimía el pecho y le causaba un malestar inmenso.
Pero, aceptar a Orson era algo que todavía no había asimilado en su corazón.
Aunque ese niño no fuera de Orson, ¿cómo Priscila había podido engañarlo diciendo que sí lo era?
Porque Orson había tenido algo real con Priscila.
Al recordar eso, Jimena comenzó a sentirse incómoda y no podía convencerse de aceptarlo.
"Entiendo lo que te molesta, ay, ¿qué mujer no le daría importancia a esto? Pero ¿puedes asegurarte de que el próximo hombre que encuentres estará limpio de cuerpo y corazón? Al menos, el corazón de Orson está limpio, él solo tiene ojos para ti."
Nadie conoce a una hija como su madre, ¿cómo Jacinta no iba a conocer los pensamientos de Jimena?e2
Ella solo se preocupaba porque Orson había estado con otra mujer.
Pero en esta vida, ¿dónde consigues la perfección?
El próximo hombre que encuentre Jimena podría haber estado también con otras mujeres.
Jimena ya era madre y ya tenía treinta años, ¿dónde iba a encontrar a un joven inocente?
Jimena preguntó con curiosidad: "¿Cómo sabes que Orson solo me quiere a mí? Él nunca me dijo que solo me quería a mí."
"¿Él nunca te lo dijo? Yo creo que tú no confías en lo que él dice", le respondió Jacinta con una sonrisa y una mirada burlona.
Orson casi que se le pegaba a Jimena, ¿cómo no iba a decirle que la quería?
Jacinta no creía en eso.
Pero parece que sí había dicho algo sobre quererla solo a ella.
Jimena se sintió culpable, no podía negar lo que Orson había dicho.
"Aunque lo haya dicho, ¿eso lo hace verdad? Con sus antecedentes, ¿cómo puedo creerle?" Jimena resopló con desdén.
"He hablado contigo tanto tiempo y aún tienes esa actitud despreocupada", Jacinta se enfureció y dijo con exasperación: "¿Así que has decidido no estar con Orson, verdad? Está bien, ahora mismo lo echo de aquí y le digo que no aparezca más, cada vez que venga, lo voy a echar."
Jacinta, impulsiva, se preparó para salir.
Jimena, al ver que Jacinta iba en serio, se asustó y rápidamente la sujetó del brazo: "Mamá, mamá, cálmate, no seas impulsiva."
Jacinta se giró y la miró con severidad: "¿Quieres que te dé el registro familiar o no?" Preguntó ella.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...