El coche de Dave pasó por la portería, fuertemente custodiada, sin tener que Detenerse. Los guardias, en firmes, saludaron respetuosamente al verlo pasar.
Mientras conducían por las concurridas Calles de la ciudad autónoma, Amaris sintió que Maena le daba el visto bueno.
Las casas estaban bien conservadas, una rápida mirada a los edificios Y, con Circundantes, pudo ver que los campos de entrenamiento estaban siendo bien utilizados y que, al menos desde esa distancia, parecían estar en buen estado.
Amaris arrugó el entrecejo cuando vio un par de escuelas.
'Alfa…', comenzó a decir.
'Dave, por favor. Amaris'. La interrumpió con firmeza, dejando ver el vestigio de una sonrisa.
'Si, por supuesto. Lo siento, Dave' se apresuró a disculparse. '¿Tienes tus propias escuelas dentro de la manada?'.
'Sí. Sé que es poco convencional y que no se adhiere a las normas, pero quiero que mi manada pueda pensar con cabeza propia'. Habló con firmeza mientras salía de la carretera y entraba por un camino sinuoso, a cuyos lados se veían áreas verdes, impecablemente cuidadas, y jardines.
'¿Sabes que eso también se puede hacer en una escuela común y corriente? El objetivo de tener escuelas de especies mixtas es garantizar que los seres sobrenaturales se relacionen entre sí y con los humanos. No podemos darnos el lujo de que las razas se separen de nuevo', respondió Amaris.
'Lo entiendo, pero ¿cómo hago para que mi manada crezca y tenga éxito más allá de estos muros? Desde pequeños, aquí se les inculca el pensamiento crítico y estratégico. Se les anima a ser activos y pelear con sus amigos, y a no guardar rencor, sino a resolver sus desavenencias de una manera cordial. Se les enseña la historia del mundo, no solo la historia humana, sino la de los conflictos entre razas y especies...'.
'Entiendo, pero hay otras opciones disponibles, Dave. Para eso están las academias, para cuando salen de la escuela secundaria. Ellas han adoptado el mismo plan de estudios, y no están aisladas de otras manadas'.
'Pero pierden todos esos años de estudios, que son cruciales...'.
'En lugar de pasar esos años recibiendo una educación sin supervisión, con el riesgo de adquirir un complejo de superioridad, ¿Por qué no le das al estudio un carácter obligatorio, por la tarde o los fines de semana? ¿O incluso en campamentos residenciales?', razonó Amaris.
'Dime, Amaris. Si introduzco estos programas después de un día completo en la escuela de los humanos, ¿piensas que es justo que los niños estudien hasta altas horas de la noche, o renuncien a sus fines de semana? Es imperativo que entiendan todo sobre el mundo en que vivimos, y por qué convivimos pacíficamente, sin poner al descubierto lo que somos. Cuanto antes lo aprendan, mejor'.
'Pero...'.
'No estoy negociando esto, Amaris. No estamos haciendo nada malo. Esta es mi manada...'.
Amaris se sentó en silencio por un instante, tratando de asimilar todo lo que él había dicho.
Nerviosa, tragó en seco.
Maena le transmitió su reflexión. No veo dónde está el problema, Amaris. Estás siendo pedante. Me parece que la visión de Dave acerca de una jerarquía de manada saludable es muy superior a la estructura y la política de la mayoría de las manadas'.
'Lo entiendo, pero no es así como debe hacerse. Hemos establecido procedimientos'
'El hecho de que las cosas deban hacerse de una manera no siempre significa que esa sea la mejor manera. Un buen alfa lo sabe, y desafiará las prácticas establecidas para mejorarlas', respondió Maena con autocomplacencia.
Amaris resolló y se quitó el cinturón de seguridad. Giró el asiento y salió del auto.
'Creo que prefería que hubieras seguido callada'. Le gruñó a su loba mientras corría tras la silueta del alfa Nocturne, que se retiraba.
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