Cuando Dave y Amaris emergieron de los largos, oscuros y sinuosos túneles que los Sabios llamaban hogar, se vieron obligados a cubrirse los ojos. El contraste con la deslumbrante luz del sol que los recibió al salir era demasiado intenso.
Cuando sus ojos se acostumbraron a la repentina intrusión de la luz, Dave giró hacia ella con una sonrisa de oreja a oreja y la envolvió en un abrazo.
'Yo diría que eso salió bastante bien'. Sonrió mientras plantaba un beso en la frente de Amaris.
Ella se rio entre dientes y le sonrió, ocultando el vacío que sentía en su interior a causa de toda aquella experiencia.
'Sí, reconozco que podría haber sido mucho peor'.
'Yo propongo que vayamos a celebrarlo. Un restaurante elegante, champán, el paquete completo' murmuró Dave mientras frotaba su cara contra el lugar donde la había marcado.
Amaris respondió con un gruñido, y se obligó a ignorar el escalofrío que había hecho temblar sus rodillas cuando él se frotó contra la marca falsa.
'Antes necesito enviarle un mensaje a Eva. Luego veremos' respondió ella finalmente. Rodeó la cintura de Dave con sus brazos e inhaló su aroma intensamente masculino.
¿Por qué él siempre olía tan terriblemente bien? Resultaba adictivo.
Dave suspiró, dio un paso atrás, tomó la mano de ella y la acercó al auto, que se encontraba esperando.
'De acuerdo. De todos modos, vámonos a casa. Allí podremos decidir. Preferiría no quedarme aquí más tiempo del estrictamente necesario'.
Ya en el asiento trasero del automóvil, Amaris apoyó la cabeza en el hombro de Dave, sacó su teléfono y le envió un mensaje a Eva.
Como ella y Eva ya habían discutido el plan en reiteradas ocasiones, no necesitó decir demasiado.
'Está hecho'.
El mensaje fue breve, y directo al grano. Eva no era estúpida, no tendría dificultad en entenderlo. Recibió un emoji de pulgar hacia arriba como respuesta, y dejó el teléfono en el asiento, se acomodó contra el hombro de Dave y cerró los ojos, sonriendo con serenidad para sí misma.
Quizás su padre había tenido razón.
Desde que había conocido a Dave, definitivamente había cambiado. Pero era demasiado orgullosa para admitir que un hombre fuera capaz de hacerla cambiar.
Para ser sinceros, lo más probable era que su cambio se debiera a que, en la víspera de su boda, había encontrado a su pareja predestinada teniendo relaciones sex*ales con su hermanastra...
Pero para Amaris era mejor pensar que Dave la había cambiado, de todas las maneras posibles. Él la había liberado sex*almente, confiaba en ella, la apoyaba, la protegía, y estaba de su lado sin importar lo que sucediera.
Ahora tenía la suficiente confianza en sí misma como para aceptar y reconocer que realmente disfrutaría viendo a alguien recibir su merecido después de tanto tiempo.
Mientras volvían a la casa de la manada, sintió el brazo de Dave apretarse a su alrededor, y su barbilla descansando sobre su cabeza. Simplemente, disfrutaban, en silencio, la compañía el uno del otro.
Cuando llegaron, el Beta Ben los estaba esperando con el ceño fruncido.
'¿No podrían haber enviado un mensaje para contarme cómo salieron las cosas?' Murmuró enojado mientras entraban a la casa y se dirigían a la oficina de Dave.
Este se encogió de hombros, con una sonrisa diabólica en su rostro y un brillo burlón en sus ojos.
'Se me ocurrió que, si no volvíamos esta noche, ya sabrías que algo había salido mal' dijo, tan casualmente como pudo, guiñándole un ojo a Amaris. Ella ahogó una risita.
Vieron los hombros de Ben tensarse a medida que sus pasos se volvían cada vez más rígidos, hasta que finalmente se detuvo abruptamente y se dio la vuelta para enfrentarlos.
'Alfa, realmente necesita mejorar en cuanto a comunicación... no había ningún plan de contingencia... ¡Nada!' Dijo Ben, manteniendo a duras penas un volumen moderado de voz, y luchando por contener su temperamento.
Amaris se rio entre dientes ante la mirada de asombro que podía observar plasmada en los rostros de ambos hombres.
'Por muy desordenada que ella pueda parecer, eso es solo superficial. Es increíblemente buena en lo que hace'. Amaris sonrió antes de centrar su atención en su Beta.
'Ben, por favor, no culpes a Dave. Yo quería que las cosas se mantuvieran en silencio hasta que hubiéramos superado lo del juicio. No tenía forma de saber si las cosas saldrían o no como nosotros pretendíamos. No estaba segura de si también los Sabios se verían afectados por lo que sea que le haya ocurrido a mi padre. Y ahora que sabemos que ese no es el caso, debemos estar listos en caso de que nos llamen nuevamente, por las razones que sean'. Amaris dijo con seriedad.
'¿Por qué los llamarían de nuevo?'
'La verdad es que no sabemos a quienes podrían llamar. La investigación podría ser compleja, dependerá en gran medida de en qué decidan centrarse los Sabios, y de qué tanto tiempo atrás deseen ir. Sin embargo, fueron muy minuciosos con todo esto, Ben. Ya se habían movilizado para reunir pruebas por su propia cuenta, incluidas las declaraciones de los testigos'.
Ben asintió, pensativo. Luego, su expresión cambió, y miró a Amaris con aire de culpabilidad.
'Lo siento Luna, hay algo que casi olvido. Minerva ha estado tratando de contactarla durante los últimos días. Pero con todo lo que estaba pasando, pensé que sería mejor dejarla a usted y al Alfa en paz hasta que todo hubiera terminado'. Se encogió de hombros a modo de disculpa.
Amaris suspiró por dentro y frunció los labios.
'Está bien, Ben. No hay problema. La llamaré y me pondré al día con ella tan pronto como haya comido y me haya duchado'.
En realidad, sí había un problema.
Había estado esperando noticias de Minerva durante días, y ahora resultaba que ella ya había estado intentando contactarla por iniciativa propia.
Ahora tendría que hacerle frente a su mejor amiga, y a su posible resentimiento, por no haberle informado nada sobre los acontecimientos recientes.
Solo podía esperar que Minerva no se hubiera molestado demasiado con ella.
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