El CEO y la Bailarina Nocturna (COMPLETA) romance Capítulo 43

—¡No puedes enojarte por eso! —me tapé el rostro frustrada. Era increíble, ayer estábamos bien y hoy estábamos como la mierda.

—¡No me grites! —gruñó mientras golpeaba la mesa.

—¡Tú eres el que me grita a mí!

—¡¿Por qué no me dijiste que ibas a salir?!

—¡¿A caso tengo que pedirte permiso para hacerlo?!

—¡Claro que no! ¡Pero no estaría mal que me avisaras para no preocuparme por ti!

—¡No soy una niña por la cual tengas que preocuparte!

—Chicos, creo que deberían dejar de... —Kasia fue interrumpida por el grito de Mikkel.

—¡¿Dónde fuiste?! —puse los ojos en blanco y me senté en el sofá sin mirarlo—. Si fuiste al nightclub juro que...

—¡¿A ver?! ¡Termina la frase, Mikkel!

—¡Me cago en la puta! ¡¿Fuiste al nightclub tres días después de haber tenido un aborto espontáneo?! —rió con amargura mientras negaba—. ¡WOW! ¡Ya veo lo afectada que estás por esto!

No me importó que Mikkel hablara de eso frente a Kasia. Le tenía mucha confianza, no me importaba que se enterara de que soy bailarina en un club nocturno.

—¡Tengo que seguir con mi vida, Dios! —me puse de pie y me acerqué a él de forma desafiante—. ¿Cómo tú puedes seguir trabajando y yo no? Eres muy egoísta, Mikkel

—¡Bailar en un nightclub, frente a cientos de hijos de putas es una mierda, Alyssa! Además, ¿no te das cuentas de lo peligroso que es? ¿No recuerdas que tengo un medio hermano psicópata que haría cualquier cosa para arruinarnos la vida? —me miró desconcertado—. No puedes arriesgarte a que te haga algo, Alyssa.

—¡Pero sólo fui a mi trabajo! —grité frustrada.

—¿Y no crees que ir a un lugar así, después de haber perdido a nuestro hijo es una gilipollez?

—¿No lo entiendes? ¡Voy a hacer lo que me salga del coño!

—¿Estás segura de eso? —preguntó calmado.

—Pues claro, por eso te lo digo —me encogí de hombros.

—Está bien —asintió. Caminó hacia donde minutos antes había dejado su chaqueta y se la puso.

—¿Dónde vas? —le pregunté al ver que tomaba las llaves de su coche.

—Si tú haces lo que te sale del coño, yo voy a hacer lo que me sale de los huevos —se miró en el espejo circular que estaba en la pared y comenzó a peinarse con sus dedos el cabello—. Así que iré a un nightclub. Y claramente al de Bellamy no.

Abrí mis ojos impresionada. ¿De verdad se iba a ir a un nightclub?

—Eres impresionante... —reí ocultando las ganas que tenía de llorar—. Estás aprovechándote de esta situación para ir a ver a chicas semidesnudas bailar.

—Eso es exactamente lo que tú haces. Te paras en un puto escenario semidesnuda y le bailas a gilipollas mientras ellos se tocan imaginando... —su cuerpo tembló. Cerró sus puños con fuerza en inhaló con profundidad—. No me esperes despierta —dijo antes de irse dando un portazo.

Mordí el interior de mi mejilla sin apartar la mirada de la puerta. Esperé por unos minutos que volviera, pero eso no pasó.

—Alyssa... —Kasia se acercó a mí apenada.

—¿Te pido un favor? —la miré y asintió de inmediato—. ¿Puedes mantener en secreto eso de que soy bailarina de un nightclub?

—Claro que sí, no te preocupes por eso —acarició mi antebrazo—. ¿Cómo estás?

—Estoy bien —dije antes de apartar mi mirada de ella, enterré mis uñas en mis palmas y hablé—. ¿Él se va a un nightclub? Pues yo me voy de la puta casa.

NARRA MIKKEL:

—¿Eres tonto? —Sean frunció su ceño—. ¡¿Cómo se te ocurre decirle que vas a un nightclub?! ¿Sabes las cosas que debe estar imaginándose en estos momentos?

—¿Y tú sabes que he estado tres noches sin poder dormir? ¿Sabes que he estado ocultando cómo realmente me siento para no afectar a Alyssa? —le di un sorbo a la cerveza que Sean me había dado al llegar a su departamento—. ¿Y qué es lo que ella hace? Ir a bailarle a unos hijos de putas.

¿Cómo está ella?

Le pregunté a Kasia por WhatsApp.

—¿Quieres que pida pizza?

—No gracias, no tengo muchas ganas de comer —le respondí a mi amigo mientras veía que Kasia estaba escribiendo.

No lo sé, pero no creo que bien. ¿Cómo se te ocurre ir a un nightclub?

Fruncí el ceño

¿Cómo no va a saber? Últimamente se cuentan todo.

¿Y por qué no sabes? Que yo sepa Alyssa te tiene mucha confianza.

Moví mi pierna impaciente. Me parece extraño que no le haya dicho nada.

—Al parecer no te diste cuenta de lo que hiciste, Kel.

—¿Puedes dejar de darte tantas vueltas? ¿Qué quieres decir? —le respondí después de pararme del sofá. Ya me estaba comenzando a poner nervioso.

—Alyssa se fue de la casa.

Golpeé con la pared con mi mano abierta al leer su mensaje. Maldije por lo bajo antes de tomar las llaves de mi auto.

—Gracias por todo. Tengo que irme —le di una última mirada a Sean, quién estaba mirándome con la boca levemente abierta, y salí casi corriendo de su departamento.

Los problemas están a punto de arruinar nuestra relación.

Y yo no voy a permitir que eso pase