El Hijo Del Millonario © romance Capítulo 24

Capítulo veintitrés

Capítulo 18.

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Su tacto quema en mi piel y cada vez que deja sus besos puedo sentir que estoy en el jodido cielo. Abro un poco mi boca y dejo que juegue a su gusto con mi lengua mientras que mi respiración agitada manda pulsaciones constantes a mi femineidad.

Gimo cuando siento una de sus manos viajar hasta mi húmeda intimidad —que mojadita—susurra contra mi oído.

Sus dedos se deslizan de arriba a abajo y se detiene justo en mi clítoris, presiona suavemente y todo el calor de mi cuerpo se sitúa en esa zona, alza mi camisilla y con su mano libre acaricia mis pezones, baja un poco y se lleva uno a la boca haciéndome retorcerme de placer.

Esto es más que placentero.

Cierro mis ojos disfrutando de su cálida boca al rededor de mi pecho y su mano masajeando mi entrepierna, una ola recorre mi cuerpo entero y de la nada mi cuello arde, Amir lleva sus besos hasta mi marca y chupa fuerte haciendo temblar mi sexo.

—¡Oh Dios! —jadeo y lentamente introduce dos dedos en mí, la sensación de ser llenada me hace mover las caderas, vuelve a llevar su rostro a mi cuello y lame su marca por encima hasta el lóbulo de mi oreja —Amir, necesito... Más —suplico y un remolino de placer se instala en mi bajo abdomen, ojos azules mueve su pulgar hacia mi clítoris y masajea de un lado a otro mientras sus dedos se introducen una y otra vez.

Abro mis ojos y paso mi lengua mojando mis labios entreabiertos, tomo su rostro y lo acerco para jugar con sus labios hinchados tan calientes y húmedos, su lengua pasa por mi labio inferior y muerde, saca sus dedos de mi coño y se levanta de la cama dejándome a la intemperie.

Me quejo cuando lo veo separase a más dedos pasos y él rápidamente parece entender mi situación, se cruza de brazos y su mirada recorre todo mi cuerpo a su disposición. Sonríe de lado y pasa su lengua mojando sus labios, chasquea su lengua y baja sus brazos hasta el cierre de su pantalón—¿quieres que lo quite, uh?

—Sí.

—¿Sí que?

—Sí, Alpha—sonrío coqueta y Amir desabrocha su pantalón, baja su zipper y tira de el hacia abajo quedando expuesto ante mi vista, su miembro salta palpitante y alzo una ceja divertida—¿Sin ropa interior? Eh, quién lo diría —quita la poca lejanía que tenemos y se inclina ligeramente, cae de rodillas y abre mis piernas, su lengua hace contacto con mi intimidad y aprieto las sábanas con mis manos.

Pega sus labios y pasa la punta de su lengua por mi resbaladizo sexo —sabes tan bien—da un beso y comienza a jugar con mi intimidad, jadeo y tomo su cabeza en mis manos para atraerlo más a mí, su boca chupa y besa, su lengua recorre mis labios de arriba a abajo estimulando cada parte, mis piernas tiemblan y siento la acumulación de espasmos en mi sexo.

Nunca antes había sentido tal cosa en mi vida.

Introduce uno de sus dedos, su lengua juega conmigo de un lado a otro mientras cada vez entra y sale rápido, mi boca tiembla y cierro mis ojos instintivamente, de mis labios sale un sonido estremecedor que posiblemente se escuche por toda la mansión, mis piernas tratan de cerrarse y él las sostiene fuerte, sigue comiéndome con tal fiereza y siento el orgasmo más grande que he tenido bajar de mi vientre a mi vagina.

Jadeo retorciéndome bajo su tacto, se levanta y se posiciona entre mis piernas pasando su duro amigo por todo mi chorreante coño, llevo una de mis manos a su miembro y masajeo suavemente de arriba a abajo, estira la cabeza hacia atrás y se deja llevar por mis manos, rápidamente me levanto y me arrodillo ante él.

—¿Qué vas a... —no lo dejo terminar cuando meto parte de su amigo en mi boca de una estocada, lo saco y sigo mi ataque, paso mi lengua por la punta y la chupo suavemente, Amir tira su cabeza hacia atrás, sus ojos cerrados me confirman que está disfrutando de lo que estoy haciendo, lo vuelvo a meter en mi boca y doy vueltas alrededor con mi lengua, mechones de cabello se pegan a mi cara, sus manos recogen mi cabello en una coleta alta y mueve sus caderas dentro de mi boca, lo saco de mi boca saboreándolo y antes de subir paso mi lengua por toda su circunferencia.

Suspira —Tengo que organizar un plan muy elaborado, no me tardará mucho, pero debo hacerlo, porque no quiero actuar con la cabeza caliente —recorre mi espalda con sus dedos.

—Entonces, ¿hecho el plan partirás?

—Exactamente.

Me tiro encima de él —Amir Dhall, si vas a realizar una operación suicida tendrás que prometerme algo.

Me observa fijamente —Dígame, señora Irina Warren de Dhall.

Junto mis cejas y cierro mis ojos tratando de ocultar lo avergonzada que estoy —Déjate de tontadas. Amir, me tienes que prometer que regresarás sano y salvo, no soportaría que algo te pasará, así que por favor...

—¡Hey! ¿Crees que dejaría a mi luna, la madre de mis cachorros, mi mate, sola? —sonríe y muerde sus labios —estás muy equivocada, aquí me tienes y me tendrás para rato.

—Seguro, mi Alpha.

—Muy seguro, mi luna.

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