ENTRÉGATE romance Capítulo 14

La instalación en la clínica fue eficaz, por petición de Mikhail se preparó una habitación para ambos, de esa manera Jarvis también podría estar al pendiente de Olivia, y así se quedaría más tranquilo.

Los próximos dos días, Violeta se había mantenido allí, pegada a la cama de Olivia. Los médicos rusos habían decidido cambiar el tratamiento de Olivia y realizar otro par de trasnfusiones de sangre, así como un monitoreo constante, el Galeno después de algunos estudios, les informo que afortunadamente Olivia no tenía ninguna hemorragia interna, y que en el hospital donde fue atendida, habían realizado buen trabajo, así que aseguraron que con el nuevo tratamientos, los exámenes, y todo lo que estaban haciendo, ella tenía muy altas posibilidades de sobrevivir sino se presentaba alguna complicación.

—Estoy rezando para que todo esté bien— había asegurado Violeta. Jarvis, había despertado y se mostraba muy agradecido por la manera en la que ellos se estaban ocupando de todo, con esfuerzo, se bajó de su cama para con ayuda de dos enfermeras, dar unos pasos y llegar hasta la cama de Olivia, dónde se sentó junto a ella, la tomó de la mano para hablarle de cuánto la extrañaba y de que estaba esperándola, que pronto estaría bien.

Mikhail y Violeta, estaban muy pendiente de la salud de ambos, él había tenido que dejar la clínica en algunas ocasiones para ocuparse de sus negocios, sin embargo regresaba con Violeta siempre, ella no se había apartado ni por un instante.

Annika, Varenka y Anouska, también habían llegado para mostrarle su apoyo, dándole ánimos y fuerzas, le aseguraban que estaría todo muy bien. El tercer día, Mikhail no dejaba de insistir asegurándole a Violeta que la llevaría a casa a descansar un poco.

—No, Mikhail, no puedo dejarla sola.

—No está sola, tiene un arsenal de médicos y enfermeras para su cuidado, está en la misma habitación con Jarvis, quién no se despega de ella, y entiendo tu preocupación, pero entiéndeme mi amor, necesitas descansar.

—Descansaré cuando ella esté bien.

—No, no puedes seguir con baños incómodos aquí, no estás alimentandote bien, no estás durmiendo bien. No Violeta— la miró fijamente mostrando su tono inflexible— sabes que te adoro y te complazco en todo, pero no hoy, tienes que descansar.

—No puedo solo irme a casa y dejarla aquí— dijo con voz temblorosa— yo. . . por favor.

—No te preocupes, yoe quedaré con ellos— ambos se firmaron al escuchar la voz de Anouska.

—No Anouska, no es justo— dijo Violeta.

—Tampoco es justo que siendo tu familia no me permitas apoyarte y quedarme a cuidar de Olivia y Jarvis— sonrió— puedes ir a tu casa, Mikhail tiene razón, de nada servirá si te enfermas— le tomó de la mano— no tienes porqué hacerlo sola, podemos tomar turnos, de ese modo no estarán solos.

—Anni tiene razón— dijo Varenka. Violeta quiso llorar, realmente estaba cansada, pero no quería alejarse.

—De acuerdo, ustedes ganan— suspiró cansada— pero volveré mañana temprano— dijo decidida.

—Por supuesto — aseguró Mikhail— yo mismo te traeré, mi amor.

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Jarvis aprovechó aquel momento de intimidad, todos habían salido d ella habitación para tener una discusión familiar. Realmente se sentía muy agradecido de que Violeta y el ruso, hubiesen llegado para ayudarlos, tenía fé de que pronto ella estaría bien.

—Podría quedarme dormida de pie — dijo con una débil sonrisa, sintiendo que sus párpados pesaban demasiado.

—Dejame aplicar tu crema corporal— Violeta se sintió feliz con los detalles y atenciones que él le estaba dando, era muy dulce que se comportara así. Luego ella se colocó una bata que era su pijama de seda, mientras él se colocaba un pantalón del mismo material y después de secar el rubio cabello de su amada, la invitó a la cama— ahora sí, creo que dormiremos muy bien, mi amor.

—Gracias, Mikhail— dijo Violeta en un susurro, él la abrazó, después de acostarse a su lado, con el abrazo la atrajo hacia su pecho, la vió agradecerle mientras cerraba los ojos y se acurrucaba contra él— gracias por todo lo que haces mi amor— a ciegas, sin abrir los ojos, depositó un tierno beso en el pecho de su amado.

—No hay nada en el mundo que no haría por ti, mi dulce Violeta — le respondió estrechándola más y depositando un beso en la frente femenina.

Violeta rápidamente se entregó al sueño, sintiendo que estaba en su lugar seguro, y que estando allí, así, rodeada por los brazos de Mikhail, ningún mal podría alcanzarla. Mikhail podría ser muy duro con otros, muy rudo en los negocios de la mafia, pero con ella era un dechado de virtudes, amor y ternura, era todo lo que cualquier mujer podría desear, todo y más, agradecía realmente tener la dicha de ser la elegida por el corazón de Mikhail Volkov.

Mikhail, sentía sus propios párpados pesados, pero estaba en la dulce espera de que ella se durmiera primero, habían Sido días muy duros para su amada Violeta, la angustia, la preocupación y el llanto, la habían tenido atormentada, ella se merecía un descanso, la paz de su hogar, el refugio de los brazos del hombre que amaba.

La sintió respirar pausadamente y sonrió con ternura, ella se había dormido muy pronto. Imploraba porque todo estuviese muy bien, porque Olivia pudiese recuperarse rápidamente e ir a casa con ellos, junto con Jarvis, de esa manera Violeta tendría paz y volvería a sonreír, y él recuperaría la tranquilidad que había perdido desde que veía solo tormento en sus hermosos ojos violeta.

La estrechó con dulzura y depositó otro beso en su frente, antes de cerrar los ojos y entregarse al sueño.

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