ENTRÉGATE romance Capítulo 42

Mikhail arrasó con todo a su paso, no podía respirar bien, así que se detuvo, con ambas manos en la pared, luego deshizo el nudo de su corbata y desabotonó los tres primero botones de su camisa, recargó la frente en la pared.

—Calma Mikhail, debes calmarte, debes pensar con cabeza fría.— estuvo allí sin decir nada, al menos cinco minutos, Nikolay comenzaba a impacientarse, no sabía qué hacer, no sabía cómo debía actuar. ¿Debía esperar a que el jefe se calmara y pensará un poco?

Mikhail cerró los ojos y se concentró en su respiración.

Cinco o seis autos. . .

Muchos hombres. . .

Mataron a seis de sus hombres, con entrenamiento y buena puntería. . .

Se llevaron a Violeta.

Debía de ser alguien con suficiente poder económico como para tener tantos hombres a su cargo. Recordó la vez pasada cuando intentaron secuestrar a Violeta, había pasado mucho tiempo desde entonces, él se había confiado y había bajado la guardia, las consecuencias eran terribles, ahora la mujer que amaba estaba en manos de alguna.persona despiadada y poderosa.

¿Cómo podría recuperarla?, ¿Cómo podría asegurarse de traerla a casa? , ¿Cómo?, sus sentimientos le impedían pensar con claridad.

—¿Algún registro de cámara que nos ayude a localizar a alguno?

—En el lugar donde se realizó la intercepción no había cámaras, señor.

—¿Y las cámaras del auto donde viajaba Violeta?

—No es mucho lo que lograron captar, fueron rápidos y en ningún momento dejan ver con claridad sus rostros.

—Una imagen borrosa es más que nada— se alejó de la pared, con un rápido movimiento se quitó la corbata y la chaqueta, su cabello despeinado, todo le daba un aspecto desaliñado. Poco le importaba, en aquel.momento solo una cosa era importante; Recuperar a Violeta lo más pronto posible. Mientras más tiempo tardara en dar con su paradero, menos posibilidades tenía de encontrarla con vida.

—Así es, señor.

—¿Han llamado para pedir recompensa?, Dudo que solo quieran dinero, pero es un pequeña posibilidad.

—No señor, no hemos recibido llamadas.

—Yo tampoco. No sé quién pueda estar detrás de todo esto, pero le arrancaré la vida por tocar a Violeta. Vamos, en marcha, hablemos con Igor, busquemos las cámaras, llamaré a mi familia, todos me ayudarán a encontrar a Violeta. Yo soy quien dirige la mafia de éste país. Nadie se burlará así de mí.

**********************

Olivia. . .

Dispuesta a acabar con su vida, con el tormento y el dolor contante en el que vivía, había estado dispuesta a jalar el gatillo y acabar con todo, pero ahora Jarvis estaba allí, frente a ella, confesando todo lo que le hacía sentir y su alma sintió paz, quizás nunca pudiesen estar juntos pero que tranquilidad le daba saber que él la amaba, tanto como ella le amaba a él, estaba sucediendo lo que jamás creyó posible, Jarvis le estaba correspondiendo.

—Yo no podría soportar perderte, Olivia. Sé que ahora estás con él, pero estás viva y eso me alivia, si te pierdo, si tú mueres. . . — la miró a los ojo— no podría resistirlo, te amo demasiado Olivia Martin, no elijas ésto, decide vivir. —Olivia lo miró con tristeza, él secó las lágrimas de su rostro y le regaló una sonrisa, fue allí cuando se atrevió a hacer algo que supo que jamás debía, al menos no en casa de Esteban Bellancinni. Se inclinó y lo besó, lo besó con amor, con ternura, con agradecimiento, porque realmente quería vivir para él.

Fue allí cuando sucedió.

Esteban escogió ese preciso instante para entrar a la habitación y encontrarlos en pleno beso.

—¿Qué diablos sucede aquí?— preguntó furioso, ellos se alejaron.

—¡Esteban!

—Maldita hipócrita, ayer estuviste haciendo un show por Rosetta— entró a la habitación con los ojos desorbitados de odio— pero tú te revuelcas con éste.

—Señor, puedo explicarlo, es un mal entendido — dijo, aún sabiendo que nada lograría borrar la imagen que había tenido de ellos.

— ¿Un mal entendido? ¡Con un demonio, Jarvis! ¡ Mi mejor hombre, siempre me he sentido orgulloso de ti! ¡Qué poco aprecias tu vida, pobre infeliz! — se lanzó sobre él, pero Olivia se interpuso, recibió una bofetada que la arrojó al suelo. Jarvis no movió un dedo para defenderse cuando Esteban lo tomó del cuello— Voy a matarte con mis propias manos— comenzó a ejercer presión, llevándolo hasta la cama, Jarvis luchaba contra su agarre, aún sabiendo que no había nada que hacer. Olivia y él no contarían aquella anécdota, estaba prisionero entre el cuerpo de Bellancinni y la suavidad de la cama.

Esteban lo soltó alejándose rápidamente sacó un arma y le apuntó.

—¡ESTEBAN, NO, ESTEBAN NO!—sollozó Olivia. Esteban disparó dos veces y Jarvis cayó al suelo con un disparo en el pecho y otro en la cabeza—¡NOOOOOOO!—gritó Olivia presa del pánico.

—Tu turno, amor mío — Olivia se giró hacia él en el momento que disparaba y la bala la alcanzaba.

Se sentó en la cama de golpe, asustada mirándo a todos lados, su corazón latiendo rápidamente, su respiración acelerada.

¿Por qué había soñado con esa situación del pasado?

¿Por qué el sueño distorsionó los hechos?

¿Por qué Esteban si lograba matarlos aquella vez ?

—Jarvis, mi amor, ¿Estás bien?— preguntó a la nada con los ojos llenos de lágrimas como si pudiese obtener alguna respuesta. ¿Era aquello algún tipo de presagio indicándole que después de todo, Esteban si lograría matarlos?

Necesitaba un vaso con agua, se dió cuenta al salir de la habitación que comenzaba a caer la noche, en su camino a la cocina se encontró con Ágatha.

—Señora, ¿cómo siguió del dolor de cabeza?

—Ya me siento mejor, Ágatha — respondió con una dulce sonrisa— desperté con un mal sueño, iré por una vaso con agua.

—Su gusta, puedo traerselo.

—No te preocupes, no hace falta, yo iré por él. . . ¿Dónde está Violeta?

—Esto debe ser una jodida broma.

—Quisiera decirle que efectivamente estoy bromeando, pero no, no es así, señor. Ha contactado con muchos de nuestros lazos, les ha ofrecido negocios y mayor porcentaje, estamos perdiendo aliados.

—¿Ese malnacido tiene nombre?

—Giovanni Mancinni— dijo Cadáver.

—¿Y quién carajos es Giovanni Mancinni?— preguntó furioso— su nombre ni siquiera se me hace conocido.

—No se sabe nada de éste hombre, nadie le conoce, y nadie ha visto su cara, es como si fuese un fantasma.

—¡Maldita sea, Cadáver, dime qué tienes algo bueno que decir!

—No, señor. — dijo temeroso.

—Si ha comprado a algunos de nuestros hombres es necesario cambiar de lugares, necesitamos un nuevo almacén, cambiar puntos de encuentro, puntos de negocios y transacciones, así como puntos de entrega, es importante que los hombres no sepan más información que la básica estrictamente necesaria.

—Si señor, estoy trabajando en eso, mudando todos nuestros puntos.

—Además es necesario no perder más hombres, incrementa su paga y amenazales, diles que no les vale jugar contra el diablo y bajo amenaza asegúrate de que no nos traiciones.

—Si, señor.

—Sin contemplación Cadáver, amenaza a sus madres, mujeres, hijos, abuelos, hasta al puto gato o perro, los necesito aterrorizados, con miedo a fallarme.

—Lo entiendo, señor.

— Bien, ahora mismo no puedo viajar, tengo un asunto aquí que me ata por un par de días, pero en cuanto pueda viajaré allá de inmediato.

—De acuerdo, señor.

—Te confío la solución, gestiona, y encárgate de mantener el orden mientras llego. Toma decisiones drásticas si son necesarias, y si hay un traidor, mátalo frente a los demás, eso ayudará a que teman.

—Bien, así lo haré, señor.

Esteban cortó la comunicación y furioso arrojó el celular a la cama. ¡DESTRONAR AL REY! pensó burlón.

—Ha sido el trono de mi familia por años, y no seré precisamente yo, quien pierda el legado familiar — dijo con determinación.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ENTRÉGATE