Esposa Obligada Del CEO Paralítico romance Capítulo 15

— No, no, yo solo pensé… — Tartamudeo Aria al darse cuenta de que había dicho algo incorrecto, ella tenía prohibido comentar estás cosas.

— No me mientas, ¿Alguien te castigó así? — Interrumpió Lucien tensando la mandíbula, se sentía furioso al pensar que alguien le pudo hacer algo así a ella, aunque no entendía el porque de esto.

— No. — Respondió Aria intentando parecer firme, pero Lucien no le creyó en lo absoluto y la miró entrecerrando los ojos.

— ¿Por qué mientes? ¿Quién te hizo eso? — Volvió a preguntar, no entendía como algo así podía suceder y en un inicio pensó que ella podría estar actuando, pero ahora sentía que ella había sido castigada de una forma cruel, lo que no sabía era quien lo había hecho y como era posible que esto le sucediera a una chica rica, quien se suponía que debía ser amada y mimada por sus padres.

— Nadie, ya se le dije, nadie lo hizo, no sé porque insiste. — Masculló Aria molesta y se levantó de la cama para alejarse de él y Lucien la sostuvo del brazo.

— No te creo, sé que estás mintiendo, pero no puedo obligarte a decirme la verdad si no quieres, aunque deberías hacerlo, no puedes dejar que esa persona te vuelva a hacer algo así. — Espetó Lucien, deseaba insistir hasta que ella le dijera la verdad y luego vengarse de la persona que le hizo esto a ella, pero se contuvo, porque esto no era parte de sus planes, él no debe involucrarse de manera sentimental con ella, aunque comenzaba a sentir que ya lo estaba, porque ya se había comenzado a preocupar por ella y luego del acontecimiento en la piscina, sus sentimientos hacia ella habían comenzado a intensificarse.

— No estoy mintiendo. — Murmuró Aria y Lucien finalmente la soltó y ella se fue hasta el baño, dónde se dejó caer en el suelo y sus lágrimas comenzaron a caer.

En el pasado ella quiso evitar que la castigarán muchas veces y por eso intentaba nunca molestar a Michelle, pero eso no evitaba que ella buscará problemas y luego hiciera que la castigarán de nuevo, no se podía evitar, así que trató de acostumbrarse e intentar ser fuerte ante las cosas hirientes que le hacía Michelle y también no quedársele callada, ya que igual terminaría siendo castigada, esperaba que valiera la pena, porque a pesar de estar tantas veces en ese sótano seguía dándole muchísimo miedo.

Nada más al pensar en estos momentos se llenaba de terror, pero sabía que no podía comentarle nada de esto a Lucien, seguro no le importaba y en dado caso que lo hiciera y le reclamara algo a ellos, seguramente luego encontrarían la manera de hacerla pagar por este error, por eso prefería mantener su sufrimiento en silencio.

— Aquí está todo lo que encontré acerca de tu esposa y estoy muy seguro de que te sorprenderás mucho y no te gustará. — Dijo Max entregándole una carpeta y Lucien frunció el ceño.

— ¿Es mala y solo intenta engañarme pareciendo una chica buena? Eso no me molestará, es mejor si es así. — Espetó Lucien y Max negó con la cabeza.

— Solo mira la información tú mismo.

Lucien empezó a leer y quedó estático cuando leyó que ella en realidad no era hija de Melissa y Oliver, si no que había sido adoptada, pero esto lo habían hecho en secreto.

— ¿Tú estás seguro de esto? — Cuestionó Lucien.

— Si, fue la señora Amelia quien la adoptó y se la dio a ellos para que la criarán como su hija, aunque según lo que dicen antiguos trabajadores nunca la trataron como tal, todos sabían que ella era adoptada y ella también debe saberlo, aunque no podían decírselo a nadie más, supongo que por eso cambiaron de novia a ultima hora, no deseaban obligar a su verdadera hija a casarse contigo y como nadie del exterior sabían que era adoptada, esto se siguió manteniendo oculto para que aceptarás casarte con ella. — Explicó Max y Lucien apretó sus manos en puños.

— Si esto es así y ella de verdad no es su hija, ¿Por qué aceptó casarse conmigo? — Preguntó Lucien frunciendo el ceño, le molestaba haber sido engañado, aunque esto no debería afectar sus planes.

— La verdad es que no lo sé, pero hay demasiadas cosas extrañas en todo esto, porque ella era novia primero del prometido de su hermana y de la noche a la mañana los papeles de ellas se intercambiaron totalmente, porque ahora, incluso Michelle se va a casar con ese hombre. — Respondió Max, aún no encontraba todas las respuestas a lo que estaba pasando en esa familia, pero lo que había encontrado hasta ahora lo tenía bastante confundido.

“Entonces a ella sí la encerraban en el sótano y seguramente lo hacía su supuesta familia, porque después de todo no es su hija.” Pensó Lucien, aún se sentía un poco confundido por la nueva información, pero también tenía respuestas a preguntas anteriores.

— Averigua que sucedió entre ellos, él ha estado intentando que yo invierta en uno de los proyectos de la empresa de su familia, aunque Aria no me dijo que aceptara ni nada, necesito estar seguro de que ya nada exista entre ellos. — Espetó Lucien, esta petición la estaba haciendo más por celos que por otra cosa, aunque se negaba a aceptarlo, le molestaba mucho que ella se hubiera relacionado antes con Noah.

— Está bien. — Acepto Max.

— En cuanto a lo otro, ¿No has encontrado nada?

— No. — Respondió Max abatido, se sentía muy molesto en cuanto a su ineficacia en cuanto a esto, pero estaba haciendo todo lo que estaba en sus manos y aún así no había logrado obtener pruebas que pudieran servirles.

— Tienes que mantenerlo presente, estás muy cercana a ella.

— Es que ella es tan linda conmigo, siempre acepta jugar y me trata muy bien. — Murmuró Luna bajando la mirada, aunque entendía lo que su papá le había dicho antes, no había podido evitar empezar a sentir cariño por Aria y ya no quería que ella se fuera.

— Lo sé mi amor, pero esto es por tu bien, ella se irá muy pronto, debes recordarlo. — Aclaró él antes de darle un beso en la frente y Luna asintió abatida. — Bueno ahora cierra los ojos que comenzaré con tu cuento.

Luna escuchó como su padre relataba un cuento antes de quedarse dormida y cuando finalmente lo hizo, Lucien le dio un beso en la frente después de abrigarla, apagó la luz y se fue.

Cuando volvió a la habitación ya Aria estaba en la cama, pero aún no se había dormido, así que el se quitó la máscara que tanto le molestaba y la miró por unos segundos, haciendo que ella se tensara.

— Señorita, ¿Usted me ha estado mintiendo con respecto a algo? — Preguntó él mirándola a los ojos, esperaba que ella pudiera ser sincera y quizás podría cambiar un poco sus planes.

— ¿De qué habla? — Preguntó Aria desconcertada y nerviosa, con su cuerpo mucho más tenso.

— ¿Me ha dicho alguna mentira o me está ocultando algo?

— No. — Respondió ella desviando la mirada, con su corazón descontrolado y sus manos sudando.

— No me gusta que me mientan. — Espetó Lucien antes de avanzar hacía el baño.

“Te di una oportunidad, pero no la supiste apreciar, es una lastima.” Pensó él.

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