Esposa Obligada Del CEO Paralítico romance Capítulo 19

— Necesito que me digas todo lo que sabes y espero que no mientas en nada, porque lo descubriré si lo haces. — Exigió Jacob, ayer le habían entregado los resultados de la prueba de ADN que le había mandado a realizar a Elijah y a Mia y efectivamente no había coincidencia, él no era su padre.

Por eso le había pedido a Dean que le trajera a Rosa al hospital, para que ella le explicará que era lo que estaba pasando, no entendía nada, aunque si lo pensaba tenía sentido y se sentía un poco aliviado de al que menos él no fuese su padre, porque Mia no merecía tener un padre tan cruel.

— Cómo le dije, él no es el padre de la señorita, su madre en un momento de locura, luego de enterarse de una infidelidad de Elijah, decidió vengarse y se acostó con alguien más, quedando embarazada e iba a separarse, le pidió el divorcio, solo que él la convenció de que dejaría a su amante y que no tenía ningún problema en aceptar a ese bebé en camino como suyo, lamentablemente la señora le creyó y cayó en su trampa, porque él nunca planeó dejar a su amante, de hecho ya Olivia tenía unos meses más de embarazo que la señora Ambar, así que él no la dejó, solo fue más cuidadoso y cuidó de su amante y su hija, hasta que encontraron el momento correcto para acabar con la vida de la señora Ambar y quedarse con todo lo que le pertenecía. — Explicó Rosa, sintiéndose aliviada de finalmente poder decirle todo esto a alguien, había tenido que ocultar lo que sabía por mucho tiempo, porque le temía demasiado a Elijah, pero ya que este estaba bajo el control de Jacob, podía decirlo todo.

Jacob la observó en silencio, dándose cuenta de que ella no parecía estar mintiendo y estaba realmente sorprendido y disgustado.

— ¿Cómo sabes todo esto?

— Yo llevaba mucho tiempo trabajando para la señora y ella me tenía mucha confianza por eso se todo lo que ocurrió con su embarazo y las infidelidades. Después de su muerte el señor Elijah me dejo trabajando para él y siempre uno escucha cosas, una vez los escuché refiriéndose a la señorita Brooke como la hija de los dos, no como una hija de crianza, si no propia, ella es unos meses mayor que la señorita Mia, así que fue fácil para mí deducir algunas cosas del pasado y otra los escuché hablando de lo que le habían hecho a la señora. — Explicó Rosa y Jacob asintió.

— Ahora lo que necesito que me digas, es cuando comenzaron los maltratos, que edad tenía y que más cosas horribles le ha hecho. — Espetó Jacob, tenía miedo de saber, porque no quería imaginarla en todas esas situaciones, pero sentía que debería saberlo para que cuando ella despertase poder ayudarla a sanar todo lo que tuvo que vivir.

— Los maltratos comenzaron cuando ella tenía siete, poco después de la muerte de su madre y bueno normalmente la encerraban en el sótano sin comer, a veces la golpeaban, pero está es primera vez que él la golpeó con tanta brutalidad. — Respondió Rosa y el corazón de Jacob dolió profundamente.

La primera vez que ella fue lastimada fue a la misma edad que tenía Maya cuando su padre la golpeó, solo que él no volvió a permitir que le sucediera, consiguió protegerla junto a su madre, pero Mia no había tenido a nadie para ayudarla, no quería pensar en todo lo que una pequeña niña había tenido que pasar totalmente sola.

— Ok, ¿Eso es todo lo que sabes? — Preguntó totalmente tensó, no sabía si quería seguir escuchando más sobre la retorcida vida que había tenido que vivir Mia al lado de esas terribles personas con las que ni siquiera compartía ningún vínculo y había tenido la mala suerte de que su mamá los dejara entrar en su vida.

— Hay algo más, él se quedó con la señorita todo este tiempo por la herencia que dejó su madre para ella. — Respondió Rosa y Jacob apretó sus manos en puños, sintiendo cada vez más asco por Elijah, le parecía totalmente repugnante lo que le hizo a Mia, si no la quería debió darla en adopción después de la muerte de Ambar, no quedarse con ella y hacerla pasar por cosas horribles solo por robarle su herencia.

— Bueno, Dean te está esperando, ya vete, aún tengo muchas dudas, pero ahora no es el momento, cuando necesite saber algo más nos veremos.

— Esperé señor, yo quisiera saber cuándo nos dejara ir, quiero irme con mi familia.

— Cuando Mia despierte tomaré una decisión, por ahora vuelve con Dean. — Espetó Jacob, primero quería asegurarse que ninguno de los que quedaban vivos la hubiesen lastimado de ninguna forma.

Rosa asintió y se acercó a Dean que la estaba esperando para volverla a llevar donde estaban todos.

Así fueron pasando los minutos hasta que se convirtieron en horas y Mia se movió ligeramente antes de abrir los ojos y mirarlo.

Jacob ante esos hermosos ojos azules que había estado anhelando tanto ver estos días se quedó estático, sin querer perderse nada de ella y con miedo de moverse y que ella volviera a estar dormida como todo este tiempo.

— ¿Estoy soñando? — Preguntó Mia frunciendo el ceño aturdida, lo último que recordaba era a su padre golpeándola sin piedad y ahora despertarse sin que su cuerpo doliese y con Jacob presente le parecía algo irreal, porque pensó que nunca lo volvería a ver.

— No, no estás soñando mi amor, ¿Te sientes bien? ¿te duele algo? ¿Quieres que llame al doctor? — Cuestionó Jacob ansioso, con sus ojos llenos de amor y su corazón emocionado, al ver que ella finalmente estaba despierta, que después de todo lo que sufrió había sobrevivido como una hermosa guerrera.

— No llames a nadie, estoy bien, ¿De verdad estás aquí? — Cuestionó Mia aún incrédula, más por la forma en la que Jacob le estaba hablando y mirándola con cariño, en lugar del odio anterior.

— Estoy aquí contigo mi amor y no dejaré que nadie vuelva a hacerte daño, de verdad lamento lo que te paso y lo siento mucho por como te trate y el no haberte protegido. — Respondió Jacob, tomando la carita de Mía entres sus manos con cuidado y mirándola fijamente a los ojos, para que ella se diera cuenta de que esto estaba pasando y cada una de sus palabras eran sinceras.

— Yo lo siento, nunca debí traicionarte, se que no te merecías lo que hice, pero ese monstruo me amenazó y yo no quería que le sucediera nada a Rosa, no es tu culpa lo que me pasó, más bien cualquier otro me habría matado después de lo que hice. — Susurró Mia con sus ojos cristalizándose, se había estado arrepintiendo mucho de sus decisiones y solo se consolaba con el hecho de que al menos Rosa no había muerto, pero después de enterarse lo que su padre le había hecho a su mamá su vida se había vuelto más amarga, se le hacía más difícil vivir cuando su alma dolía tanto.

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