La chica fénix: ¿Mi mate? romance Capítulo 14

Tener pareja es complicado, que sea un hombre lobo alfa lo es más, siempre leía libros de romance donde todo era fácil conocerse amarse se supone que así debería ser en las parejas sobrenaturales la conoces te enamoras se casan y viven felices para siempre, pero no, un ejemplo claro es los que nos pasó a Aldo y a mí, aunque mi tía pensara que nuestro destino era de estar juntos se equivocó ella no miro nuestro futuro solo se dejó llevar por viejos sentimientos. Me alegra saber que mis dos mejores amigos estén juntos que si tuvieron sus felices para siempre como el mundo es pequeño y mi tía perezosa que ahora mi pareja es el hijo de mis mejores amigos es raro y creo que me costara un poco a acostumbrarme a ese hecho y creo que ellos están igual que yo más o menos porque en este momento están burlándose de su propio hijo.

—Ya dejen de burlarse de él son malvados — apenas digo eso todos comienzan a reírse más fuerte — y ustedes dos tenemos que hablar de algo así vamos a la oficina — señaló a mis suegros, en el camino seguía escuchando sus burlas a mi lobo, ¿será que alguien en este lugar es serio?

No es difícil perderse en esta casa, aunque es un poco grande y rústica, pero a la vez moderna muy diferente a la casa que tenían en la manada anterior, no es raro que lo recuerde, ya que solo la vi una vez.

—Dinos que querías decirnos — me saca de mis pensamientos Karla, sonrió ya que me estaba perdiendo en ellos.

—Pues quiero que me saquen de la duda de ¿por qué están en otro territorio?, y ¿por qué le cambiaron el nombre a la manada? — tenía miedo a su respuesta, mejor dicho, temía a lo que los orillo a hacerlo.

—Verás, cómo empiezo — me dice Aldo rascándose la nuca nerviosa.

—Pues que te parece por el principio — ruedo mis ojos.

—Bueno lo que pasó fue que cuando pensábamos que estabas muerta asumimos que Dinora había huido y de alguna forma su hechizo se desvaneció, aunque ahora ya entendemos por qué fue — cuando dice eso me mira y yo sonrío, aunque no me enorgullece haberla quemado viva ella intentó matarme lo único que hice fue defenderme.

—Como te iba diciendo pasaron unos meses casi muero porque pensaba que habías muerto, mis padres trataron de alentarme el único día que decidí salir fue en el cumpleaños de Karla quería ver su transformación, ya que era la única que me iba a visitar: aparte de ser una de mis mejores amigas así que ahí estaba cuando se transformó y sentí un olor exquisito a frambuesa con miel busque por todas partes hasta que vi a Karla, ella era mi mate mi segunda oportunidad al principio nos quedamos en Shock por la noticia, pero sabíamos que si nos rechazábamos podríamos morir así que nos aceptamos como mates —yo ese momento ya estaba llorando— en plena celebración sonó la alarma de ataque nos estaban atacando los brujos y no cualquier tipo de brujos, sino que el aquelarre de brujos oscuros al principio no entendíamos por qué nos atacaban la mayoría de la manada estaban muertos todo estaba destruido mataron a mis padres si no hubiera sido por la ayuda del rey de los brujos de magia blanca y el rey Licántropo no hubiera habido sobrevivientes.

En ese momento nos enteramos de que Dinora era hermana del líder de los brujos oscuros y ellos la estaban buscando prometieron volver así que le pedimos ayuda a rey por eso nos cambiamos a estas tierras y decidimos cambiar el nombre a Black Moon— Ya este punto mis lágrimas salían a mares, aunque no conocía bien los de la manada si conocí al Alfa Darius y a la Luna Amanda los quería mucho, ahora entiendo por qué cuando los busque no los encontré.

—Yo… lo siento fue mi culpa —es imposible no sentirme culpable —Si no hubiera matado a Dinora ustedes no hubieran sido atacados —siento que me rodean unos brazos que reconfortan mucho, son mis amigos que tanto extrañe, aunque pase solamente dos meses en el Palacio de las deidades en la tierra pase un año buscándolos.

—Tú no tienes la culpa de nada — me dice Karla llorando, no puedo imaginarme todo el dolor que tuvieron que pasar. Nos quedamos abrazados por un largo rato.

— Eli estuvimos cuidando a tu hermano y a tu mamá, pero un día desaparecieron y no encontramos su rastro— eso causa que me dé un escalofrío he buscado a mi mamá y mi hermano desde que llegué, pero no los encontré eso me preocupa papá me ayuda a buscarlos por eso, regreso con el abuelo para ver si él sabe algo es como si se los hubiera tragado la tierra.

— Lo sé yo también los he buscado — miro a la pared concentrándome en no llorar — será mejor que me vaya a dormir — les digo saliendo del abrazo ya me estaba ahogando.

— Si mejor anda porque mi hijo ha estado en la ducha por mucho tiempo— molesta, Aldo riéndose, este es medio bipolar, pero si dice la verdad mi lobito a de parecer una pasa.

— ¿Por qué, no ha salido de la ducha? — hace rato lo mande a quitarse ese perfume marca zorra que se le quedó pegado al cuerpo será mejor que solo huela a gel de baño o le irá mal.

— Quiere estar bien limpio para que tú no lo eches de la cama— me doy cuenta de que los dos dormiremos juntos, no que hacer jamás he dormido con un hombre eso me deja con un poco de miedo, mi amiga se dio cuenta de mí porqué la verdad no estoy lista para entregarme a mi mate.

— Cálmate Eli, Mario no tiene su celo hasta dentro de un mes — claro y eso me calma tanto, si me causa mucho conflicto saber que los lobos se ponen cachondos cada cierto tiempo para tener hijos. Si, saber eso me da pánico, pero dejar que ese alfa que tengo como mate; en manos de otra me da que la desgreño y a él lo castro.

— Entonces él ha pasado su celo con otras — eso lo digo con poco de dolor en mi voz la verdad que solo con imaginármelo quiero destrozar todos.

— No, él se encadena en los calabozos toda esa semana — mi amiga Karla como siempre que me preocupo trata de tranquilizarme, eso no cambio en ella.

— No te pongas celosa

— Claro me dice alguien que fue Alfa no me digas tú nunca celaste a tu mate — suelto en tono irónico conozco a Aldo si era celoso cuando éramos amigos no quiero imaginármelo siendo la pareja de Karla que es un alma libre para hacer amigos nuevos.

— Si, pero ella es igual a ti siempre me gritaba — lo veo algo sonrojado, al parecer mi amiga supo domar a la fiera.

— Awww que lindos, pero yo no le gritó a mi lobito— me despreocupo.

— Ajá— me dice ambos en tono burla.

Los miro mal mejor decido salir de ahí si no seguiré siendo objeto de burla de mis “mejores amigos”, me dirijo a la habitación en la que desperté no toqué solo abrí la puerta y no me arrepiento de haberlo hecho veo a mi lobito únicamente con una toalla amarrada a la cintura y ¡¡Por todos los Dioses!!, yo soy la de fuego, pero este lobo está que arde como que comenzó a hacer calor, comienzo a abanicarme.

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