La chica fénix: ¿Mi mate? romance Capítulo 28

Eli

El mundo está lleno de seres sobrenaturales, me sorprendí mucho cuando supe que cualquiera podría ser un ser mítico, simplemente los humanos mantienen una venda mágica en los ojos que no los dejaba ver a aquellos que les sale colmillos o convierten seres gigantes de cuatro patas al menos eso supongo, ya que ellos nunca nos notan ni siquiera yo cuando era parte de ese grupo.

La explicación de cómo mi mamá y hermano no pudieron ser encontrados fue más fácil de lo que pensé, ella nos explicó que la primera vez se fueron porque no soportaban estar cerca de todo lo que les recordaba a mi después fue porque muchos notaban que no envejecían por eso tenían que cambiarse siempre.

Ahora me concentro en hacer que Bastian se sepa defender por sí mismo, su poder está dentro de él solo tienen que despertar, además de eso estoy aprovechando entrenar yo, estos tres días estuve cegada, no es que me queje, solo estoy dando un punto en fin, después de la escena de celos de mi lobo en la cocina contra el pobre Yack lo deje para que se calmara entrenando no es que no lo quiera cerca solo creo que debemos estar un tiempo separados no creo que sea sano que pasemos juntos en cada segundo.

—Por qué me traes al bosque, sabes que odio la naturaleza — no sé cómo esta cosa puede ser mi hermano si se supone que los fénix adoramos la naturaleza.

—Deja de quejarte o si no le diré a Serene que entrene con nosotros —su rostro denota puro terror, no sé por qué, pero desde que llegaron me he dado cuenta de que Serene está detrás de él y a mi hermano no le gusta que lo estén incomodando, no sé si a Serene le guste aunque no creo que sea su alma gemela porque si no me lo hubiera dicho. Mi amiga es capaz de hacer eso, por eso me sorprende, solamente espero que no termine con el corazón roto.

—No ... Yo solo puedo entrenar contigo —dice muy rápido y nervioso. Lo traje en medio del bosque por si acaso llega a encender mucho sus llamas y mate a alguien, no quiero que le pase lo mismo que a mí aunque la perra esa se lo merecía, mejor es prevenir que lamentar.

—Deja de comportarte como niño, cierra los ojos y trata de concentrarte en tu fénix interior —me hace caso y cierra los ojos, aunque supongo que se está quedando dormido.

—¡Bastian por todos los dioses, concéntrate por primera vez en tu vida!— le gritó— ¡Llevamos 3 jodidas horas en que estás pensando!— Bastian me mira asustado y me doy cuenta de que mi cabello y mis brazos están en llamas, trato de calmarme para que todo vuelva a la normalidad.

—Lo siento hermana, pero no se me hace tan fácil como a ti te hizo — trato de ignorar las palabras que dijo, aunque lo miro con cara de estas pendejo, casi muero cuando me convertí en fénix.

Bastian

No entiendo por qué mi hermana me exige tanto, yo sé que no tuve que haber dicho lo que dije, pero me siento tan impotente al no llegar hacer lo que ella quiere, siempre me sentí diferente a todos y más cuando ella desapareció. Pensamos que estaba muerta, ahí me pude dar cuenta de que podía controlar de cómo me veía, pase 20 años ocultando mi verdadera identidad hasta mamá se veía joven me desconcertó mucho muchas veces trate investigar, pero todo lo que me salía era sobre seres mitológicos y siendo sincero pensé que era una tontería, le pregunté a mamá porque podía controlarlo solo me supo decir que mi papá respondería todas mis preguntas, cada que le preguntaba me respondía lo mismo siempre, llegue a un punto de ignorar todo y seguir mi vida lo más normal posible sin llamar la atención para que no nos descubrieran hasta que conocí a las gemelas Camil y Luz al principio pensé que salía con una, pero termine saliendo con las dos y decidí terminar con ellas nunca me supieron explicar del porqué todas las mentiras yo siempre pensé que salía con Luz, pero todo fue un engaño al final terminamos como amigos aunque nunca pude perdonarlas por completo, estaba perdido en mis pensamientos que no me di cuenta de que mi hermana estaba chasqueando los dedos para que reaccionara.

—¡Hey! Tierra llamando a Bastian, te perdiste hermano — ella nunca deja su tono bromista, aunque esta vez era contagioso porque de verdad me había perdido.

—Sol...— comienzo a sentir mi cuerpo arder como si algo quiere salir de mi interior queriendo llevarme a algún lugar, decido seguir esa llamada, no sé por qué, pero sé que es muy importante, mi hermana va detrás de mí siguiéndome el paso.

Todo a mi alrededor está en pausa, intento enfocarme en lo que mi fénix busca y lo escuchó, gritos desesperados por alguna razón, siento que me estuviera llamando corro hasta que logro divisar un cuerpo sangrando con cuatro lobos alrededor termino saltando encima de esos lobos protegiendo el cuerpo, hasta ese momento que me doy cuenta de que todo mi cuerpo está en llamas.

Mientras esos lobos me gruñen los ignoro y me fijo en el cuerpo tendido en el piso, me mira asustada más por los lobos que por mí, se oculta detrás de mí para que la proteja, aun así esos lobos estaban decididos a atacar hasta que mi hermana decide intervenir.

—¡Este es territorio del Alfa Mario, espero que tengan una buena razón para estar aquí si es que no quieren una guerra con su manada!— grita mi hermana muy enojada, esos lobos comienzan a transformarse en humanos sin importarles que mi hermana esté frente a ellos.

—Esta es una prisionera de nuestra manada y se ha escapado, ¿tú quién eres para estar hablando así de nosotros que somos guardias de un alfa?— le dice el tipo prepotente.

—Pues nadie que les importe solo la luna de esta manada y ella —dice mi hermana señalando a la chica — ha pedido asilo en esta manada —miente.

—Me vale mierda que seas la luna de esta manada y las leyes dicen que otra manada no puede dar asilo aún prisionero de otra manada, si no tendría que intervenir el rey licántropo y ahí sí sería una guerra —dice el tipo con sorna .

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La chica fénix: ¿Mi mate?