—¡Al infierno! —Me gritan los dos al mismo tiempo.
—Si, no griten me desconcentran.
—Pero el infierno — me pregunta Aldo
—Pues no sé qué otro infierno conozcas, iremos al infierno donde vive Lucifer,
Ángel caído antes llamado Luzbel, padre de mi primo...
—Si ya entendí si se a que infierno hablas, lo que pregunto es que si no hay otro lugar donde esconder a mi mujer y a mi hijo.
—No, así que cállate —le digo para que no me distraiga, me está pasando sus nervios —Aldo te quiero mucho, lo sabes, no — trato de calmarlo.
—Si lo sé, yo también te quiero Eli.
—Entonces si me quieres tranquilízate que si no hago bien este portal cuando lo crucemos nos mandaría a cualquier sitio — lo reprendo.
—Amor cálmate que si Eli me lleva al infierno será porque estaremos bien halla
—le dice Karla señalando su vientre aún plano.
—Pe.pe… Pe.ro.
—Ya calma tortolitos — les digo antes de que comiencen con sus arrumacos.
Comienzo a concentrarme, imaginar el castillo de Lucifer, su sala de trono, pero de pronto siento mucho frío por todo mi cuerpo, aunque la sensación fue muy efímera, logró que me descolocó un poco. Traté de nuevo de concentrarme hasta que lo logró abrirlo.
Narrador Omnisciente.
En su trono sentado, aburrido de siempre ver lo mismo, humanos, lamentándose por los pecados que cometieron para que sus almas no puedan ser castigadas por sus demonios.
Eso era lo que él no entendía de los humanos, ellos tienen libre albedrío, tienen la oportunidad de hacer lo que quieran, sin embargo, cuando llega su hora de que paguen por los pecados que cometen todos lloran.
Solamente espera que su hijo menor vuelva, no es divertido castigar pecadores sin Dalec molestando porque se aburre, es raro, ya que de todos los hijos que tiene es el único que no le gusta castigar a los humanos, por eso le encanta pasar tiempo con hijo.
—Veo que aún te apareces sin llamar mi querida rojita.
—Y yo no veo nada, sé que es el infierno, pero porque no le pones un poquito más de iluminación, si quieres te puedo recomendar un decorador de interiores. — se burla la fénix, era verdad el infierno bien parecía un castillo muy tenebroso con una luz tenue como si fuera iluminado por velas.
—Sigue burlándote, sé que soy tu tío favorito.
—Político tío político te lo recuerdo.— lo señala.
—Y quienes son los lobos — dice señalando a Aldo y a Karla —¿Por qué parece que le dará un infarto al lobo?. — Aldo está con miedo, pero aun así sigue abrazando a su mate para protegerla de algún peligro.
Le causo ternura y un poco de tristeza a Eli, ya que últimamente solo ha tenido problemas con Mario y siempre es por Elisa, pero ese es otro problema que tiene que solucionar después.
—Déjalos vinimos porque quiero pedirte un favor.
— ¿Qué deseas rojita?, sabes que el diablo se caracteriza por hacer bien sus favores que obviamente tendrán que pagar, puesto que tú eres parte de la familia, no cobraré. — Eli mira a sus amigos, sabe que lo que está haciendo está bien, ella sería capaz de cualquier cosa por salvar a los que ama.
—Necesito que protejas a Karla, ella está embarazada y se encuentra en peligro — le pide.
—Sabes que nunca me negaría, pero ¿por qué justamente vienes por mi ayuda, digo siempre acudes a tus tíos?.
—Tú eres el único que podría protegerla de magia oscura.
—Bueno, si es así, ¡Semyazza!, ¡Yekun!. — Grita, de la nada aparecen dos seres tan guapos con una aura peligrosa que le pondrían la piel de gallina a cualquier mortal.
—Vaya, veo que la chica de fuego quiso visitarnos y trajo compañía.
— Yekun, mano derecha de lucifer.— hace una referencia.
—Y yo veo que tú sigues siendo el lamebotas de mi tío.
—Para mí no hay saludo. —ese que hablo era Semyazza, líder de los Grigori, uno de los primeros caídos uno de los seres más importante del infierno.
—Veo que no estás en la tierra procreando más nefilim — los caídos solo sonríen y la abrazan.
—¿Desde cuándo son amigos ustedes?. — pregunta Lucifer.
—No somos amigos, nosotros nos casaremos — dice Yekun.
—¿Cómo?— dicen todos ahí, más Aldo y Karla.
—Lamento informarles que nuestros planes de boda han sido cancelados, yo ya encontré a mi mate. — Eli hace un puchero falso.
—No nos importa compartir. — a la fénix siempre le gusto estar con esos chicos, eran muy despreocupados y le encantaba hablar y molestar a todos con ellos nunca se aburriría.
Sin despedirse Eli salió de la habitación de las almas, nunca le gusto entrar ahí está vez solamente fue por emergencia. Llegando a la sala del trono, ella puede ver cómo sus amigos se despedían, nunca se imaginó que ellos llegarían a estar juntos, pero le alegra, se ve el amor que se tienen.
—Siento arruinar su momento de enamorados, pero Aldo y yo tenemos que regresar. — se dan el último abrazo y también abrazan a Eli porque siempre serán amigos sin importar nada.
—Cuídate amiga, — gira para ver a los chicos de manera amenazante— y ustedes espero que sean buenos anfitriones, así que adiós. — Eli se despide antes de todo abraza a su amiga dejándole un hechizo de protección, mientras entra al portal con Aldo apareciendo en el mismo punto dónde habían estado, solo que ya estaba oscureciendo, así que decidieron regresar a la casa de la manada.
Cuando llegaron se extrañaron mucho porque la casa estaba muy silenciosa, así que se dirigieron a la sala, ahí estaban los chicos muy callados.
—Llegamos, chicos ¿qué pasó?, ¿por qué esas caras largas?. — pregunta Eli y mira a Aldo que también está extrañado, ya que todos en la sala están muy serios a excepción de Elisa, que estaba muy sonriente.
—Pasa que hemos estado buscándolos a ustedes y a mamá toda la tarde y no aparecían. — dice Mario enojado, cosa que le extraña a Eli.
—Si no lo recuerdan les dijimos que llevaríamos a Karla con su tía — dice Eli, a lo que Aldo le da un codazo haciéndole acordar de la mentira — digo de su amiga.
—¿Por qué mienten?. — Eso hizo tensar a Eli y Aldo porque no quieren poner en peligro a su familia.
—¿Por qué mentiríamos?. — está vez es Aldo que trata de defenderse.
—No sé será porque ustedes están viéndole la cara a Mario y a su mamá — dice Elisa con falsa preocupación y horror en su mirada.
—Pero que...— dice Aldo, entonces es Yack quien interrumpe.
—Yo ya dije que esto es una estupidez, Eli sería incapaz de hacer algo así. — defiende a su amiga, Nay lo apoya y Fer con Dalec lo apoyan, lo que le dolió ver a Eli fue ver a Yassi con la cabeza gacha ni siquiera regalarle una mirada
—Gracias Yack, ustedes díganme la razón de este show que están armando. — dice viendo con decepción a Mario, solo ve enojo, es su mirada.
En ese momento Elisa saca un teléfono y ponen en reproducir un audio
"Aldo te quiero mucho lo sabes no" Sí lo sé, yo también te quiero Eli "esa era la conversación, 15 palabras que hacían que su mate dudará de ella, lo único que hizo fue reírse con muchas ganas.
—Así que te causa gracia que te hayan descubierto engañando a tu mate — Eli se contuvo mucho para no golpear a Elisa, cada día la odia más.
—No sé que me decepciona más que mi mate, pensará que lo engañe con su padre o que mi supuesta amiga también crea lo mismo.
En serio la decepciona ver qué Yassi no decía nada. — Saben, primero no tendría que estar dándoles explicaciones porque no estaba haciendo nada malo, pero, ya que Aldo está incluido, no puedo dejar que piensen eso de él— la ira se apoderaba de su cuerpo — primero si te hubiera engañado lo hubieras sentido por la marca, segundo eso que escucharon ahí es una conversación de Aldo, Karla y yo solo que cortaron algunas partes y tercero esto. — les enseño mentalmente la conversación que tuvo con sus amigos, obviamente omitiendo la parte que llevó a Karla al infierno.
Cuando los dejo viendo el recuerdo noto que Aldo no estaba al lado de ella, así que decidió buscarlos, Aldo no podía separarse de ella y él lo sabía, es lo que más le preocupa a Eli.
—Buscabas a alguien pequeña — esa voz hizo que a Eli se le helara la sangre.
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