La chica fénix: ¿Mi mate? romance Capítulo 39

Contar todo de nuevo es como volver a vivirlo o al menos así me siento esto parece sacado de un libro de fantasía y aunque mi vida me gusta a veces extraño ser aquella adolescente inmadura que se divertía con sus amigos sigo siendo inmadura, pero con responsabilidades no termine de vivir mi adolescencia en el tiempo que viví en el castillo y los años que en los que volví aprendí a ser una adulta que comete errores como todos y que ama con locura a su pareja aunque en estos momentos él piense que lo he engañado con su padre, me duele todo esto, pero debo ser fuerte por ellos.

En este momento les estoy contando a los chicos todo lo que pasó, su cara de confusión es única más la de Ramzes le cuento sobre su mamá, papá y hermano.

— Entonces esté amargado de aquí es un semi dios — dice burla, he notado que Lisa y mi primo tienen una amistad como de hermanos, a ella le encanta molestarlo y él solo la regaña, pero no se enoja. — y yo que pensé que era un gruñón que solamente se suaviza con una mirada de su hijo. — él solamente la queda viendo muy serio, su carácter es tan parecido al de Dalec.

—Te pareces a nuestro primo — le comento.

—¿También es gruñón?.— pregunta Leo, todo tierno. Lisa y yo nos reímos de mi primo, y si mediante les contaba todo a ellos me di cuenta de que guardarle rencor a la persona equivocada es injusto para ella, la verdadera Lisa no me ha hecho nada, incluso me agrada.

—Si cariño es gruñón, solamente es blando con su mate, Fer hace que mi primo sea todo un algodón de azúcar. — sonrió al recodarlos, sé que Fer hace lo imposible para que Dalec sea más expresivo y creo que lo está logrando de a poco, solo que la cara de limón agrio de él es desde nacimiento, incluso yo pensé que me detestaba cuando nos conocimos después pude darme cuenta de que es así con todo el mundo.

— ¿La mate de tu primo se llama Fernanda tía?. — pregunta Leo, me di cuenta, es que especifique a Fer.

—No cariño, se llama Fernando, el mate de Dalec. —le respondo, me mira con sus ojitos muy confundido, mira a su papá y a Lisa, ellos asienten sonriéndole para después el darme a mí una muy brillante como si le hubiera dicho algo maravilloso.

—Ah, y él será mi tío también.

—Si cariño será tu tío también. — el niño me abraza riendo fuerte, asiéndonos sonreír a todos, incluso en este tétrico lugar la luz de este niño nos da esperanza; ellos han estado haciendo eso desde hace un largo rato, ya que si se separan mucho mi cuerpo se entumece de frío, su calor me ha mantenido bien.

—Hay algo que no entiendo — Lisa me ve dubitativa.— ¿Cómo es que tus tíos son Dioses de distintas mitologías?. — es la primera persona que me pregunta, eso nunca he sentido la necesidad de explicarlo.

Respiro hondo antes de explicarle lo que mi abuelo me enseño.—Al principio de la creación existían seres perfectos conocidos como los seres de luz con dones que los hacían invencibles eran perfectos en belleza y sabiduría vivían en un paraíso que cegaría tan solo con echar un vistazo, pero su mundo se les hizo muy pequeño cada quien quería gobernar como se les diera la gana, comenzó una guerra por territorio y por quién era el más poderoso solamente un grupo pequeño de seres de luz no estuvieron de acuerdo con las guerras y decidieron crear diversos universos donde cada Dios podría regir cómo quisieran sin que nadie se metiera en sus asuntos.

Así fue como cada universo fue creado aunque ellos crearon a sus habitantes, hubo un lazo que nos liga a todos, puede que ellos existan personas iguales a nosotros o nosotros mismos, pero con otra vida. Existen varios en donde dónde solamente hay humanos, otros dónde únicamente existen sobrenaturales, otras donde existen ambas o ninguna y en esta realidad es como un puente dónde todos los Dioses se pueden encontrar, por esa razón sabemos que existieron tantas deidades, aunque algunos solo lo toman como mitología. — explico cuando me lo dijeron a mí no entendía hasta que mi tío Deilec me lo explico mejor o como dijo él con dibujos literal me enseño unas imágenes, solamente así pude entender.

—Entonces dices que todos los Dioses si existen en realidad — asiento ante la pregunta de Lisa, sé que para algunos la sola idea le parezca chocante, a lo largo de la historia hasta ha habido matanzas por el tema es delicado hasta para hablarlo, por eso pocos lo saben.

—Así es todas existe as…— de pronto siento unas pequeñas manos en abdomen, eran las manos de Leo, pero hay algo diferente en él está susurrando palabras en mí, la logró reconocer rápido, habla enoquiano lo sé más, no lo entiendo, no sé lo que hace miro a Ramzes y está igual de desconcertado que yo.

—Oye lobo gruñón explícale sobre tu hijo que hasta yo estoy asustada — dice Lisa.

—¿Qué le pasa a Leo?.

—Leo es un híbrido de brujo y nefilim — dice en un suspiro, soba su cabello con delicadeza.

—¿Pero?, ¿Cómo?.— estoy muy desconcertada, jamás había visto a un híbrido de esos dos seres.

Ramzes baja la mirada y suspira, mira a su pequeño hijo que sigue susurrando palabras en mi abdomen, no logro entender lo que dice, odio no tener mis poderes al menos mi fénix me traduciría.

—Cuando la madre de Leo llegó aquí estaba muy débil, la habían secuestrado para chantajear a su alma gemela, su embarazo estaba muy avanzado, poco después de su llegada sintió la muerte de su mate, se debilitó más, en ese momento le llegaron las contracciones había entrado en sus labores de parto, la ayude como pude porque los guardias no quisieron ayudarnos ... Cuando vio a Leo en sus brazos se le iluminó la mirada aunque estaba muy pálida, logro sonreír, lo nombró así por su padre, pocos minutos después murió ese día me convertí en su padre jure que lo cuidaría y lo amaría para siempre. — Me sorprendió mucho, no pensé que mi primo se tomará esa responsabilidad tan grande, aunque viendo bien a Leo se nota que es un ángel literal al menos una mitad.

—¿Eso es muy lindo, pero por qué Leo le está hablando a mi abdomen?.

—Él siente algo, tal vez sea por la perdida de tus poderes. — me trata de calmar Ramzes

Pasamos otros diez minutos hasta que Leo se separó de mí, sus ojos eran blancos hasta que volvieron a su color natural, me miró y sonreía muy feliz.

—Tía, el bebé dice que no te preocupes de que ella está bien. — eso me deja muy confundida.

—¿Bebé, de que bebé me hablas cariño?— le pregunto.

—De tu hija tía. — me dice mientras vuelve a poner su manó en mi abdomen.

Me quedé en sorprendida por la información que se me acaba de dar, quiere decir que estoy embarazada, pero eso sería imposible, yo lo hubiera sentido, mi fénix la hubiera sentido, esto es muy confuso.

—No cariño, no creo que sea posible yo... yo..yo soy un fénix, si estuviera embarazada lo sabría, ¿Cómo pasó?— digo desesperada, si estoy embarazada mi bebé estaría en peligro.

—Bueno, si preguntas como paso es muy sencillo, cuando una mujer y un hombre se quieren...

—Lisa cállate que hay un niño presente. — la reprende mi primo.

—Leo cariño como sabes que la bebé está bien. — le pregunto.

—Yo hablé con ella, su fénix la tiene fuerte — nos dice.

—¿Niño como te comunicas con un bebé que ni su mamá lo ha sentido? — le pregunta Lisa, si ella es muy diferente a la garrapata que yo conocí.

—Nos comunicamos por el lazo de Mates — si saber que estoy embarazada no me causo un paro cardíaco, esto si, mi bebé ni nace y ya tiene a su pareja de vida.

—Mira tu tan chiquito y ya es todo un Romeo — se burla Lisa.

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