La hija de mi padrastro romance Capítulo 33

Estaba listo para ir al restaurante, pero no sabía si el nerviosismo que sentía era porque me iba a comprometer o si tenía miedo de que ella no aceptara, después de todo lo que había pasado en las últimas semanas. .

No quería volver a cometer errores con Melissa, pero sucedía con tanta frecuencia que tampoco sabía si sería tan fácil controlar mis sentimientos. Realmente no tengo dudas de que quiero vivir una vida con ella, mi duda era si volvería a ocurrir ese mismo error que cometí cuando engañé a Melissa con Yanka.

Laura: Vamos hijo, ya era hora. Dijo abriendo la puerta de mi habitación. No hubo tiempo de correr y evitar que entrara.

Laura: ¿Qué pasó aquí Rodrigo? ¿Cómo le pasó eso a tu habitación? No podía pensar en ninguna explicación aceptable. - Entonces lo hablamos mamá, si no vamos a llegar tarde.

Laura: ¿Así te lastimaste la mano?

- Fue si.

Laura: Quiero saber ahora qué te hizo destruir tu habitación.

- Te prometo que en cuanto volvamos te lo cuento. Pero, por favor, no le menciones esto a Melissa.

Laura: Muy bien Rodrigo, ahora vamos. Cuando llegamos al restaurante, vi que mi madre había hecho la elección correcta y logró conseguir una reserva en el último momento, algo muy difícil de hacer teniendo en cuenta el restaurante elegido.

Había un área reservada para nosotros, lo que nos dio privacidad. Demetrius y Rayssa ya habían llegado.

Demetrius: ¿Estás seguro de eso? Sabía que en el fondo su duda era mía, por mucho que me dijera a mí mismo que esa era la decisión correcta.

- Tengo una cara. Rayssa me miró y esbozó una sonrisa.

Rayssa: Finalmente uno dentro de Rodrigo.

- Oh, no te enojes conmigo, Rayssa, dije en broma y todos se rieron. La decoración era impecable, y tenían unos camareros a nuestra disposición.

Mi madre me entregó el ramo de rosas y se fue a esperar a que llegara Melissa.

Al rato la vi entrar, deslumbrante, su cabello estaba sumamente lacio, la poca luz hacia resaltar los mechones de su cabello rubio, sus labios eran rojos del color de su vestido, y el vestido le quedaba perfecto, resaltando todas las curvas ella.

- Mi novia y futura esposa es muy caliente. Pensé. Mis palmas sudaban, pero traté de mantener el control, aunque el control es todo lo que no he tenido en las últimas semanas. Cuando vio a Rayssa y Demetrius, parecía que no entendía nada.

Pero se podía ver el brillo en sus ojos desde lejos. Cuando me preguntó qué significaba todo eso, me arrodillé e intenté abrir mi corazón y recordar los sentimientos que tenía antes de que llegara Yanka.

Necesitaba asegurarnos a Melissa ya mí mismo que vivir a su lado era todo lo que quería. Traté de ser lo más real posible. Cuando la vi llorar, por un minuto pensé que no la merecía. Por mucho que esas lágrimas fueran de alegría, sabía que ella estaría muy triste si se enteraba de lo que hice.

Traté de sacar esos pensamientos de mi cabeza y esperé a que me diera su respuesta. Cuando su sí llegó lleno de emoción, supe que a partir de entonces no había vuelta atrás.

Acababa de hacer un compromiso que se consideraba sagrado, tanto para mi familia como para la familia de Melissa. La besé y sellé la decisión más importante de nuestras vidas.

Todos nos abrazaron y traté de mostrar felicidad, pero por dentro estaba destrozado.

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