Omnisciente
Después del encuentro sexual que tuvo el alfa rey con su luna decidieron tomar un baño junto en donde volvieron a demostrarse el amor profundo que siente el uno por el otro, Xander decidió ir a su empresa mientras que Camila se pasea por la manada.
—No puedo creer que el perro pulgoso siga con vida, —susurra un vampiro mirando a Xander salir de su vehículo e ingresar a la empresa siendo escoltado por Carlos y otros guardias de la realeza.
El vampiro como toda serpiente decidió ir a derramar su veneno contra el superior de los cazadores.
(...)
—¡No pudo creer que el inútil ese fallo!—Grita levantando su escritor para lanzarlo al otro lado de su oficina. El vampiro solo observa todo con aburrimiento porque este solo busca venganza por la muerte de su hermano.
—Si ya terminaste de hacer tu rabieta, —murmura observando como el cazador lo mira con odio y asco. —Mi informante me dijo que ese chucho ya encontró a su luna, —añade, pero esa información ya el vampiro lo sabía desde hace muchos años y ahora es que le conviene decirla.
El cazador lo mira serio y luego sus ojos brillan con esa sed infinita de venganza.
—Bien, ahora le daré donde más le duele a ese perro, —anuncia mientras que el vampiro sonríe y sale de la oficina con su velocidad vampírica dejando al superior de los cazadores con múltiples de ideas nueva para destruir al futuro rey alfa y al fin poder vengar la muerte de su familia en mano de este.
(...)
—Luna, que alegría verla por aquí, —anuncia una médica cuando Camila entra a su consultorio.
—¿Cómo estás, Eva?—Pregunta tímida sentándose en la silla frente al escritorio de la mujer. —Y por favor dígame Camila, —pide.
—Estoy bien Camila ¿Qué te trae por aquí?—Interroga con curiosidad.
—Como usted es mi médica desde pequeña… pues... es que, —siente mucha vergüenza al decir lo siguiente. —Tuve relaciones sexuales, —confianza mientras que Eva la mira tranquila, ya que es una profesional en lo que hace.
—Entiendo, ¿Se cuidaron?—Pregunta, Camila recuerda que Xander utilizo condones las dos veces que tuvieron haciéndolo, pero en su primera vez este el alfa no utilizo protección aunque haya eyaculado fuera.
—La primera vez no, pero él no termino dentro, —susurra con sus mejillas coloradas, Eva asiente.
—Como sabes Camila, los hombres lobos son muy fértiles y por eso te haré una prueba de embarazo para estar asegurarnos de que no estés embarazada, —anuncia con calma para no alterar a Camila que se tensa al escuchar lo que dijo la mujer.
—Está bien, —susurra y la doctora le indica que se coloque una de las batas, le dice cómo hacerse la prueba de embarazo mientras que le saca sangre para analizarla y así estar más segura.
Paso una hora desde que Camila se hizo la prueba de orina y se la entregó a la doctora, le dijo que le diera el resultado cuando llegara la de sangre aunque los nervios por saber la verdad la carcome desde adentro.
—Listo, aquí están los resultados, —anuncia Eva entrando al consultorio y eso pone a Camila nerviosa—¿Lo abro yo o lo abres tú?—Pregunta mirando a la joven chica que se nota está muy preocupada.
—Hágalo usted, —pide.
La médica los abre y observa lo mismo que vio en la prueba de orina
—Negativo, —anuncia, Camila suelta todo el aire que ni sabía que estaba conteniendo.
—Gracias diosa luna, —susurra mientras que Eva la mira sin comprender su felicidad. —No me malinterprete, Eva, si quiero tener hijos de Xander, pero estoy muy joven para tener uno ahora, —añade a lo que ella asiente comprendiendo su alegría.
—Te entiendo, —responde con una pequeña sonrisa. —Bueno por ahora solo te recomiendo tomar las pastillas por un mes y luego ven para colocarte la inyección. —Añade entregándole la receta con el nombre del medicamento—Que no se te olvide tomarlas Camila, recuerda que por un día que falles puedes quedar embarazada porque los hombres lobos son muy fértil y más en tiempo de celo, —le recuerda.
—Gracias Eva y prometo llevar todo al pie de la letra, —anuncia levantándose de la silla mientras que Eva se levanta para hacer una reverencia.
—Hasta luego Camila.
(...)
Camila camina de regreso a la casa de Valeria, pero sus pasos fueron interrumpidos por una mujer llena de rabia y celos.
Los hombres lobos marcan a su luna en tiempo de celo para poder estar con ella el tiempo suficiente y así ellas no sientan los efectos secundarios que suele ocasionar la marca.
Xander entra a la mansión faltando cinco minutos para las doce de la noche, sube a pasos largos las escaleras de caracol y atraviesa el pasillo de la misma manera para entrar a la habitación en donde encuentra a Camila sentada en la esquina de la cama, con sus rodillas pegada al pecho, el corazón de Xander late apresurado al ver a su luna en ese estado.
La luna al sentir la presencia de su pareja levanta la cabeza y se pone de pie para ir hasta este, rompe la distancia que hay entre ellos y envuelve sus piernas alrededor de las caderas de Xander mientras coloca su rostro en el cuello de este.
—Lamento haber durado tanto, —se disculpa Xander caminado hasta el sofá donde se sienta—La reunión se extendió más de lo debido, —susurra mientras Camila solo quiere sentirse más unida a su alfa, besa el cuello de este para luego chuparlo y lamerlo provocando que este deje de hablar y haga más firme su agarre en la cintura de su luna mientras que su pene comienza a despertar por las caricias de ella. —¿Princesa que haces?—Pregunta con su voz ronca.
—Te necesito, por favor, —susurra para luego besar los labios de Xander que gustoso se deja besar por su luna, Camila con movimientos torpes y con ayuda de Xander logra sacarle el saco y luego la camisa quedando el alfa desnudo en la parte superior de su cuerpo.
El hombre se deja hacer todo lo que su luna quiera, Camila besa todo el pecho de este y deja algunos chupetones mientras que Xander solo gruñe cuando Camila encaja sus dientes en algunas partes de su piel. Se baja de su regazo y toma el cinturón de su pantalón, lo quita y luego desabrochar, baja el cierre. Este observa detenidamente cada movimiento de la mimada la cual solo está vestida con una simple camisa blanca.
Camila baja el pantalón de Xander dejándolo solo en bóxer, observa como la tela está abultada y con un poco de inseguridad baja el calzoncillo del alfa dejando libre su erección y la toma con su mano sin llegar a abarcar por completo el miembro de este.
—No es necesario que hagas eso, —anuncia, ya que siente la inseguridad de su luna para hacerle sexo oral.
—Pero, yo quiero, —responde Camila mirando los ojos de Xander con deseo. El lobo no se puede resistir a la mirada de su alma gemela y recuesta su espalda contra el sofá.
—Bien, solo ten cuidado con los dientes, —murmura, Camila asiente para llevar su boca al miembro de Xander que la observa a su luna, jadea al sentir sus labios envolverlo.
Camila pasea su lengua por la punta rojiza para luego deslizarla por todo el falo del lobo que disfruta de esas caricias de su luna. De a poco la mimada introduce parte del miembro de Xander en su boca hasta sentir que no puede abarcarlo todo. El alfa gruñe complacido mientras que su ella succiona con fuerza su glande y lo masturba al mismo tiempo acercándolo más y más a su orgasmo.
»Me voy a correr, detente, —pide el alfa, pero esa no es la idea de su luna la cual succiona y lame, se detiene en la punta donde vuelve a succionar y siente como el alfa se tensa, con un gruñido este se corre en la boca de su luna que gustosa traga todo sin dejar que una gota se derrame, Camila prueba su sabor entre amargo y salado, fascinada al escucharlo gemir.
—¿Lo hice bien?—Pregunta la luna sentándose en el regazo del alfa que respira un poco irregular mientras que algunas gotas de sudor se acumulan en su frente.
—Más que bien, mi luna, —le responde cargando a su mimada e ir a la cama. —Ahora espero que tengas energía, porque no te dejaré dormir en toda la noche.
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