Esa tarde, Abril y Gina se encontraron con Sonia en un café. Ya esperaban en una mesa al lado de la ventana cuando llegó Sonia.
—Perdón por la tardanza —se disculpó tras sentarse enfrente de ellas.
Abril esbozó una sonrisa gentil.
—Acabamos de llegar. Venga, tome asiento. Pedí postres; espero que le gusten. —Luego, le hizo un gesto para que se sirviera comida.
En breve, sirvieron algunas exquisiteces dulces. Sonia esbozó una sonrisa de satisfacción.
—Ay, que buen gesto de tu parte, Abril; todavía te acuerdas de que me gusta la comida dulce. Luciano no es tan considerado como tú.
Conversaron por un momento antes de que Gina de forma casual le mencionara de la presencia de Roxana.
—Por cierto, Abril visitó al gran señor Quevedo hace unos días y se topó con la mujer con quien Luciano se divorció hace seis años. ¿Cuándo regresó? ¿Sabe algo al respecto?
La sonrisa de Sonia despareció.
—¿Roxana? ¿Roxana Jerez? ¿Cómo se atreve a aparecer aquí? No me hubiera enterado si no me lo decían.
En aquel momento, Roxana dejó el acuerdo de divorcio y se fue sin despedirse. Un año más tarde, llevaron a Estela a su casa sin un tutor. Sonia en enfurecía cuando se acordaba del pasado. «¿Cómo se atreve a volver a Chepa?».
Gina fingió sorpresa.
—¿No lo sabía? Abril también vio a Luciano y parecía tener una relación amigable con ella. Creí que usted quería que regresara así podía cuidar de Ela.
Sonia frunció el ceño con molestia.
Abril agachó la cabeza, aparentemente afligida; no decía ni una palabra.
Esa era la primera vez que Sonia escuchaba eso y su mirada ensombreció.
—¿Luciano dijo eso de verdad?
Ni Gina ni Abril dijeron nada; era un silencio complaciente.
—Entendido. —Sonia tomó el bolso y se puso de pie—. No te preocupes, Abril. Hemos llegado a un acuerdo, así que serás mi hija política. Si Luciano insiste en casarse con otra persona, no la aceptaré; no hay forma de que lo deje volver a casarse con Roxana.
Abril la miró con tristeza y Sonia se sintió mal por ella.
—No te asustes. Me iré a casa para lidiar con el asunto de inmediato.
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