En el camino de vuelta del café, mientras Sonia más pensaba, más preocupada se sentía. Por eso, cuando Elías salió del trabajo, lo llamó para ir juntos a la mansión.
Luciano fue a recoger a Estela después del trabajo y, en cuanto los dos entraron por la puerta, vieron a los padres Fariña sentados en el sofá con los rostros serios; era evidente que querían decirle algo.
—Papá, mamá, ¿por qué no me dijeron que vendrían? ¿Ha ocurrido algo? —preguntó Luciano desconcertado.
Tan pronto esas palabras salieron de su boca, Sonia asintió con seriedad.
—Hay algo de lo que queremos hablar contigo.
Al ver la expresión de su madre, Luciano frunció el ceño. Luego, giró la cabeza y le entregó Estela a Catalina para que la llevara arriba. Catalina obedeció y Estela saludó de forma obediente a sus abuelos antes de seguir a su niñera hacia las escaleras. Luego, Luciano se sentó en el sofá individual junto a sus padres.
—¿Qué es lo que hizo que llegaras tan tarde? ¿Roxana ha vuelto? —Sonia fue directamente al grano.
Al oír sus palabras, a Luciano se le ensombreció la mirada.
Luego de decir eso y ver que su hijo no tenía reacción alguna, Sonia miró a su marido con ansiedad. A propósito, había llevado a Elías con ella porque sabía que sus palabras eran más eficaces que las suyas. Elías también sintió pena por su nieta, así que, luego de oír a su esposa, dijo con seriedad:
—Tu madre tiene razón. No me importan tus otros asuntos, pero me preocupa dejar que esa mujer vuelva a ser responsable de Ela. Deberías considerarlo cuidadosamente.
Al oír a su padre, Luciano reaccionó por fin y levantó la vista para encontrarse con su mirada. Sonia suspiró aliviada dado que supuso que había escuchado sus consejos y, al pensar en lo miserable que vio a Abril aquella tarde, no pudo evitar pronunciar:
—Todo es gracias a Abril por quedarse a tu lado todos estos años. Incluso ayudó a cuidar de Ela e hizo todo lo que pudo por nosotros tal y como si fuera nuestra propia hija. Después de todo eso, ¿cómo no va a ser mejor que Roxana? La juventud de una muchacha no dura para siempre así que no puedes hacerla esperar más tiempo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La verdad de nuestra historia
Me atrapo...