Roxana llevó a los niños a la casa. Dudaba en invitar a Conrado a entrar un rato; sin embargo, él pudo ver su vacilación y, como era un caballero, sonrió y dijo:
—Se está haciendo tarde, debería volver. Nos vemos mañana.
Ella suspiró de alivio; no le preguntó si quería quedarse, sino que sonrió y se despidió de él. Después de ver cómo se alejaba el auto, tomó de la mano a sus dos hijos y entraron a la casa. Lisa ya había preparado la cena y, como vio que habían vuelto, procedió a servirla. Roxana trataba a la mujer como a una más de su familia; incluso cuando comían, se sentaba junto a ellos. Durante la cena, Lisa sonrió y preguntó:
—Señorita Jerez, ¿ha visto las noticias de hoy? Usted y el señor Fariña...
La mujer se enteró de la noticia por la tarde; los medios habían confundido a Roxana con la prometida de Luciano. Aunque le parecía divertido, la niñera también pensó que se veían bien juntos. Justo cuando quiso gastarle una broma, Roxana la interrumpió:
—Es solo un malentendido, así que haz como si no hubieras visto nada. —Bajó la mirada mientras hablaba al mismo tiempo que le servía la cena a sus hijos.
Como se dio cuenta de que no quería hablar de eso, Lisa captó la indirecta y no dijo más, luego cambió de tema y comenzó a preguntarle a los niños acerca de sus aventuras en el jardín. Sin embargo, Andrés y Bautista estaban intrigados por lo que acababa de decir; aun así, no lo demostraron. Comieron su comida y respondieron las preguntas de su niñera obedientemente, esforzándose por terminar la cena. Esa noche, los niños no estaban de humor para jugar a Lego, entonces se fueron corriendo a sus habitaciones.
Roxana echó un vistazo a los artículos que aparecían en la pantalla y no pudo evitar fruncir el ceño. Le preocupaba que Andrés y Bautista lo malinterpretaran, por eso no querían que Lisa hablara del tema durante la cena. Inesperadamente, los niños habían decidido investigar el asunto por su cuenta y observaban a su madre con los ojos bien abiertos.
—No, su prometida es Abril Pedrosa; ustedes la conocen. Las noticias son falsas.
Después de un minuto de silencio, Roxana se esforzó por reprimir su incomodidad y les dio una explicación; tras escucharla, los niños se miraron. Andrés asintió con la cabeza de forma obediente y no dijo más. Bautista, por su parte, se sintió un poco decepcionado; pensó que por fin iba a tener un padre.
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