La verdad de nuestra historia romance Capítulo 207

A pesar de haber conducido rápido, Abril ya estaba sentada esperando cuando llegó a la cafetería. En el momento en que se encontraron, la mujer le espetó de forma sarcástica:

—Es una mujer muy ocupada, señorita Jerez. He estado esperando mucho para reunirme con usted.

Roxana tomó asiento en frente de ella.

—Discúlpeme, estuve muy ocupada esta mañana. Lamento que haya tenido que esperar tanto tiempo, señorita Pedrosa. —Incluso después de eso, se dio cuenta de que Abril quería seguir burlándose de ella; no tenía ánimos de perder más tiempo con esa mujer—. Como puede notar, soy una persona muy ocupada. Si tiene algo que decir, solo vaya directo al grano porque tengo que volverme cuanto antes al trabajo.

Al escuchar eso, Abril se quedó sin palabras y su expresión se tornó seria.

—¿Acaso no sabe lo que quiero decir? Mi compromiso con Luciano ha sido noticia durante mucho tiempo y dudo de que usted no lo haya visto.

Roxana esperaba que dijera algo referido a ese asunto. Su expresión no reflejó vacilación y señaló:

—Lo he visto. Les deseo felicidad para toda la vida.

—¡Roxana Jerez! —Cuando vio su actitud relajada, no pudo evitar replicar—: Solo estamos nosotras dos aquí, así que ¿por qué sigue montando un espectáculo? Si ya sabía usted sobre mi compromiso con Luciano, ¿cómo explica los titulares de las noticias de ayer?

Era tal y como Roxana había sospechado; sentía desprecio, pero se mostró neutral.

—¿No debería estar contenta de leer los titulares de ayer? Todo el mundo está hablando de lo considerado que es el señor Fariña con su prometida. ¿No es eso exactamente lo que quiere?

Hacía seis años, su ignorancia la llevó a que se enamorara de Luciano. Sin embargo, él fue quien seguía intentando acercarse a ella hasta ese momento. Como vio que aún estaba en un estado de negación, Abril bajó el tono de voz.

—Vine para advertirle solo por amabilidad. Hace seis años, quizás no le habría importado su reputación, pero ahora usted tiene dos hijos, así que debería tenerlos en cuenta. Si descubrieran que su madre era la tercera en discordia en un matrimonio, ¡me pregunto qué pensarían!

Al principio, Roxana tenía intenciones de escuchar lo que Abril tenía que decir; pensó que tal vez podrían superar el conflicto que había entre ellas. No obstante, nunca esperó que la mujer mencionara a Andrés y a Bautista en la conversación, así que de inmediato su mirada se tornó seria.

—Señorita Pedrosa, puede quedarse tranquila porque no tengo intenciones de volver con él. Sin embargo, no puedo controlar lo que el señor Fariña sienta; en cambio, le sugiero que dedique más tiempo y esfuerzo en complacerlo.

Tras decir eso, se puso de pie y se marchó sin darle a Abril la oportunidad de responder.

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