Los Hijos del Jeque romance Capítulo 18

Dahra

- Lo siento - fue lo que dijo antes de irse y dejarme ahí en la mesa.

Entendí lo que era estar avergonzado de mí mismo en ese momento, dejar que eso sucediera y llegar al punto en que Emhre me dejó parado allí, primero no entendí nada de lo que hizo si no me quiere, porque sigue haciendo este tipo de cosas.

Me levanto y busco mi ropa, me la pongo por temor a que alguien entre y me encuentre expuesta y desnuda sobre una mesa.

Me dirijo a la habitación que estaba destinada para mí, y allí me encuentro a Lucy, la vendedora que contrató Emhre para ayudarme, ella está en una bata de hotel recostada en la cama y durmiendo tranquila, le doy gracias a Dios que está así y tiene No escuché nada, estaría demasiado avergonzado.

Traje los papeles del contrato conmigo para leer y firmar, voy al baño me doy una ducha rápida y prefiero no pensar en lo que pasó sino concentrarme en el contrato.

Me quedo dormido junto a Lucy.

El ruido, la gente hablando, me despertó del sueño pesado que tenía, ni siquiera me di cuenta de que había estado allí durante mucho tiempo y que la noche había pasado.

Veo a dos hombres, Lucy la vendedora que ahora es mi secretaria, y una mujer rubia y Emhre que están discutiendo algo.

- Te acostaste con el prometido de tu hermano, mi hijo - se indignó.

- Mamá fue un accidente.

- Como un accidente Emhre - movió las manos - Como si tuvieras sexo por accidente.

"Se despertó", dijo alguien.

- Hola Dahra, soy Rajj padre de tus dos prometidos.

- Se las arregló para atar a sus dos hijos eh Sheiek, este es inteligente - Miro a Lucy y todos la miran a ella también - Lo siento jefe, dije demasiado.

- Y cuando no hablas demasiado no eres muy dulce - dice el otro hombre.

Solo queria salir de ahi y hundirme en un hoyo sin fin, y nunca volver a ver a nadie si no fuera por mi familia y por mi gente, encontraria la manera de desaparecer de ahi y dejar a esta gente que no quiero conocer y huir sin mirar atrás.

Llega otra chica rubia que se burla de la situación, solo puede ser la hermana de Emhre y es muy parecida a su madre y totalmente diferente a sus hermanos.

Siguen hablando entre ellos y me levanto muy lentamente y me dirijo hacia la puerta, puedo ver que la familia de Emhre es totalmente diferente a la mía, discuten y se ríen al mismo tiempo, el otro hombre es diferente a todos los que he conocido. visto, ese tío Matt.

Me estiro para abrir la puerta y me sobresalto cuando una mano toma la mía y me tapa la boca.

Y sácame.

Él está detrás de mí y su cuerpo se coloca junto al mío, uno de sus brazos toma mi cintura y la otra mano cubre mi boca y su voz llega en un susurro a mi oído.

- Shh, salgamos de aquí antes de que se den cuenta – y luego me lleva al ascensor y presiona el botón que no tarda en abrirse.

- Pero estoy en pijama.

- Estamos en Las Vegas, puedes hacer cualquier cosa, vamos.

- Te recibo como esposo y que puedas ayudar a mi familia ya mi pueblo.

- Y ante estos hermosos y apasionados votos, de la pareja más perfecta que esta capilla jamás se ha atrevido a ver, yo Elvis Presley los declaro marido y mujer, pueden besar a su novia niño grande - aplaudieron nuestros testigos comprados por Emhre y luego Me besaron sin siquiera darme cuenta, y el beso fue tan bueno, su suave boca buscando paso a través de la mía que cedió sin ningún esfuerzo – Ohh que pareja tan apasionada – y dejamos de besarnos, y volvimos a la realidad de donde estábamos .

Así que fuimos al frente de la casita blanca con techo azul, una torre de piedra con un reloj, y nos tomamos muchas fotos con Elvis, fotos solos donde nos miramos y fotos con nuestros padrinos de boda comprados.

El auto rosa de nuestra casamentera fue una de las fotos más hermosas que tomamos.

Siempre quise casarme, como ya tenía novio, ya pensaba en cómo hacerlo, qué cultura seguiríamos, si sería una boda brasileña o una boda en Cadul, o en Shariff, pero nunca imaginé eso. Me casaría en Las Vegas, y aún en pijama y mi prometido en shorts y chancletas.

Después de la sesión de fotos, ahí mismo en la vereda tomaron los complementos que nos prestaron y nos trajeron los papeles que acreditaban nuestra unión, una boda rápida y práctica, y esa fue mi boda en Las Vegas.

“Es que ahora estamos casados”, me dice mientras caminamos.

- Sí - respondo sin mucho entusiasmo.

- Voy a solicitar la adopción, cuanto más rápido me vaya más rápido estarás libre - esta vez no contesté y su teléfono vuelve a sonar y esta vez contesta - Hola tía Sophie - escucha - Puedo' no haga nada - otra pausa - Avíseme a las Fuentes Adjuntas que no puedo casarme con su hija - Otra pausa - Dile que ya soy un hombre casado - otra pausa - Me acabo de casar Tía, te mando un foto de la boda, y tía te amo – y colgó el teléfono.

- ¿Estabas prometido a alguna chica?

Me mira asustado.

- Yo – parece recordarme – Oh no, tuve sexo con su hija y él quería que me casara con ella, eso es todo – Veo que me enfrié con este matrimonio.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Los Hijos del Jeque