Cam
Yo era solo un niño cuando fui a Shariff, mi madre era una de las mujeres más hermosas que había visto en mi vida, hasta que conocí a esa niña.
Su cabello dorado parecía rayos de sol brillando en un caluroso día del desierto.
Y supe que así como la luz del sol era hermosa, también podía doler.
- Su cabello parece dorado mami.
- Sí, su cabello es como la luz del sol.
- Es la segunda chica más hermosa que he visto en mi vida.
- Es hermosa mi hijo, siempre trata a las mujeres con mucho cariño, nunca lo olvides.
- Te trataré como una princesa mamá - Me dio vergüenza - Mi princesa.
En nuestra cultura, el hombre le pregunta a la mujer qué es lo que quiere o que la familia elige en el matrimonio desde temprana edad.
Se hace un acuerdo y así la novia se prepara para el novio, pero los tiempos están cambiando y hoy podemos elegir a nuestra esposa y cuándo nos casaremos y si será por amor o para tener más poder.
Mis padres siempre me dejaron libre y mis abuelos se casaron por amor.
De hecho, no pienso en casarme pronto.
Mi padre esperó a la mujer adecuada y fue agraciado por una compañera maravillosa, quiero esperar el momento adecuado y esperar mucho tiempo, porque tendré que tener un heredero.
Mis palabras caen al suelo cuando veo a la adolescente Nadia bajando del avión, la forma en que su cabello se balancea y la forma en que suavemente pasa su mano por él, quiero pasar mis manos por su cabello.
La forma en que entrecerró los ojos azules contra el resplandor y se apretó los anteojos recetados en la cara la hizo lucir perfecta.
Ella sería mi princesa.
La vi yendo al invernadero ese día, y tenía que intentarlo.
Acercarme a ella era casi imposible, es la chica que tiene dos hermanos y la que más jode, ¿sabes qué es lo que más jode todo?
¿No?
El tipo es mi mejor amigo.
Necesito preparar el terreno.
Fui tras ella y le di el primer beso de niña, quedó fascinada con las rosas negras de mamá.
Aproveché su distracción y la besé.
Ya había besado a otras tres chicas y era un experto en el tema.
Y después de que la dejé solo porque mamá y tía Helena habían llegado al invernadero, fui a hablar con mi padre.
- Papá - entro a la oficina - Quiero un acuerdo de matrimonio con el padre de Nadia - dije con el tono más serio que pude.
- Con Nadia, la hija de Rajj – señaló – ¿La que ahora mismo se queda en casa?
- Sí, ese - el chico serio seguía en mí.
- ¿De dónde sacaste esa idea, hijo?
Se rió – ¿Crees que Rajj hará un trato para casarse con Nadia?
Se sentó en su sillón de cuero detrás de la mesa – Hijo, Rajj no va a hacer que sus hijos se casen por contrato, parece que no vas a su casa a ver cómo te tratan, tenemos una cultura, pero podemos no seguir allí.
- Pero quiero a su papá.
- Así que conquístala - se encogió de hombros - Intenté conquistar a una mujer antes de conocer a su madre, ya sabes - mueve las manos - En ese momento tenía muchas ganas de ayudarla y la quería como mi princesa, pero su destino no era quedarse conmigo sino con el hombre que amaba – sonríe – Pero mi destino era su madre, al poco tiempo de conocerla me enamoré perdidamente de Camile y ella era mi conquista.
- Pero papi te lo quiero pedir.
- Para pedirlo, conquístalo y te llegará sin contratos ni imposiciones, y las imposiciones las rechazamos, sabes dijo.
- Gracias por el consejo papá.
- Ten a mi hijo, siempre estaré aquí.
Le entregué una rosa negra y le expresé mi intención de que pensara en mí, y estaba ansioso por saber si cultivaría o tiraría la rosa negra.
Sé que no tiene un buen significado, pero ella es hermosa.
Esta vez nos tomó más tiempo volver a vernos, la escuela y la universidad pronto llegarían, pero logramos llegar a Shariff que estaban teniendo algunos problemas y papá fue a ayudarlos.
Nos quedábamos dos días en Sharif y luego volvíamos a Dulbaí para hacer negocios y yo ya estaba empezando a interactuar con el gobierno para adaptarme, al igual que Esam aquí en Shariff.
- Cam te extraño hermano - Esam viene hacia mí.
- Ha sido un largo tiempo.
- Es un placer tenerte en nuestra casa – él, como siempre, muy bien vestido – Todos nos esperaban en el palacio.
Fuimos al palacio, pero no la vi por ningún lado y me intrigaba si se había ido de viaje o estaba enferma, me quedé todo el día con Esam en la oficina y finalmente fuimos a cenar, ahí estaba mi esperanza saltando de mi garganta, la vería.
Y ahí estaba ella, con su prima y gran amiga Nathalia.
Supe que Esam estaba enamorado de la chica y la miré de reojo y también aproveché para mirar el ardiente sol de mi mañana.
Nos sentamos lejos, no tuve mucha suerte esta vez, la miré de reojo, ella y su prima conversaban animadamente y Emhre siempre estaba junto a ellas.
Y yo estaba celoso de él, como Esam era más serio y no le gustaba mezclar, nos separaron, para mi desdicha.
Estaba más hermosa que nunca, sus lentes la hacían lucir misteriosa, no puedo explicar que creció unos centímetros, pero nada comparado con mi estatura, su cabello era más corto, su cuerpo más definido y hermoso.
- ¿Cómo está Nadia?
- ¿Soy alguien para ti?
– ella no responde – te quiero Nadia, y serás mi princesa – tengo dudas si le digo mi intención – te quiero como mi princesa, le iba a pedir la mano a tu padre, pero mi padre dijo que debería hablar contigo primero.
- ¿Tú estás loco?
¿Me iba a pedir que me casara con papá?
- Sí, iba a hacerlo – se levanta y yo también – Pero mi padre me dijo que hablara contigo primero y si aceptabas.
- Papá nunca me daría la mano, quiere que me case por amor, al igual que él y mamá - se quitó la suciedad de la ropa.
- Lo sé, pero estoy dispuesto a hacer un compromiso entre los dos – Me acerqué y tomé sus manos – Quiero casarme contigo.
- Somos muy nuevos Cam.
- Pero quiero tener una vida larga contigo, y cuando cumplamos dieciocho años podamos casarnos y disfrutar nuestro tiempo juntos, viajar y conocer el mundo, porque sabes que cuando cuide a Dulbaí no tendré tiempo para cualquier cosa menos compromisos...
- ¿Me estás pidiendo en matrimonio?
- ella estaba asustada.
- Si estoy.
- No sé que decir - se lleva la mano a la boca - Yo...
- Estoy enamorado de ti, quédate conmigo por la eternidad, quiero hacerte feliz.
- Somos tan jóvenes y nos comprometemos así.
- ¿No te gusto?
– Tenía miedo de la respuesta – ¿No quieres quedarte conmigo?
- Siempre me llamaste la atención - estaba avergonzada - Mi primer beso fue contigo y lo sabes por mi inexperiencia - baja la cabeza - Y fue tan mágico para mí, soñé con otro beso tuyo y quería conservar el flor que me diste hoy por vergüenza de tenerle tanto cariño, miedo de que me viera y pensara que era un tonto por haberla cuidado con tanto cariño.
- Me pareció genial y era la señal que necesitaba para saber tu cariño por mí - estaba sonriendo - Vamos a estar juntos, ¿cásate conmigo?
- Yo – ella no supo que decir – Sí me caso contigo.
- Así que firmamos nuestro compromiso hoy, estamos comprometidos – y solo pude sonreír – estoy tan feliz, quiero gritar para que el mundo escuche – me acerco al balcón de la mansión.
- No loco, tenemos que ir despacio y falta poco para mi cumpleaños número dieciocho, podemos esperar para anunciarlo.
- Como quieras, ahora quiero hablar con tu padre.
- Vamos con calma.
Mi estadía en el palacio esta vez no será junto a Esam como todas las veces, sino junto a mi rayo de sol.
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