Estoy en London City Airport sentada en una banqueta mientras espero a Nahomi, nueve horas de vuelo son como una carga más al cúmulo de estrés que llevo en mí mente, los hombros y el cuello me duelen, el dolor de cabeza no ha desaparecido desde aquella fatídica tarde.
Miro la gente pasar de aquí para allá con afán, nadie se detiene a apreciar lo bello de el lugar, es un aeropuerto solo un lugar en el cual esperar el momento para partir a nuestro destino.
No llevo ninguna maleta hecha por excepción de mí pequeño bolso, traigo la misma ropa con la que salí de mí departamento, tengo unos pocos dólares, logré cargar mí celular en el hotel con un cargador que me prestó la señora que atendía el lugar.
Miro ansiosa todo el entorno y a lo lejos vislumbro la castaña cabellera de Nahomi, rápidamente me pongo de pie y voy hasta ella que viene acompañada por su pareja.
En cuanto ella me ve corre hasta a mí, abrazándome fuerte, siento los latidos desbocados de su corazón que van al compás de los latidos del mío. Los ojos me arden de al fin poder dar y recibir un sincero y acogedor abrazo, la cálida piel de mí amiga me reciben y me aprieta más a ella como si quisiera reparar los pedazos de mí vida que sean roto.
Nos separamos y veo que sus ojos están aguados al igual que los míos- Homi- artículo con un nudo en mí garganta
— Ani— me dice y acuna mí rostro con sus manos
— Bienvenida Anika— Cristian me abraza con compasión, asumo que Homi ya le contó todo lo que me ha pasado.
— Gracias Cristian—
— Ven, tenemos que ir a un hospital— dice Nahomi sorprendiéndome, empezamos a caminar hasta llegar al auto de Cristian, nos montamos y el se pone en marcha.
— Para que hiremos al hospital— indago algo alarmada, conozco a Nahomi.
—Necesitamos pruebas para limpiar tu nombre Ani, ese maldito posiblemente abusó de ti, te tomó fotos estando inconsciente y las publicó sin tu consentimiento, eso es un delito— me dice y se exactamente a lo que se refiere
— Estoy asustada— manifesto temblando del miedo
— Se que lo estas, yo también tengo miedo pero alguien te está jodiendo la vida y lo que más me duele es que tú no te metes con nadie, llamaremos al banco para saber que pasó con tus ahorros, las cosas se solucionaran— ella se voltea a verme me brinda su mano y yo la tomo
Al llegar al hospital, explicamos lo que vinimos hacer y la joven que nos atiende nos pide que esperemos en la sala de espera, las manos me sudan, tengo la garganta seca, mientras esperamos vamos a la cafetería del hospital en donde Nahomi me compra un emparedado y un jugo, ingiero los alimentos como si llevara días sin comer, cuando mí hambre es saciada volvemos a la sala de espera.
—Señorita Brown— dice la joven que nos atendió, levanto la cabeza — acompañarme por aquí por favor— me pide me pongo de pies junto con Nahomi y Cristian —sólo la pueden acompañar uno de los dos— dice la joven
— Yo lo haré— responde sin dudas Nahomi, Cristian asiente
— Acá las espero— nos dice Cristian — Anika tranquila todo estará bien— el intenta tranquilizarme, asiento con una falsa sonrisa que no llega a mis ojos y no llena mí alma.
Entramos al laboratorio y la joven me entrega una bata, con pesadez me quito la ropa y me la coloco, las dudas vienen a mí mente y mí miedo crece sin cesar, trato de estar tranquila pero la respiración se me torna difícil, por lo que inhalo aire por mí nariz y lo suelto por mí boca muy lentamente, cierro mis ojos, los vuelvo a abrir y salgo del pequeño vestidor con la bata puesta.
— Acuéstate sobre la camilla por favor, tomaremos una nuestra para examinar tu zona íntima— dice una mujer que entiendo es la doctora que llevará acabó el procedimiento, hago lo que dice y Nahomi a mí lado sostiene mí mano en señal de que pase lo que pase está ahí para mí.
La experta introduce algo en mí zona íntima, yo cierro los ojos queriendo que esto acabe pronto, la doctora sumerge otras cosas en mí y yo sólo puedo pensar en que Carlos fue tan maldito que tuvo que drogarme para abusar de mí, las lágrimas se escapan de mis ojos sin permiso, las suaves manos de Nahomi limpian mis mejillas.
— Bien señorita Brown, tomamos lo necesario para realizar los estudios pertinentes, en más o menos una hora los resultados estarán listos— nos deja saber muy amable la experta — puede colocarse su ropa y esperar en la sala—
La puerta se abre dándole paso a la misma doctora — ¿cómo te sientes?— indaga ella mientras toma mis signos vitales
— Mejor— le dejo saber
— Tus signos vitales están mejor, te indicaré una vitaminas ya que tienes algo de anemia, te puedes ir a casa pero quiero que ésta semana estés en reposo, nada de impresiones fuerte bien, puedo ver qué has estado sometida ha mucho estrés— me dice la doctora, me receta unos medicamentos y me hace prometerle que llevaré al pie de la letra sus indicaciones.
llegamos al acogedor departamento donde viven Nahomi y Cristian, es un lindo departamento ubicado en Bloomsbury y Fitzrovia, es una zona residencial donde viven artistas y escritores, Cristian dice que hay muchas librerías y parques en los cual entretenerse.
Nahomi me lleva a la que desde hoy será mí habitación — bien querida ésta es tu habitación, ahí tienes un baño privado, en la mañana saldremos de comprar para llenar ese armario— me dice y yo me lanzó en sus brazos ella es como un ángel en mí vida
—Gracias Homi, no sabes lo agradecida que estoy contigo, si no te hubiera conocido nosé que sería de mí justo ahora— la brazo con todas las buenas emociones que su amistad provoca en mí.
—No tienes que agradecer nada Ani, me duele que la vida haya sido tan injusta contigo, tu siendo la noble persona que eres—
— Me han roto— le digo dolida
— ¿Sabes que significa tu nombre?— me pregunta y yo asiento — ¡llena de gracias! eso es lo que significa, Anika eres tal cual, desde que llegaste a nuestras vidas nos demostraste lo valiente que eres y las fortalezas que tienes, siempre traes una sonrisa en el rostro a pesar que tú niñez, adolescencia y juventud los demás la hayan arruinado— me toma de ambas manos y sus penetrantes ojos negros se fijan en los míos color miel —eres la Jodida Anika Brown te destacas en donde vayas por su sociabilidad,eres amistosa, y muy querida por los que te llegan a conocer realmente, en tu profesión eres original y creativa, amas lo que haces, has ayudado a tantos niños y es momento de que sanes a tu niña interior, para que puedas criar a ese bebé que viene en camino, el te necesita fuerte y se que lo estarás porqué repararas los fragmentos rotos de tu vida yo estaré aquí para ustedes— pone la mano es mí abdomen, las cargas en mis hombros se van relajando cuando comprendo que la vida me ha golpeado y que apesar de mi profesión no he sanado ha aquella niña interior sufrida que vive en mí, ahora obtengo un maravilloso regalo y es este bebé, que apesar de la circunstancias actuales es lo bueno y reparador que me ha pasado.
—Soy Anika Brown y desde ahora estoy en modo reconstrucción.
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