Mi Resiliencia (COMPLETA) romance Capítulo 6

Un año antes del Desplome

Limpio mis manos del borde de mí falda, estoy sudando por la ansiedad que me genera esperar, vuelvo a mirar mí reloj de mano por quinta vez, estoy en la sala de espera de la oficina de la Directora del prestigioso colegio privado Salt Lake Arts Academy, es un centro para la enseñanza que proporciona aprendizaje a estudiantes del nivel primario y secundario.

Mi abuela fue quien me facilitó una entrevista con la directora, hace una semana atrás traje mí currículum, me gradué hace unos pocos meses de Psicología Escolar es la carrera de mis sueños, poder brindarle apoyo a la sociedad atrás de las familias es lo más satisfactorio de mí trabajo, me llamaron hace dos días para que me presentará hoy aquí, así que muy temprano en la mañana me preparé con una falda tubo que llega hasta debajo de las rodillas color negra, zapatos pinta fina y un poco altos del mismo color de la falda, camisa mangas largas color crema, me maquille de una forma sencilla, solté mí cabello rubio dorado, armonice mí atuendo con una bolsa grande azul eléctrico.

—Señorita Brown, puede pasar— me pongo de pie y sigo los pasos de la secretaria de la directora.

—Gracias—le digo a la joven que abre la puerta para que entre a la privacidad de la oficina de la directora — Buen día señora Tonson— la saludos extendiendo mí mano hasta la mujer adulta de alrededor 60 años que viste impecable, ella corresponde el saludos apretando mí mano.

—Grasa señorita Brown, puede tomar asiento— me ofrece amablemente — bien cómo sabe su abuela Miriam de Brown, solicitó que usted ocupará el puesto de Psicóloga en nuestro prestigioso Centro Educativo— la miró atenta a sus palabras.

—Así es señora Tonson, me gradué de psicología educativa hace unos meses, tengo experiencia en el área— le digo amable.

— Debo admitir que cuando Miriam me llamó creí que esto podía ser nepotismo, me moleste con ella por eso, pero cuando leí tu hoja de vida y confirme tus referencias, me dejaste impresionada, tienes mucho talento, obtuviste buenas calificaciones en la universidad, ninguno de tus jefes anteriores hablan mal sobre ti o de tu trabajo— hojea mí currículum — me honra que sea parte de éste gran equipo señorita Brown— el corazón se me detiene de golpe, he obtenido el empleo, en mí interior hago una algarabía, compenso mí felicidad con una sonrisa, la directora del Salt Lake Arts Academy, quien ahora es mí jefa se pone de pie y extiende su mano para que la tomé, correspondo a la cortesía poniéndome de pie y estrechando su cálida mano —bienvenida al Salt Lake Arts Academy, es usted la psicóloga encargada de los alumnos del nivel primario, felicitaciones.

— Muchas gracias señora Tonson en verdad es una gran oportunidad para mí— el cuerpo me hace cosquillas por dentro estoy que no quepo de la felicidad.

La secretaria de la directora, me trajo a la que será mí oficina, es una espacio muy acogedor, tiene un escritorio en el que hay una computadora, un sillón para yo sentarme y dos sillas para las personas que atenderé, hay dos ventanas de cristal por donde entra la ventilación, tiene una bombilla y un sillón de cuero marrón, completa el inventario de los artículos que ocupa éste que desde hoy es mí pequeño espacio.

— La directora quiere que se acomode antes de conocer a todo el personal que labora en el centro— dice la joven secretaria — bienvenida señorita Brown, soy Rebeca y estoy a sus servicios- se ofrece muy amable.

— Gracias Rebeca, solo dime Anika, ese es mi nombre— le dejo saber para que ambas nos sintamos cómodas ya que creo que somos de la misma edad 23 años.

Rebeca se marcha dejándome en la privacidad de mí espacio, necesito algunos utensilios indispensables en mí profesión, tomo una libreta de apuntes que cargo en mí bolso y escribo lo que necesitaré.

Anoto estante para libros, Libros de cuentos, para colorear, sopa de letras, laberintos, Juguetes, Juegos Montessori, Test psicométricos para las evaluaciones psicológicas, Materiales para la alfabetización, entre otros materiales reciclables que pueda utilizar, el color de las padres es plano y no tiene vida, es bueno que si voy a trabajar con niños menores de 12 años se sientan en un ambiente agradable y cómodo dónde no se distraigan fácilmente, las ventanas no tienen cortinas lo que dificulta la privacidad y es algo que necesito al momento de intervenir a algún alumno.

Al cabo de un rato Rebeca vuelve por mí, voy con ella que me lleva a la sala de profesores en donde hay muchas personas reunidas — bien tomen asiento— pide la directora — hoy integramos a una nueva profesional en nuestro centro Educativo, la señorita Anika Brown— me dice y yo me pongo de pie para que mis nuevos colegas y compañeros de trabajo me conozcan —es la psicóloga del nivel primario— dice y todos asienten mientras me dan la bienvenida de forma cálida.

Después de la interacción con mis nuevos compañeros, me devuelvo a mí oficina en donde leo los expedientes de los alumnos que tendré a mí cargo, verifico los nombres de los alumnos que tienen alguna complicación para aprender, los que tienen alguna conducta inapropiada entre otros casos que requieren mí atención.

Mí inicio formal en la escuela es el lunes de la próxima semana, pero me quise quedar hoy para ponerme al día en lo que requiere mí atención, comí algo de la cafetería de la escuela en la hora del almuerzo y me he quedado acá encerrada leyendo desde la computadora los expedientes.

Los ojos me duelen por lo que decido ponerme de pie y estirar mí cuerpo, son las cinco de la tarde por lo que hace dos horas que todos se marcharon a excepción del cuidador, tomo mí bolso, es suficiente por hoy, apagó el computador y cierro la puerta detrás de mí, camino por los vacíos pasillos de mí nuevo trabajo, el sol ya no está tan fuerte, solo unos cálidos rayos del sol adornan el cielo.

— No por favor estoy muy asustada y avergonzada, llamaré a mi hermano otra vez— dice y yo asiento con la cabeza aunque no pueda verme.

— Dániel quiere hablar con usted— me acerco a el niño y le pasó el celular para que hable con su madre, de repente la puerta del aula en la que estamos se abre de golpe y por ella entra un imponente hombre, sus ojos azules escanean el lugar hasta que ve lo que vino a buscar, el cuidador está detrás de él.

— ¡Oh! Dániel perdóname— el hombre abraza al pequeño — lo siento, lo siento mucho campeón— le dice pero Dániel no dice nada — te prometo que no volverá a pasar— le promete.

— Eso espero— hablo y el hombre se incorpora a mirarme su mirada cae sobre la mía.

—Me disculpo también con usted maestra, estoy muy avergonzado— dice el hombre.

—Levantaré un reporte por la tardanza— le digo a modo de reprimenda y el asiente.

—Es su deber— me dice y yo soy quien asiente ésta vez —soy Nikolas Katunaric, tío— se presenta extendiendo su mano, la tomó por cortesía el contacto se su mano en la mía me provoca escalofríos — permítame llevarla hasta su casa o hasta donde se dirija— ofrece el tío y niego.

— Disculpe señor pero no es apropiado dadas las circunstancias— le digo me inclinó hasta la Dániel y me pongo a su altura —es un placer que me acompañarás Dániel, que tengas feliz tarde— le digo al pequeño que me abraza y yo le correspondo, vuelvo a estar en pie y me despido de ellos —hasta la próxima semana.

 

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