— ¡Tienes 20 minutos!
Eso es todo lo que Kevin me grita con fuerza. Lo ignoro y prácticamente corro a mi camerino en donde Sabrina está esperándome con un vestido en su mano y un par de tacones en la otra. Le sonrío.
—Mi salvadora.
—Siempre.
Me desvisto con rapidez soportando las burlas de Sabrina por mis bragas con corazones de colores, pero es que en casa de papá mi ropa es escasa y la mayoría la he agotado esta semana por lo que está sucia.
—Son bragas sensuales.
—No digo lo contrario—se ríe. Termino de ponerme los zapatos de tacón y procedo a maquillarme mientras ella recoge mi cabello porque luce mejor con el modelo del vestido. Cuando he terminado ambas sonreímos.
Extiendo mi palma abierta hacia ella y ella la choca con la suya.
—El mejor equipo que pueda existir.
—Comprobado científicamente—Agrego.
Me pongo en pie y reviso rápidamente mis notas, ni siquiera sé a quién programaron para hoy porque no tuve tiempo de verificar, esta semana ha sido sobre improvisar porque he estado enfocada en conseguir quien ayude a papá. Leo rápidamente a quién entrevistaré y junto a Sabrina salgo del camerino.
—Eso nos tomó 17 minutos.
—Bien—digo y acepto el café que Zoe, el asistente estable desde hace meses, me extiende—. Gracias bombón.
— ¿Entonces cómo es que hoy llegas tan tarde?
—Los hermanos del año aparecieron. Pero no el suficiente tiempo como para quedarse con él por su propia voluntad, pero un comentario de papá los hizo quedarse. Hoy me quedo en mi apartamento.
— ¿Te he dicho que me desagradan tus hermanos?
—Muchas veces.
Alguien pasa su brazo por mi hombro, volteo y es Dexter, detrás de él está Joseph.
— ¿Quieres ser el padrino de mi boda con Elisabeth y Sabrina?
—Que ambicioso eres Dexter, ¿Las dos? —Joseph enarca una de sus cejas mientras nos detenemos en su espacio para transmitir.
—Un hombre tiene que vivir por sus sueños.
—No sabía que íbamos a casarnos— se ríe Sabrina.
—Sí, y Elisabeth prometió que combinarían ropa interior.
—Creativa como siempre— Sabrina palmea mi trasero y Joseph ríe.
—Puesto que veo amor verdadero, acepto ser el padrino.
—Genial, aunque no estoy seguro de si nuestra boda debería ir primero o después de la tuya con Andrea, eso esperando en que en algún momento le des un anillo— Dexter palmea su hombro y se aleja.
— ¿Por qué él quiere que yo me case?
—Creo que tiene miedo de que te vayas de nuevo a otro país para tus peligrosas investigaciones. Lo traumaste— indico.
—A todos, caramelito.
Beso sonoramente su mejilla haciéndolo rodar los ojos y camino hacia mi invitado que acaba de llegar, al menos ya lo entrevisté hace poco más de un año, por lo que me conozco su biografía. Lo saludo y luego me alejo, saco mi celular y rápidamente armo un esquema de las secuencias de preguntas, para ser aún más veloz al memorizarlas.
Muy bien, la señorita, esta lista para iniciar el programa.
----
— ¿Valeria? — me acerco a su camerino porque somos las últimas personas por salir y en el estacionamiento nos están esperando para ir por un trago y puesto que dije que podía viajar en mi auto aquí estoy.
Alza la vista de su celular para observarme, pero su mirada luce perdida antes de que muerda su labio inferior.
» ¿Qué sucede belleza?
—Hoy es el cumpleaños de mi papá. Llamé y no quiso hablar conmigo— su labio tiembla—. Dijo cosas antes de colgar. De verdad mi familia me odia.
—No creo que te odien Val, tú eres una mujer maravillosa.
Me acerco y me siento en el borde de su tocador, me da una sonrisa triste, antes de sacudir su cabeza.
—Es irónico que se dediquen a expresar su amor por Dios, pero no acepten el amor que su hija les da. Respeto su religión, crecí en ella, pero no he cometido ningún crimen.
—Sin duda alguna.
—Entonces ¿Por qué me duele tanto sus desprecios?
—Porque los ama. Sé que quizás ya te han dicho esto, pero ellos en algún momento tendrán que entender Val.
—Sí, supongo que solo me toca esperar que ese día llegue—suspira y se pone de pie—. Ahora vamos, no quiero que Harry me culpe de alargar su necesidad de divertirse.
Y sí que quiere divertirse luego de que ni siquiera necesitara mi ayuda para descubrir que efectivamente Melisa Colina está embarazada, pero de su publicista. Las perras no pueden mentir por siempre.
—Pero sí que me gustaría saber de Paul de mierda Coleman, extraño ser yo tu compañera de crimen— rueda sus ojos— ¡Joseph deja la maldita bocina!
—Ya sube, hablamos cuando lleguemos a nuestro destino.
Subo a mi auto y le sonrío a Valeria antes de encender el auto. Siempre he sabido que las cosas entre ella y Joseph tuvieron un cierre, antes sentía la necesidad de decirle que debían alejarse un poco, pero ahora parece que una línea ha sido trazada entre ellos y saben cómo llevar su amistad sin hacerlo incómodo para Andrea.
Me pongo en marcha siguiendo el auto de Joseph que seguro se mantiene al tanto de nuestro destino a través de Harry. No me sorprende cuando llegamos a una discoteca bar exclusiva a la que a Harry le encanta ir.
No es difícil conseguir una mesa, por supuesto que muchas personas saludan a Harry porque ¿Quién no lo conoce y ama?
Me siento frente a Sabrina que estratégicamente ha sido presionada a un lado de Rayan y Dexter. Muy buena jugada por todos. Peter está escuchando lo que sea que Rayan le dice y lo hace reír.
La primera ronda de tragos no tarda en llegar y mi coctel desaparece de un solo trago. Todos me observan sorprendidos.
— ¡¿Qué?! Lo necesitaba ¿Dónde está Ágatha?
—Se fue con Garrett— responde Sabrina jugando con su trago bajo la atenta y disimulada mirada de Rayan—. Ya sabes que ella vive por su teléfono y Garrett.
— ¿Quién cuida a Summer? — le pregunto a Rayan, creo que en esta mesa todos amamos a la pequeña hija de Rayan.
—Mi mamá junto a mi hermana.
Volteo a ver a Andrea que gesticula "incómodo" yo río y le doy la razón, al menos ella está recibiendo besos cariñosos de Joseph. Valeria, a mi lado, está claro que va deprimida por su familia.
—Oye, Elisabeth ¿Bailamos?
— ¡Sí!
Harry ríe de mi entusiasmo mientras vamos a la pequeña pista de baile.
Como siempre que estoy con él disfruto mientras cantamos, bailamos y lo dejo frotarse un poco en su baile sexy. Bailamos al menos más de dos canciones y luego nos abrazamos riendo.
—Felicidades por tu recuperada alegría.
—No más noches con arpías— me asegura riendo—. Gracias por apoyarme Elisabeth.
—Ya sabes que te amo y siempre te ayudaría.
—Cosita hermosa.
Cuando me da algo de sed dejo a Harry bailando con Sabrina que se une a la pista de baile mientras voy por un trago. Evalúo la opción de volver a mi mesa a beberlo, pero notando que no es que el ambiente de la mesa sea el más alegre, con solo Valeria, Peter y Rayan conversando, me decido a sentarme en la barra y pedir unos nachos con queso mientras bebo mi coctel.
Siento la necesidad de llamar a casa para ver cómo se encuentra papá, pero se supone ellos están cuidándolo, eso debería tranquilizarme. Excepto que no lo hace. Me siento más segura cuando está con una enfermera o cuidador.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: No más palabras