Mi agente está estresada, muy pocas veces lo hace porque siendo honestos, soy una de sus representadas más tranquilas. Sin embargo, no puedo decir lo mismo sobre mis hermanos.
—Sus errores no son los míos, no deberían proyectarlo de esa forma.
—Lo sé, Elisabeth. Pero aquí te fotografían yendo por ella junto a un hombre misterioso.
—No es un hombre misterioso, si no supieron captar su rostro, ese ya es su asunto, pero no estaba ocultándolo y simplemente fui a ayudar a mi hermana.
—Kevin está furioso.
—A Kevin todo lo pone furioso. No puede solo suspender mi aparición en el programa de hoy, por esto ¡Es absurdo!
—Kevin es ruidoso. Dejémosle tener este gustico absurdo por hoy.
Trabajemos en tus disculpas.
— ¿De qué se supone estoy disculpándome?
—De la situación de tu hermana.
—No voy a disculparme de sus acciones estúpidas. Olvídate de eso, no tengo nada de que arrepentirme. No pienso dar ningún comunicado, solo dejemos el chisme morir.
—Elisabeth...
— ¿Qué? Siempre es preferible no dar comentarios.
—Y esa es la razón por la que cuando se te ve con Cristian los vinculan.
—Elise fue detenida, hizo una estupidez y yo fui a auxiliarla. Actúe como lo haría una hermana y eso no tendría por qué aclararlo o disculparme. Es absurdo, tan absurdo como que por esa razón Kevin me enviara un correo diciendo que no vaya hoy a trabajar.
— ¿No vas a ceder, verdad?
—No tengo algo de lo que disculparme y aunque no veo el por qué he sido suspendida del programa de hoy, está bien. Seré prudente y me quedaré en casa.
—Hablaré con Kevin, lo haré entrar en razón.
—Sí, que aprenda a separar que Elise es otra persona, no soy yo.
La acompaño hasta la puerta de mi casa. Mi relación con mi agente es impersonal, básicamente hace su trabajo y somos cordiales entre nosotras, pero veo más a mi divertido publicista de lo que la veo a ella.
—Hazme saber si Kevin deja su idiotez y me presento al programa hoy.
—Lo haré.
Justo cuando ella termina de salir de mi casa, el auto de Dexter se detiene a un lado de la acera. Lleva lentes de sol y ese caminar lento y arrastrado ya me da una idea.
—Hola y chao, Dexter— dice Karla.
—Oh, Karla, te diría que te bajaría la luna en este momento, pero no es mi mejor momento. Te prometo que para la próxima como siempre te daré el mejor de los coqueteos.
—Podría ser tu madre— responde riendo. Mi agente socializa más con Dexter que conmigo. No es que haya algo romántico, es un tonto juego de ellos.
—Pero no lo eres, botellita de vino.
—Deja de coquetear con mi agente. Es una mujer casada—finjo golpear su hombro, Karla se marcha riendo.
Me hago a un lado dejando entrar a Dexter, cierro la puerta detrás de él para luego observarlo arrastrarse hacia uno de mis sofás y acostarse en el mientras retira sus lentes.
—Entonces ¿Qué tan fuerte es la resaca?
—Creo que mientras me corría dejé ir toda mi energía, más que resaca siento que me chuparon el alma.
—Uhm ¿Te refieres a que fuiste chupado literalmente?1
—Tu curiosidad perversa— abre uno de sus ojos— ¿tú qué crees?
—Estamos a lunes, pensé que los domingos eran de familia.
Me siento en uno de los sofás individuales mientras lo observa, ladea su rostro y abre sus ojos del todo para observarme.
—Ese era el plan hasta que vi a mi antigua novia de la universidad.
— ¿Recordaron los viejos tiempos?
—Un gran repertorio de recuerdos.
—Y viniste a mi casa.
—Eres mi futura esposa, solo verte iba a hacerme sentir mejor.
—Dulce, pero sé que es porque sabes que soy quien iba a encontrarse en casa y estaba más cerca de tu camino.—Arruinas mi actuacion—me arroja uno de los cojines hacia mí. Se incorpora para quitarse los zapatos y luego la camisa, poniéndose bastante cómodo antes de acostarse una vez más—. De todas maneras ¿Por qué recibimos un correo de Kevin diciendo que no vas a estar en el programa hoy?
—Hay muchas noticias con el encabezado de mi hermana conduciendo ebria y con un pasajero con el pene afuera.
—Uno de los hermanos del año.
—No pude taparme los ojos y no ayudarla.
—No estoy juzgando. Solo pido la historia.
—Ni siquiera obtuve una.
— ¿Qué?
—Y él me ha dicho que le gusto. Pero, ha terminado con su novia y no quiero luego caer en la noticia de que esté de vuelta con ella, porque ya ha sucedido.
—Te diré esto y escúchalo muy bien.
—De acuerdo.
— ¿Desde cuándo los posibles escenarios te han detenido de vivir el presente? ¿Y cómo por qué luego de conocerte él querrá volver con su ex? Arriésgate que tu corazón no es precisamente de fácil acceso y si ese hombre ha conseguido traspasar la protección que tienes sobre él, entonces algo está haciendo bien.
—No sé si seguir el consejo de un follador compulsivo.
—De acuerdo, me siento ofendido.
—Te amo.
—También te amo, pero en serio. Si te gusta y él es soltero no hay mucho que pensar.
—Creo que lo tendré presente, pero prefiero ver y verificar que no va a volver con ella apenas me dé la vuelta y ¡Por Dios! ¿Cómo es que me gusta alguien que me llamó sosa y loca?
—Quizás eso fue lo que le dio el toque.
— ¿Me acompañas al gimnasio?
—No, yo solo quiero recuperar mi energía.
—Pero Sabrina me está esperando.
—Entonces yo me quedo aquí durmiendo y tú te vas a sudar con Sabrina y... ¡Espera! Puedo solo ir y dormitar mientras las veo a Sabrina y a ti sudar con toda esa lycra ajustada y sexy.
—Incluso quizás te dejemos entrar a las duchas.
—No tengo tanta suerte—sonríe— ¿Tienes problema de que solo me quedé a tener un par de horas de sueño aquí?
—No— me pongo de pie y palmeo su mejilla—. Solo asegúrate de cerrar bien al salir. Puedes recalentar la comida de la nevera y antes de que lo preguntes, no, yo no cociné.
—Gracias a Dios.
—Tonto. Bueno, me voy, Sabri me está esperando.
—Dale un beso en la boca por mí.
—Y puedes ir a dormir a mi habitación, que ni cabes en el sofá.
Me arroja un beso y salgo riendo de mi casa tras tomar mi bolsa con todo lo que necesito. Subo a mi auto y mi celular suena. Anuncia un correo.
Aquí vamos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: No más palabras