Lucía
¡Todo esto es mi culpa!
No debería haber ido, incluso si esa pobre niña me pidió que la ayudara porque su padre estaba durmiendo. Como puede dormir hasta esta hora del día y en que trabaja como para dormir en el día.
Cruzo la valla del jardín jadeando, mi pecho late descontrolado mientras algo más que mi sangre se siente caliente, me maldigo una y otra vez antes de sentarme junto al puentecillo del jardín frontal. Mi mirada se clava en el pequeño estanque, estoy tan roja que parezco un bendito tomate, pero como puedo estar.
Nunca creo haber visto a un hombre tan sexy en boxers, no sé qué tipo de trabajo hace, pero definitivamente el gym es una de sus rutinas, su cuerpo está demasiado tonificado para ser constitución natural, además alcancé a ver algún tatuaje en su costado.
¡Que estoy pensando!
Me lanzo un poco de agua al rostro, mi perro ladra desde el interior de mi casa y suspiro poniéndome en pie, me doy cuenta de que he olvidado mi sombrero. No pienso ir por él, así que me entristece un poco porque de mis sombreros favoritos, es especial para el jardín y me hace lucir un poco elegante.
¡No debí ponérmelo hoy!
Camino hacia la parte trasera de la casa, rodeándola desde el costado derecho y entro al invernadero donde dejé el cuadro que por alguna razón quise terminar el día de hoy. Mi perro corre hasta mí, me lame con emoción antes de sentarse junto a mi caballete.
Me digo que tampoco hay mucho que hacer hoy, así que regreso a mi banca frente a la pintura, tomo la paleta de dibujo olvidada a mi derecha sobre la mesa y comienzo a trazar las líneas sobre el borde del óleo para dar formas a las flores de color magenta que dejé a medio pintar.
Me pregunto por qué he decidido hacer un paisaje tan encantador cuando realmente me siento caminando hacia un tenebroso valle de lágrimas. Mi mundo es un poso vacío en el que solo estoy yo, pero esa niña encantadora que ha aparecido sin duda me ha hecho sentir más acompañada.
No solo porque después de años he comenzado a usar el lenguaje de signos otra vez, sino porque de algún modo siento que ella me necesita. Si tan solo su padre no fuera tan sexy y gruñón, las cosas serían más simples.
¡Por el amor de dios!
No puedes tener pensamientos perversos y odiar a una misma persona, además como puede ser sexy que alguien te grite por ayudar a su hija. Es completamente una locura y yo he tenido suficientes locuras en mi vida ya. Al menos de ese tipo de locuras porque mi vida antes de mi madre fue una locura, después de ella , lo siguió siendo solo que mucho más sencilla y ahora…
Ahora ni siquiera sé cómo catalogarla, es horrible ser una completa antisocial, es espantoso no poder hablar con nadie porque podría desmayarme de la preocupación o el pánico. Dejando a un lado todo eso, me prometí no volver a intentar alguna cosa con un hombre, no quiero descubrir si alguien va a abandonarme.
No quiero llorar porque se aburra de mí cuando no pueda ser una agradable compañía o la invitada maravillosa a una fiesta. Sin contar que probablemente si alguien consiguiera soportarme probablemente lo haría por el dinero de mi familia.
Tomo un par de copas antes de caminar hacia la puerta principal. Miro el atardecer sabiendo que es demasiado temprano para beber, pero recordando también que hoy es uno de esos días miserables que no me dejan vivir feliz mi solitaria vida, una vida que escogí después de todo.
Descorcho la botella antes de servirme la primera copa, el espumoso líquido huele bastante tentador, así que lo bebo de un solo sorbo y me sirvo la segunda de las copas. Miro la casa más allá de mi jardín, pienso en que incluso ahora el paisaje se ve más bonito que antes, así que bebo un poco más.
Mi mente divaga entre lo fácil que sería intentar algo con mi vecino si no fuera un completo idiota, es totalmente mi tipo para ser sincera y no es que realmente pueda decir que he probado muchos tipos, pero sin duda él prende maripositas en mi vientre.
Cierro mis ojos antes de beber solo sabe dios que copa, la botella baja más rápido de lo que pensaba y cuando mi corazón se siente rebosante de burbujas, cuando todo parece más maravilloso y el mundo da hermosas vueltas a mi alrededor diviso a alguien acercarse a mi casa.
Me digo que probablemente es solo una alucinación, me permito disfrutar de ella porque la alucinación luce muy bien en unos shorts de deporte y una camiseta sin manga. No me sorprende que tenga el rostro de mi vecino, ayer también soñé con él.
—Le traje su sombrero, lo olvido en casa y… — mi vecino ladea su cabeza — ¿Está borracha?
—¡Como una uva dulzura! — sonrío poniéndome en pie mientras el mundo se mueve — ¿Es esta otra de esas fantasías verdad?, bien, hoy sí que voy a dejarme llevar.
Tomo a mi sexy vecino de las manos, las coloco directamente sobre mi trasero y tomo su confundido rostro entre las mías. Sonrío antes de lanzarme directamente por sus labios que tardan solo un segundo en responder a mi beso, un beso que se siente maravillosamente real.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Papá compró una mamá psicóloga!