¡Papá compró una mamá psicóloga! romance Capítulo 14

Jeremías

Termino de hablar con el ama de llaves para cerciorarme de que todo esté listo e intento no mirar a las escaleras por las que debería bajar mi querida esposa. Lucas y Lucía están sentados en el sofá de la sala, su expresión de felicidad por ver a su abuela se ha ido, ya que les pedí portarse bien, ya que mi tío también vendría.

No logro entender por qué no les agrada, pero tampoco puedo hacer mucho más, mi tío también ha intentado ganarse a los niños, pero no hay modo de que ambos dejen siquiera que este les salude con la mano. Cierro los ojos un momento después de ver la hora en el reloj con molestia.

Subo las escaleras hacia la planta superior al ver que mi esposa no termina de bajar, llego al pequeño salón de la habitación principal que desgraciadamente tenemos que compartir y toco a su puerta unas dos respiraciones profundas después.

—No solo llega tarde, sino que tarda dos horas en vestirse — sonrío con ganas de molestarla, incluso si estoy completamente disgustado de que tenga que vivir como su marido desde ahora — no creo que tenga mucho que arreglar así que solo salga para que…

La puerta de la habitación se abre, el rostro redondeado y ligeramente sonrojado por el maquillaje me deja sin palabras, los ojos negros almendrados, apenas cubiertos por una sutil capa de maquillaje, me observan. Sus labios de un tono rosa jugoso tienen una ligera mueca de fastidio, pero mis ojos se van más abajo del rostro de mi esposa.

No puedo evitar notar las curvas suavemente perfiladas bajo la tela blanca del vestido que lleva puesto, la cinta negra que rodea la cintura de su vestido solo hace que note mucho más sus caderas. Bajo la mirada hasta las piernas que se muestran largas, bajo la falda hasta la rodilla de esta mujer.

Los zapatos de tacón son lo último que noto antes de que los dedos de mi esposa sean chasqueados frente a mis ojos para subir mi mirada una vez más hasta la cara aún más disgustada de mi mujer.

—¿No decías que estaba tardando? — me rodea para salir de la habitación — entonces deja de mirarme y terminemos con esto de prisa.

Me enfado conmigo mismo cuando me doy cuenta de que he estado mirando demasiado a esta mujer insufrible con la que me he casado, sigo sus pasos hasta la escalera, e ignoro el impulso de observar el bambolear de sus caderas cuando voy tras ella hasta la sala de estar.

—¡Mamá! — Lucas baja del sofá emocionado — hoy también pareces una princesa…

—Del infierno…

Murmuro haciendo que la aludida achique sus ojos en su dirección, mi hija hace unas señas para decirnos que está de acuerdo con Lucas y cuando extiende sus manitas para ser elevada por Lizbeth siento que estoy siendo remplazado por ella así que me pongo de algún modo un poco celoso. En especial al notar que mi hija lleva un vestido blanco bastante similar al de mi mujer.

—¿Ese vestido…?

—Mamá lo compró para Lucia , papá — comenta Lucas — lo vimos hoy mientras te duchabas, ¿No están lindas mamás y Lulu con ese vestido?

La mirada expectante de mi hijo me hace mover la mía una vez más por la mujer que lleva en brazos a Lucia, quiero decir que no le queda bien y que solo parece una ridícula mujer tratando de verse elegante, pero ni siquiera yo puedo mentirme con respecto a como se ve ahora.

Sin dudas el mundo es increíble porque la mujer loca que me fastidia se ve simplemente maravillosa con su ropa actual.

—Sí, está bonita — respondo — Lucía se ve bien en ese vestido tan… Blanco.

—¿Y mamá?

Insiste mi hijo tomándome de la mano, lo miro durante un segundo tratando de adivinar como salir de esta situación, pero no creo que tenga una manera, así que decido decir la verdad.

—Tu madre también se ve…

—¿¡Jeremías!?

La voz en el recibidor de mi madre me hace mirar hacia mi espalda, agradezco que fuera tan oportuna antes de caminar rápidamente en dirección a ella y mientras la empleada toma su abrigo trato de sonreírle porque después de todo es la primera vez que me visita en seis meses.

—¡Hola madre, cómo estás!

—Decepcionada — comenta sacando los guantes de sus manos — en especial porque ni siquiera me invitaste a tu boda.

—Fue un evento íntimo madre — miento — además no creo que estuvieras de acuerdo, así que…

—¿Disculpa? — mi madre la mira incrédula — ¿Qué estás queriendo decir?

—Ella no quiere decir nada madre — trato de remediar la situación — así que no trates de buscar alguna excusa para discutir, vinimos a tener una cena familiar.

—En eso tiene razón Laurent — sonrío ante la voz de mi tío — vamos a tener una cena como hace años no lo hacemos, ¿Vale?

—Anthony — camino rápidamente para abrazarlo — ha sido un largo tiempo.

Mi tío sonríe abrazándome de vuelta, da un rápido beso a la mejilla de mi madre y su sonrisa desaparece por un instante cuando ve a mi esposa. Le da la mano ligeramente antes de mirarme con extrañeza.

—¿Quién es esta chica?

—¡Nuestra mamá!

Responde Lucas haciendo que el ceño de mi tío se frunza, camino hasta Lizbeth con una sonrisa en los labios e intento explicar las cosas.

—Ella es mi esposa tío — miro a Lizbeth — él es el hermano de mi difunto padre Lizbeth — explico — lamento no decirte sobre la boda, pero todo fue muy repentino.

—¡Demasiado diría yo!

Refunfuña mi madre, mi esposa extiende la mano una vez más en dirección a mi tío, pero este tarda un segundo en tomarla. Le da una rápida sonrisa antes de soltarla y por alguna razón el ambiente se vuelve incomodó en la sala de estar.

¿Acaso debí realmente consultarles mi boda?

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