¡Papá compró una mamá psicóloga! romance Capítulo 5

Lizbeth

Me quedo de pie en medio de las puertas del hospital donde he estado haciendo mis prácticas e intento no sentirme furiosa con lo que me está pasando. La vida sin duda luce ahora como una verdadera pesadilla para mí.

Me dirijo directamente hacia las oficinas de dirección del hospital, ignorando los murmullos de las enfermeras y el personal que me encuentro a medida que me acerco más a dicha oficina. La mujer en la recepción me mira preocupada antes de saltar de su asiento.

—Señorita, no puede estar aquí — dice corriendo en mi dirección — el director no puede…

—Suélteme — me alejo de ella — quiero las razones lógicas por las que están terminando lanzándome a la calle sin ninguna explicación.

Atravieso las puertas con fuerzas, el hombre sentado en la mesa un poco más allá de la entrada me mira con preocupación y la secretaría que corrió tras de mí intenta excusarse, pero ella simplemente es despachada por el director.

Conozco a este hombre porque no solo he hecho mis prácticas aquí desde que cambié de carrera, sino que es donde mi padre ha estado recibiendo su tratamiento desde hace mucho tiempo.

—Siéntese por favor — dice cruzando sus dedos — supongo que recibió la llamada de recursos humanos, no entiendo el motivo por el cual usted…

—¡Porque es injusto! — niego — solo necesito las prácticas para graduarme — lanzo las carpetas de mis notas frente a él — tengo una nota perfecta — señalo el papel — ¿Por qué me está echando ahora, si todos mis pacientes están bien y he cumplido con el horario que el hospital me ha exigido, que es mucho más que las prácticas?

—Escúcheme bien señorita Smith, podría mentirle, pero no tiene sentido, usted es una mujer inteligente y realmente lo valoro, pero en este mundo el dinero lo es todo — me explica — . Este hospital es de la familia Erickson y no hay mucho que hacer si haces un show como el de la boda.

—¿Qué?

—Sabías perfectamente que esto iba a pasar, lo siento, pero no puedo hacer nada en cuanto al tratamiento de su padre…

Abro los ojos cuando el director me dice esas palabras, saca algo de un organizador para empujarlo en mi dirección. Tomo el documento con preocupación sabiendo en lo profundo de mí lo que estoy a punto de leer.

—Tiene dos días para encontrar un nuevo hospital y pagar las facturas de estos últimos dos meses que aún no ha sido abonada — el director se pone en pie — lo siento mucho, pero usted debería saber que no debe molestar a los de arriba cuando usted no es nadie, espero que le vaya bien así que por ahora solo salga de mi oficina.

Mis labios tiemblan mientras tomo los papeles de la mesa para salir de la oficina. Mi corazón duele cada vez más a medida que camino fuera del área de dirección. Limpio las lágrimas que han comenzado a caer de mis ojos antes de entrar a la habitación de mi padre y siento el corazón romperse un poco más cuando reviso como es costumbre el último informe que el doctor dejo.

Salgo de su habitación antes de que mi padre despierte de los medicamentos que han estado dándole últimamente para mejorar su salud y me acuclillo junto a la puerta con las lágrimas corriendo sin control por mi rostro. Como pueden hacer algo como esto ahora, cómo pueden los padres de David meter a mi padre en esto.

¿Por qué si él tuvo la culpa estoy pagando yo las consecuencias?

David me juró que ayudaría a mi padre, llevamos tantos años juntos que conoció a papá antes de que estuviera mal. Le prometió que las cosas estarían bien cuando su enfermedad comenzó a hacerse más evidente, pero le pagó de esta forma.

—Vez, te dije que encontraría a la princesa triste.

Alzo mis ojos en dirección de esa vos. Me pongo en pie cuando veo al chico del parque sujetando la manito de una pequeña niña que luce como una princesita. Los ojos

verde

s son similares y me preocupa mucho que estos niños estén aquí.

—¿Qué hacen aquí? — trago grueso mirando alrededor — ¿Está tu padre aquí?

—¿Lo que ha hecho? — mi madre me mira preocupado — ¿Qué está haciendo cariño?

—Esta mujer mamá — lloro — no solo me echó del hospital, sino que también mandó a suspender el tratamiento de papá.

—¿Qué? — dice mi madre llevando una mano a su pecho — pero mi marido…

—¡Lárguense de aquí los tres!, este es mi hospital y ustedes han deshonrado a mi familia, así que no tengo ni un ápice de remordimiento por echarlos a la calle.

—Es usted una mujer muy despreciable, pero le prometo que…

La madre de David trata de abofetearme pero antes de que lo haga una fuerte mano detiene la suya.La mujer frnte a mi abre los ojos como platos cuando ve al duelo de dicha mano.Por mi parte simplemente frunzo el ceño pero no puedo decir una palabra porque este hombre loco y prepotente hace a mi ex suegra dar dos pasos hacia atrás.

—¿Qué cree que está haciendo?—le replica—¿Quiere dinero?, lo pagaré todo y mucho más así que evite volver a hacer algo como esto otra vez o se arrepentirá.

—¡Eso es papá!—grita el niño que corre hasta mi—esta señora le dijo cosas feas a mamá.

—¿Mamá?

—¿Mamá?

Decimos los dos al unísono mientras mi ex suegra nos mira con una mano en su pecho y miro al hombre petulante frente a mi sin saber qué decir ante esta situación.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Papá compró una mamá psicóloga!