¡Papá compró una mamá psicóloga! romance Capítulo 7

Lucas

Miro a mi asistente escribir demasiado fuerte sobre la hoja de registros los datos para el sistema de chequeo de Beatriz. Trato de ignorar el hecho de que parece haberse dado cuenta de que la chica y yo estamos teniendo una relación inusual, pero prefiero ignorarlo.

—¿No cree que está tomándose demasiadas molestias con esa chica? — niega — ni siquiera la conoce y pagará un tratamiento VIP

—La chica está sola Claudia — le digo — que tiene de malo ayudarla.

—Que puede ayudarla, pero no gastándose tanto dinero.

—¿Es tuyo el dinero? — le cuestiono a ella con voz molesta — Claudia, creo que las cosas están saliéndose de control — la miro — no olvides que la relación que tenemos es simplemente profesional, no juzgues mis decisiones como si fueras algún tipo de pareja.

La chica deja de escribir, se pone en pie con sus ojos humedecidos por las lágrimas y estoy listo para escucharla, gritarme, pero la puerta de mi consultorio se abre impidiéndoselo. Ella pestañea varias veces antes de tomar sus papeles y caminar hasta la puerta.

—Usted no debería entrar a la consulta sin permiso — le grita — usted aparte de aparecida es mal educada.

—Señorita yo no…

—¡Claudia! — le grito impidiendo incluso que mi paciente hable — te dije que seas amable y ahora retírate.

La mujer en cuestión me mira, luego sale de la oficina y me quedo a solas con su mirada en ella, lleva un vestido gris de cuello alto que se amolda delicadamente a su notable vientre debido a la delgadez notable de ella. Me parece una chica sacada de una de esas películas antiguas en la que la dulce chica lleva un suéter de punto a juego con el cinturón alrededor de su cintura.

—Puedes pasar — le digo — no te quedes en la puerta — ella asiente con las manos a cada lado de su cuerpo — ¿Desayunaste?

—Sí, doctor, comí algo antes de salir.

—Llámame Lucas — digo tomando la recién creada historia médica de esta chica — pasemos a los exámenes principales y luego iremos a almorzar para hablar de nuestro… acuerdo.

Ella asiente, me pongo en pie para abrir la cortina de la camilla a un lado de mi consultorio y la miro rápidamente antes de entregarle una bata médica y señalar el baño en el otro extremo.

—Vete a cambiar — haré un examen intrauterino, mediremos tu vientre y después haremos el ultrasonido.

Ella sienta algo sonrojada, la veo marcharse al baño antes de regresar unos veinte minutos después completamente sonrojada. La ayudo a sentarse en la camilla antes de calmarla, pues sus manos están temblando mientras el rubor de sus mejillas es casi del tono de los tomates.

—No sientas vergüenza, esto es un examen médico — tomo una de sus manos — vamos a ver que todo esté bien, no voy a mirar nada más.

—Vas a mirarlo todo — musita ella — esto es vergonzoso.

—Que no es un bebé — le digo — son dos.

—¿Dos? — murmura incrédula — son dos bebés…

Su voz sale ahogada,puedo ver las lágrimas salir de sus ojos y le ofrezco un pañuelo antes de inclinarme sobre la máquina para cambiar el tipo de ultrasonido y apago las luces para que esta imagen se refleje sobre el vientre de mi paciente. Miro la pantalla mientras la imagen a tiempo real comienza a definirse mucho más. Muevo el alguno correcto para ver exactamente lo que quiero y la chica en la camilla jadea cuando ve la imagen clara de dos pequeños bebés dentro de su vientre.

—Puedes saludarlos — digo mientras los bebés se mueven — ellos escuchan perfectamente lo que decimos, pueden sentirte y estoy seguro de que ahora mismo están felices de que mami sepa que ellos están ahí.

La chica, frente a mí llora, llevo su mano hasta la imagen similar a la pantalla que se proyecta en su vientre y coloco sus dedos sobre la cabecita.

—¿Qué tal cariño? — susurro — mami está emocionada y no puede hablar, pero está muy feliz.

El bebé se mueve, ella me mira con lágrimas en los ojos y tomo algunas fotografías antes de apagar la pantalla. Limpio el líquido en su vientre antes de ayudarla a incorporarse sobre la camilla.

—Todo parece estar en orden — le digo — ahora cámbiate mientras lleno tu historial y vayamos a cenar.

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