¡Papá compró una mamá psicóloga! romance Capítulo 8

Jeremías

—No suelo hablar de estas cosas — digo entrando en la oficina — comprenda que el asunto del que hablaremos aquí es estrictamente privado porque pretendo mantener a todos lejos de mi vida privada.

La chica frente a mí ni siquiera me presta atención, ella simplemente rebusca alguna cosa en el botiquín de primeros auxilios que una de las empleadas trajo a mi oficina. Ella golpea el sitio junto a ella en el sofá de mi oficina y ni siquiera me he sentado del todo cuando toma mi brazo.

—Bien, puede comenzar a hablar — dice observando mi rasguño — porque le prometió a un niño de siete años que le daría una madre — su voz es molesta — comprar personas no es legal, ¿lo sabe?

—Lucas ha estado comportándose completamente diferente desde que usted apareció — admito — sabe, es la primera vez que lo veo pedirle a alguien que lo lleve en brazos a excepción de mí.

Ella alza su mirada, la veo tomar un poco de antiséptico de la caja de primeros auxilios y hago una mueca de dolor cuando el producto arde en mi herida. La chica frente a mí ríe ligeramente antes de tomar el ungüento de la casa.

—Es normal que un niño no quiera que otros lo lleven en brazos, eso no es…

—Hace unos años tuvieron un accidente — la interrumpo — mi hijo tiene ataques de pánico y le dan crisis cuando escucha una discusión o ve algún tipo de violencia — la miro directamente a los ojos — mi hija no ha dicho una palabra en cuatro años, así que si aparece la oportunidad de que acepten su tratamiento voy a hacerlo.

Ella hace de sus labios una línea, termina de colocar el ungüento en la herida y la veo colocar un curita en dicho lugar antes de cerrar el botiquín para mirarme con demasiada resignación en sus ojos.

—Mire, realmente lo lamento por lo que sucedió y no quiero decir que quizás deba cambiar de doctor, pero los niños se resisten al tratamiento la mayor parte de las veces, los padres deben…

—No puedo gritarle, no puedo dejarlo con una niñera porque le hace mil travesuras e incluso los doctores pierden la paciencia después de dos sesiones — niego — el día que lo conoció en el parque escapó después de que el doctor dijera que no lo dejaría ir a casa hasta que hablara sobre su familia, ¿Sabe cómo me siento?

—Lo entiendo, señor Mark, pero yo tengo mis propios problemas ahora mismo, no puedo estar pensando en algo como esto.

—¿Problemas? — él niega — le dije que pagaré sus deudas y le daré un lugar para sus prácticas, ¿Por qué se niega?

—Porque cometí el error de pensar que la familia de mi exnovio me ayuda de buena voluntad y todo esto pasó — niega — además, no quiero deberle nada a nadie.

—Piense en su familia, en su carrera — bajo la mirada sin poder evitarlo a su brazo — no creo que pueda esperar más tiempo para…

—¿Usted me investigó? — ella nota mi mirada, e intenta cubrir su muñeca — ¡Cómo pudo hacer eso!

—Porque mi hijo necesita su tratamiento, pero permítame decirle que es usted una estudiante excelente — soy sincero — ademas piensa tirar todo a la basura,¿Así?,sabe muy bien que no encontrará donde hacer las practicas y se que las necesita.

—Ahora por favor piense en mi propuesta, cásese conmigo hasta que mi hijo esté curado, se lo pagaré muy bien.

—Eso es lo que no entiende, usted — me dice ella acomoda su bolso listo para salir de la oficina — el dinero, no lo quiero y a largo plazo no creo que sea prudente mentir sobre esto a un niño, ahora debo marcharme.

La veo caminar hacia la puerta de mi oficina, me pregunto cómo puede haber una mujer tan irritante y testaruda en este mundo. Pero no estoy dispuesta a dejarla ir, no pienso permitir que la única oportunidad de ayudar a mi hijo se vaya, literalmente, por la puerta.

—¿Qué sucede nena? — hago las señas para que me entienda — ¿Por qué estás a medio vestir?

—¡Esa mujer mala me grito! — gesticula ella mientras sus lágrimas comienzan a caer — dijo que era tonta y que nadie me querría por no hablar.

—Por un maldito…

—No hagas caso cariño — veo a la mujer sentada sobre el suelo hacer perfectamente las señas para mi hija — todos te querrán.

—¿Usted me querrá? — responde mi hija rápidamente — ¿sería mi mamá y alejaría a esa mujer mala de mí?

Me quedo expectante a su respuesta, ella mira en mi dirección, mira a los niños y luego le da la más dulce de las sonrisas a Lucia, peina su cabello antes de secar las lágrimas de sus mejillas y responde su pregunta sin dejar de mirarla.

—Si — hace el gesto con sus manos — voy a ser tu mamá, desde ahora.

—¡Genial! — Lucas salva la distancia entre ellos para abrazarla — ¡Mira papá, yo conseguí a la princesa! — me dice — conseguí una mamá para Lucia.

—Sí hijo, excelente — trato de sonreír — no sabes cuánto me alegra…

Que esta mujer loca vaya a ser mi esposa desde ahora, murmuro para mí mismo con las manos en los bolsillos, sintiéndome incapaz de hacer alguna cosa para escapar de esta situación.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Papá compró una mamá psicóloga!