Narra Demian.
Terminé la llamada, para luego dejar salir un suspiro.
—Aquí vamos de nuevo. Otra catástrofe de niñera, y esta parecía ser tan prometedora según su currículo—dije en voz alta para mi solo.
—Buenos días jefe—saludó Marcela ingresado poco después a mi oficina ofreciéndome el café de la mañana.
—Gracias—agradecí mientras lo tomaba.
—¿Cómo le fue a la nueva niñera?— preguntó.
Puse los ojos en blanco.
—No preguntes. Fue una Pesadilla —respondí para luego suspirar mientras levantaba el teléfono—.Estoy llamando a la agencia para solicitar a alguien más—comente mientras esperaba que atendieran mi llamada. Tenia una visión de la nueva niñera con su camisón de seda blanca fuera de mi habitación esta mañana. No era ligero y sin embargo, podía ver cada curva, la forma en que colgaba sobre sus duros pezones, su piel blanca como la nieve, sus grandes ojos azules y labios rojos me excitaron. Inhalé profundamente, ya que deseaba follarla como a las demás niñeras que habían estado en mi casa. Necesitaba en ese momento beber vino tinto y masturbarme con su imágen en mí mente o por lo menos esperar a que fuera fin de semana para follarme a la mujer que yo quisiera en mí casa de relajación. Sentí que mi polla se había endurecido en ese instante al pensar en eso.
—Hola, Agencia Fuentes ¿ En le puedo ayudar ?— respondió la recepcionista interrumpiendo mis pensamientos.
—Hola, soy Demian White.
—¿Como esta señor White ¿En qué puedo ayudarlo?
—Bien—respondí a la primera pregunta—. Mi nueva niñera llegó ayer—comente.
—Si— contestó, escuche como si estuviera hojeando algunos papeles—. Es Amanda Smith ¿Cierto?
—Si correcto, no creo que vaya a funcionar ¿Puede arreglar algunas entrevistas para que encuentre a alguien más por favor?—pronuncie.
Ella guardó silencio por un momento.
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