PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 14

A la mañana siguiente…

Me despierto con el cantar de los pájaros, abro los ojos y recuerdo que hoy es un día triste para todos.

Me levanto y voy hacia el baño, me ducho y me pongo un vestido negro y mi colgante, me maquillo un poco y me hago un moño.

Salgo de la habitación y bajo la escalera, en el salón me encuentro a Rose que esta igual de triste que todos, también va vestida de negro, la saludo y esperamos a Damián.

Poco a poco llegan los invitados, estoy nerviosa por ver a mi padre, no hemos vuelto a hablar desde que fui a su casa y no sé lo que tiene pensado hacer pero espero que respete nuestro dolor y deje su odio para otro momento.

Todos se acercan y nos dan el pésame, yo solo busco a una persona con la mirada y cuando lo veo me da un vuelco el corazón, siento que me sudan las manos.

El me ve y se acerca a mí.

-buenos días hija, lo siento mucho- me dice, veo tristeza en su cara pero no sé si es verdad o es muy buen actor.

-buenos días, gracias- le digo seria.

Se acerca a mí para abrazarme pero lo rechazo, parece que se ofende.

-veo que no es de tu agrado verme pero tranquila no te molestare- me dice e intenta irse pero lo detengo.

-espera, lo siento es que… me siento muy mal por la muerte de Leonor- le digo, necesito hacerle creer que no estoy enfadada con él para poder averiguar algo.

-no sabía que le tuvieras aprecio, si la conociste el mismo día que me conociste a mi- me dijo.

-a veces no hace falta tanto tiempo para querer a una persona, y he pasado muchos buenos momentos con ella- le dije con tristeza.

-sé que entre Leonor y tu rescatasteis a Damián, no quiero hacer nada más en su contra, he comprendido que hiriéndole a él también te lastimo a ti, y por nada del mundo quiero que sufras- lo abrace, a pesar de lo que pensaba necesitaba ese abrazo que solo un padre te puede dar.

-no llores más, vamos a comenzar con el ritual para que Leonor descanse en paz- me dijo limpiándome una lágrima que se escapó, yo asentí con la cabeza y nos dirigimos a donde estaba el ataúd con el cuerpo de Leonor.

Después del ritual, se tenía que quemar el cuerpo, yo fui hacia el jardín necesitaba estar sola con mis pensamientos.

De repente siento una presencia a mi lado, me giro y veo a mi padre.

-déjame sola por favor- le digo sin mirarlo.

-hija, yo… siento haberme portado mal con vosotros, lo que pasa es que el odio hacia los vampiros me cegaba, además Damián también se aprovechó de mi… lo interrumpí.

-si lo sé, el me lo ha contado todo y estuvo muy mal por su parte pero él nunca te secuestro y te mantuvo encerrado- sé que fui dura al decirle eso pero el también fue duro conmigo al decirme que me alejara de Damián.

-tienes razón, ¿me perdonas? - me dice arrepentido, asiento con la cabeza.

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Ha pasado un mes desde que Leonor murió, han pasado muchas cosas desde entonces, Damián y yo aunque estemos prometidos desde mi nacimiento no lo hemos hecho formal pero hace una semana me lo pidió formalmente y le dije que si, así que pronto nos casaremos.

Mi padre ha estado viniendo por casa, según él para empezar de cero conmigo y enseñarme magia, estoy avanzando mucho y eso me pone muy contenta.

********

Hoy tengo una visita importante, le he citado en mi despacho, estoy en el ordenador mirando cosas de trabajo cuando oigo que tocan la puerta.

-adelante- digo sin quitar la vista de la pantalla.

-buenos días- dice alguien, dejo de mirar la pantalla para mirar a la persona que está delante.

-buenos días Zen- le digo sonriendo.

Zen es el líder de los hombres lobo, hace tiempo que ya no matan a los míos por eso le propuse que se unieran a mí, al principio se negó pero por eso está hoy aquí para intentar convencerlo de que es lo mejor.

-bonita casa- me dice.

-gracias pero no creo que hayas venido para hablar de mi casa, ¿no?- el asiente.

-vamos al grano, vas a unirte a mi sí o no- le dije.

-lo he hablado con mi manada y al principio nos parecía una locura pero hemos decidido que lo mejor será unirse- yo sonreí como cuando le dan un caramelo a un niño.

-pues me alegro, ahora si me disculpas tengo mucho trabajo- le dije volviendo mi vista hacia la pantalla.

-un momento, tengo una condición- me dijo sonriendo, internamente quería arrancarle la cabeza.

-a ver dime cual es, espero que no sea una estupidez- le advertí.

-bueno vamos a celebrar un baile pronto y quiero que vengas- me dijo, menos mal pensé que iba a ser otra cosa.

-pero no puedes venir solo, y menos sabiendo que tienes una prometida, que dicen que es hermosa, tienes que asistir al baile con ella- ya no me gustaba la condición seguro trama algo y no se va a salir con la suya.

-¿porque tanto interés en mi prometida?- le dije muy serio.

-bueno es solo curiosidad pero si no quieres no pasa nada, solo que olvídate de la alianza entre nosotros- me dijo levantándose, no podía permitir perder aliados.

-espera, está bien iremos a ese baile- le dije y el asintió y se fue de mi despacho.

Maldito Zen, que es lo que planeara, por si acaso llevare guardias conmigo, ahora tengo que ver como se lo digo a Danira.

Estoy en mi habitación cuando Damián entra.

-hola- le digo tímida, sé que somos prometidos pero me da vergüenza.

Él se acercó a mí y me dio un beso, amaba sus labios, aunque eran fríos se mezclaban con los míos y era una sensación única. Después nos separamos.

-tengo que decirte algo – me dijo sin separarse de mí, yo estaba todavía drogada por su beso, me dejaba esa sensación en el cuerpo.

-dime- le dije sin dejar de mirar esos ojos que me volvían loca.

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