PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 15

-hoy he tenido una reunión con el líder de los hombres lobo y nos ha invitado a un baile, pero puso de condición que tenías que acompañarme, ¿vendrás conmigo?- me pregunto sonriendo, yo sonreí.

-contigo iría hasta el fin del mundo- su sonrisa se hizo más grande.

Y esta vez fui yo quien lo bese y el beso se intensifico y de repente me vi en la cama con el encima de mí.

-Damián yo…

-tranquila si no quieres no pasa nada- me dijo quitándose de encima, pero lo detuve.

-estoy lista- le dije, era mi primera vez y la estaba guardando para alguien especial, y Damián lo es.

El asintió y me volvió a besar.

-relájate amor, tendré cuidado, te quiero- era la primera vez que me decía te quiero y había sido hermoso escucharlo de sus labios.

Poco a poco va dejando un camino de besos, desde mi cuello hasta mis pechos, yo me derrito con cada uno de ellos y pequeños gemidos se me escapan.

Hace mucho calor y la ropa molesta, lentamente me va quitando la camiseta y yo hago lo mismo con él, dios su torso parece moldeado por un escultor, me sonrojo pero no quiero apartar la mirada de semejante belleza.

Me quita el sujetador y saborea mis pechos lentamente, me está torturando con cada mordisco que da a mis pezones. Siento mi parte intima arder y noto como me quita mi ropa interior dejando al descubierto todo mi cuerpo, luego se quita los pantalones y se queda en bóxer, veo que esta excitado pero también me sorprendo al ver su tamaño y me asusto un poco. El parece notarlo.

-tranquila, relájate y será más fácil- me dijo volviéndome a besar.

Siento como poco a poco me voy relajando y disfrutando de sus caricias, de repente noto que introduce un dedo en mi vagina y me tenso pero él lo hace tan lentamente que al momento siento placer. Necesito sentirlo de otra manera, pego mi parte intima a su miembro, él lo entiende y se quita el bóxer.

Estoy muy excitada y veo que él está igual que yo, se pone encima de mí y noto su miembro en la entrada de mi vagina, respiro hondo y lo atraigo hacia mí, entra lentamente y duele pero él lo hace muy despacio hasta que me acostumbro. Siento que poco a poco ya no me duele y le digo que vaya más rápido, empieza a aumentar sus embestidas y yo muero de placer, juntos llegamos al orgasmo.

Estoy en el paraíso, ha sido maravilloso, siento que es el hombre de mi vida y no me arrepiento de haber hecho el amor con él.

En todos los años que llevo nunca había sentido lo que siento por Danira, ella me hace sentirme bien, la miro y sigue durmiendo, nunca me cansare de mirarla y cuando duerme es aún más hermosa, le doy un suave beso en los labios y eso parece despertarla.

-buenos días preciosa- le digo, ella sonríe.

-buenos días, amor- vuelvo a besarla y oigo como sus tripas rugen y nos separamos riendo.

-voy a ducharme- me dice.

Mientras ella se ducha pido que nos traigan el desayuno a la habitación. Como se que va a tardar, se me cruza una idea por la cabeza.

Me levanto de la cama y voy hacia el baño, abro la puerta despacio y veo que se está duchando, me quito el bóxer y me meto a la ducha con ella.

- ¿Qué haces aquí? - me dice cubriéndose, yo sonrío.

-me apetecía una ducha- le dije agarrándola por la cintura.

-¿y no podías esperar a que yo terminara?- me dijo.

-bueno podía, pero es que aparte de la ducha me apetece hacer otras cosas contigo- antes de que dijera algo más la bese y la atraje hacia mí.

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Después de la maravillosa ducha que tuvimos ahora tocaba desayunar, me moría de hambre.

Damián es maravilloso, dentro de un rato vendrá mi padre, sigue empeñado en que tengo que aprender todo lo que pueda.

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Una semana después…

Lucio viene tras de mí, según él me tiene que decir algo.

Entramos en mi despacho y le digo que hable.

-Mi señor, ha llamado el señor Zen, ha dicho que el baile tendrá lugar esta noche- definitivamente había llegado el día.

-está bien, comunícale que iremos, también dile a la guardia que vendrán con nosotros esta noche pero que se mantengan a distancia- el asiente y se va.

No pensé que fuera tan pronto, ahora tengo que decírselo a Danira, ella me dijo que era la primera vez que iba a un baile y que estaba muy nerviosa.

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Estoy en la habitación de Rose, la estoy poniendo nerviosa porque no se que ponerme, ella se encargara de maquillarme y arreglarme el pelo.

-¿te gusta este?- me dijo señalándome un vestido rosa.

-…no, es… muy llamativo- ella se agarra el puente de la nariz.

-llevamos toda la tarde mirando vestidos y no te decides, estas guapa con lo que te pongas- me dijo.

-de eso doy fe- Rose y yo miramos hacia la puerta, ahí estaba Damián tan guapo.

Porque este hombre tenía que estar perfecto con todo lo que se pusiera.

-¿Qué haces aquí?- le pregunta Rose a su hermano.

-teníais mucho rato y quise ver qué pasaba- contesto él.

-eso se lo debemos a tu prometida, que no se decide por ningún vestido- dijo Rose, me sentía mal por Rose, ella intentaba ayudarme y yo solo ponía pegas.

Damián sonrío y se acerco hasta mí, me atrajo hacia él y nos miramos, por un segundo solo estábamos nosotros dos, hasta que Rose nos interrumpió.

-si os vais a poner románticos mejor me voy- dijo ella y nos separamos.

-No, Rose, tu hermano ya se va, ¿verdad?- el asintió-

-me voy pero antes voy a ayudarte a elegir un vestido- se fue hacia la cama donde estaban todos los vestidos se quedó unos minutos mirando y eligió uno.

Venía con un vestido azul cielo precioso con un escote corazón.

-este es perfecto- me dijo entregándomelo y no sé cómo no lo había visto antes.

- es precioso amor- le dije agarrándolo.

-ya tengo vestido- dije mirando a Rose.

-ya era hora- dijo riendo.