PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 18

- ¿Leonor eres tú? - le pregunto, es su espíritu el que está delante de mí pero no confío mucho.

-hola Danira-me dice y no hace falta que diga nada más, sé que es ella, lagrimas empiezan a salir, echaba de menos verla y hablar con ella.

-no debes utilizar esta magia, es peligrosa- me dice.

-lo sé pero necesitaba hablar contigo, necesito que me cuentes que te pasó- le dije.

-está bien te contare todo pero quiero que estés tranquila- asentí con la cabeza.

-quien me mato fue… Vanessa-dijo triste, yo me quede en silencio.

-sé que piensas que Vanessa murió pero no fue así, se presentó en mi casa y me atacó, tu padre llego para detenernos pero en un descuido Vanessa me lanzo un rayo y ya te imaginas lo que paso- no podía creer lo que me estaba diciendo Leonor, y mi padre porque no me había dicho nada, estoy tan confundida, me siento engañada.

- ¿estás bien?, lo siento mucho pero hay algo que debes saber- me sentí mal, notaba que las fuerzas se me iban.

-estoy bien, sigue por favor- le dije para que no se preocupara.

-Vanessa me conto que fue ella la que mato a… tu madre-abrí los ojos sorprendida, no conocía la maldad hasta que he escuchado hablar de Vanessa, como ha sido capaz de matar a su propia prima.

-pero entonces no fue el padre de Damián y ¿Por qué mi madre no tenía sangre en el cuerpo?- le pregunte confusa.

-Vanessa pago a un vampiro para que hiciera el trabajo sucio, ella está enamorada de tu padre por eso lo hizo- me dijo,

-eso no es excusa para matar a alguien pero pagara caro lo que hizo- le digo entre sollozos.

-Vanessa pagara por tu muerte y por la de mi madre, te lo prometo- le dije.

-cariño, ahora estoy bien, no tienes que vengarme, no quiero que salgas herida- me dijo con toda la ternura del mundo.

De repente veo como todo da vueltas, cierro los ojos un momento y todo parece calmarse pero Leonor se da cuenta.

-Danira tienes que parar, te estás debilitando, esta magia usa tu poder- asiento con la cabeza.

-te echo de menos- le dije y más lágrimas salen de mis ojos.

-yo también os echo de menos pero estoy contenta por vosotros, me alegra que estéis juntos, os lo merecéis- le sonrío, es una buena amiga.

-gracias por todo- le dije y enseguida apague las velas.

Leonor desapareció dejándome más triste aun, me dolía todo lo que había dicho pero más me dolía no poder tenerla conmigo.

Me tendí en la cama para descansar, me quedé pensando en todo lo que me había dicho, no sabía lo que iba a hacer con mi padre, sabía que esto podía pasar pero me permití flaquear y encariñarme con él y ahora se me hace difícil.

No sabía en qué momento me dormí hasta que sentí una mano acariciar mi mejilla.

-amor- me dijo Damián.

Lo mire por un segundo y vi que no tenía ningún rastro de pelea, me alegre que no haya llegado tan lejos.

-no debiste irte, estaba preocupada por ti- el me miro arrepentido.

-lo siento no volverá a pasar- le di un beso porque no quería estar enfadada con él.

- ¿Qué estuviste haciendo? - me dijo señalándome el suelo.

Le conté todo lo que había hecho, y otra vez volví a llorar.

-de verdad viste a Leonor?- me pregunto, yo asentí.

-me gustaría haberla visto pero no debiste haber hecho eso, no quiero que te pase algo- me dijo dándome un beso suave en los labios.

-tranquilo, no me ha pasado nada pero entiende que debía hacerlo para saber la verdad, lo que no contaba era con que habría otra verdad por saber- le dije.

-al menos ahora no podrán culpar a mi padre de la muerte de tu madre, yo sabía que él era inocente pero tu padre se empeñaba en creer lo contrario- tenía razón, tendría que hablar con mi padre, que me dé una explicación.

-hablare con él, tiene que explicarme porque me oculto lo de Leonor- le dije apenada.

A la mañana siguiente…

No he podido dormir en toda la noche dándole vueltas a las cosas, después de estar hablando con Damián llame a mi padre para quedar hoy con él, así que me dispongo a bajar al jardín donde suelo quedar con él, estoy muy nerviosa.

Cuando cruzo la puerta principal me encuentro a una persona que no quiero ver en este momento.

- ¿Qué haces aquí? - le dije nerviosa.

-hola preciosa- me dijo sonriendo.

-si vienes a ver a Damián está dentro, si me disculpas- le dije yendo hacia el jardín.

Siento que me agarra el brazo y me tenso, este hombre me pone nerviosa desde lo que me dijo la otra vez.

-no vengo a verlo a el- me dijo muy cerca.

-vengo a verte a ti- me intimidaba su mirada.

-pues yo estoy ocupada, he quedado y llevo prisa- le dije sin mirarlo.

-vale, ve a tu cita pero pronto nos volveremos a ver y esta vez no habrá excusas- me dijo soltándome y yéndose.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo, porque sentía que no debía acercarme a él, que era peligroso.

Suspire e intente relajarme, fui al jardín y allí estaba ese hombre al que llamaba padre.

-Papa- le dije con un nudo en la garganta.

-hija, que es eso tan importante que me tienes que decir- me dijo acercándose a mi para abrazarme pero yo me aparte.

- ¿Por qué no me lo dijiste? - le dije.

- ¿decirte qué? - me dijo el confundido

-deja de mentirme, ¿Por qué no me dijiste que sabias lo que le había pasado a Leonor? - le dije y lágrimas empezaron a salir de mis ojos.

Le sorprendió la pregunta que le hice, se volvió a sentar de nuevo pero no dijo nada.

-di algo- le grité, estaba furiosa, la única familia que tenía me había fallado y me dolía.

-lo siento- dijo bajito.

-eso no arregla nada, eso no va hacer que Leonor vuelva- me senté en el suelo, mis piernas no aguantaban mas, sentía que mi corazón se desgarraba.

- ¿Cómo lo supiste?, hija no llores más, me duele verte así- me dijo pero no podía evitarlo.

-me lo dijo Leonor, y si use magia para averiguarlo- le dije enfadada, sabía que no le gustaría la respuesta pero no me importaba.

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