PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 20

Estoy tan tranquila leyendo cuando oigo pasos acelerados por el pasillo, me levanto de la cama sin soltar el libro, tocan a la puerta y son Damián y mi padre, están sudados como si hubieran estado peleando y me asusto.

- ¿Qué os ha pasado?, decirme que no os habéis peleado- ellos se miraron como dudando por un segundo en si decirme la verdad o mentirme.

-Vanessa ha estado aquí- dijo mi padre.

Les hice entrar para que me contaran con todo detalle, me sentía culpable por no haberme enterado de nada.

-esta despechada por eso actúa así- dice Damián.

-no hay nada peor que una mujer despechada- dijo mi padre y le di un codazo, no era momento de hacer bromas pero por una parte me alegraba que se llevaran bien.

-tenemos que prepararnos, no sabemos cuándo atacara de nuevo- les dije

La próxima vez que viniera Vanessa iba a estar preparada, no voy a dejar que haga daño a mi familia.

Había pasado una semana desde que Vanessa ataco a mi padre, por ahora no sabíamos nada de ella, mi padre se había encargado de que no entrara en Ivorath, en el momento que la vieran por allí seria detenida pero ella no era tonta y no creo que se arriesgara, alguien debe estar ayudándola, según me conto mi padre, ella estaba herida.

Estoy en nuestra habitación, voy a darme una ducha, Damián está durmiendo todavía, cuando voy hacia el baño siento ganas de vomitar, corro hacia él y abro la taza del váter y suelto todo el desayuno. Creo que el desayuno me sentó mal.

Luego de tirar de la cadena, abro el grifo de la ducha y me meto en ella. Cuando ya me siento limpia salgo de la ducha y cubro mi cuerpo con una toalla y salgo del baño.

-buenos días amor- me dice Damián desde la cama.

-hola cielo, pensé que estabas dormido- le dije acercándome a él.

-y lo estaba pero oí la ducha y me desperté- dijo sonriendo.

-sabes hoy iremos a comer fuera, ¿te parece? -

-claro que si- le conteste entusiasmada.

-voy a bajar al jardín a leer un rato- le dije terminando de vestirme.

Salgo de la habitación y bajo la escalera, voy mirando hacia una ventana que da al jardín y me parece ver un lobo blanco hermoso, vuelvo a mirar otra vez pero ya no está.

Cuando llego a la puerta principal, en la mesa de la entrada hay una caja de bombones, esto es muy raro, no sé de quién será pero abro la caja para averiguar. Dentro hay un sobre con una nota.

“hola hermosa, esta vez no habrá excusas para quedar conmigo, tengo algo que a lo mejor te interesa pero para averiguarlo tendrás que aceptar mi invitación a cenar en mi casa, si no apareces daré por hecho que no te interesa tanto como yo creo.

Pd: te doy una pista, su nombre empieza por E.

Att: Zen “

La nota resbala por mis manos, no puedo creer lo que he leído, tengo que volverlo a leer para convencerme de que es real, porque tanto interés en mi el de ese hombre, no puede ser… Evans por qué él.

Empiezo a llorar porque no sé qué hacer, no sé si aceptar lo que me pide o no ir, nunca pensé que Zen fuera capaz de hacer eso pero veo que me equivocaba, si no voy, no quiero imaginar que hará con él, no puedo permitir que lo lastime, el no tiene culpa de nada.

-amor ¿estás bien?, ¿Qué ocurre? - me pregunta Damián a mi lado, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba ahí.

Se agacha y agarra el papel, lo lee y me mira, voy hacia él y lo abrazo con fuerza.

-tranquila, buscaremos una solución- me dijo para calmarme.

-pero si no voy lo lastimara o algo peor- le dije limpiándome las lágrimas.

-maldito, sabía que aliarme con el me traería problemas- grito furioso.

-voy a hablar con él- me dijo.

-no, y eso empeora las cosas, no definitivamente no, el solo quiere que vaya a cenar, tengo que ir, cenare con él y luego regresare con Evans- le dije, no quería que esta vez se pelearan entre los dos.

-desde ese maldito baile se ha obsesionado contigo ¿no te das cuenta? - me dijo, no sabía que contestar, en el fondo pensaba que si, pero no quería admitirlo por miedo a ser verdad.

-tienes razón amor pero no hay otra manera, no quiero que le haga daño- le conteste.

-sé que piensas que no es de mi familia y no es de mi sangre pero lo quiero como si fuera mi hermano, he estado ocho años de su vida con él y no voy a dejar que Zen lo lastime, porque él no tiene culpa- le dije y fui hacia el jardín.

Sé que Damián teme que me haga algo pero no soy una niña y puedo defenderme, además mi padre me ha enseñado magia de ataque, así que no me va a agarrar desprevenida.

Unas horas más tarde…

La noche ha llegado y me estoy vistiendo para la cena, Damián no me ha vuelto a decir nada mas desde esta mañana, sé que está enfadado porque no quiere que vaya pero tiene que entender que no tengo alternativa.

Me levanto para irme y veo como Damián entra en la habitación, nos miramos y corro hacia el, no quiero irme así.

-amor no me pasara nada, puedo defenderme- le digo para que se le pase el enfado.

-no es eso, es que no me fio de él, se que tiene algún plan y no quiero que estés sola- me dice abrazándome.

-se lo he contado a tu padre, y él está de acuerdo conmigo, no debes ir sola, por eso he pensado en acompañarte pero a una distancia para que no me vea- me dice.

-pero y si algo sale mal y te ve, hará daño a Evans- dije preocupada, la idea de que Damián me acompañara me agradaba pero por otra parte ponía en riesgo la vida de Evans.

-tienes que aceptar eso, no pienses que me voy a quedar en casa tan tranquilo mientras tu estas con el malnacido ese- tenía razón, yo estaría preocupada también si él estuviera en mi lugar.

-está bien pero por favor, no permitas que te descubran- le dije.

Bueno el plan era el siguiente, yo entraría en la casa de Zen mientras Damián estaría escondido, si en dos horas no salía, el entraría a buscarme, el plan era fácil, solo espero que todo salga bien esta noche.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: PROMETIDA AL NACER (COMPLETA)