PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 21

-Danira, ten mucho cuidado, vuelve sana y salva por favor- me dice Rose abrazándome.

-tranquila, tendré cuidado, gracias a todos por demostrarme tanto cariño todo este tiempo- les dije mirándolos a todos.

-vámonos Lucio- detrás de él íbamos hacia el coche.

Lucio me dejaría cerca de la casa de Zen para no levantar sospechas de que no vengo sola, durante el camino el silencio se instala dentro del coche, la verdad no tengo ningún plan pensado, tengo esperanza en que solo sea una cena y vuelva a ver a Evans, lo que no se es como Yoselin ha permitido que esto pasara.

-señorita, hemos llegado- me dice Lucio sacándome de mis pensamientos.

-gracias por traerme- él me sonrió.

Salgo del coche y recuerdo perfectamente el lugar, sé que tengo que andar un poco y llegare a su hermosa casa.

Voy andando y hace un poco de frio, me abrazo a mí misma para darme calor y me maldigo por no haber traído una chaqueta, cruzo una calle y en lo alto se ve su gran casa que destaca sobre las demás.

Cuando llego hay guardias en la puerta.

-hola, soy Danira- les digo a uno de ellos.

-bienvenida, pase- me dice haciéndose a un lado para que pase.

-gracias- le digo y cruzo la puerta.

Mientras camino hacia la puerta principal admiro lo hermoso que esta el jardín por la noche, hay pequeñas luces para que se vean las hermosas flores.

Llego a la puerta y las manos me sudan, no sé lo que me espera esta noche pero espero que Evans este bien, toco la puerta despacio y espero que alguien me abra, al minuto una persona aparece tras la puerta.

-buenas noches señorita, el señor la está esperando, acompáñeme- me dice un hombre mayor.

Sigo al hombre cruzando el recibidor y vamos hacia el comedor, estoy que se me va a salir el corazón en cualquier momento.

Llegamos al comedor y allí esta Zen sentado y a su lado…Evans, no lo pienso y corro hacia el pero otro hombre sale de la nada y me detiene antes de que pueda llegar a tocarlo.

-Evans- grito-suéltame-le digo al hombre.

-hola hermosa, me alegro de que hayas venido- me dice sonriendo.

-Edgar lleva al chico a su celda- dice Zen a otro hombre que había junto a Evans.

-no por favor, no te lo lleves- le digo suplicándole, no quiero que se lo lleve.

-tranquila no le voy a hacer nada, lo veras después de cenar conmigo- me dijo, me tranquilice un poco.

-suéltala- le dijo al hombre que me tenía agarrada, inmediatamente me soltó.

-bueno ahora quiero que te tranquilices y no hagas nada estúpido o Evans sufrirá las consecuencias, ¿me entendiste? - maldición, no quería poner en peligro la vida de Evans.

-sí, te he entendido-le dije muy seria.

-muy bien, ahora vamos a cenar- dijo.

Nos han traído la cena y no tengo hambre, solo quiero estar con Evans, sé que no he ido a verlo en todo este tiempo pero entre la muerte de Leonor y descubrir quien ha sido me tenido ocupada pero ahora quiero enmendar mis errores y estar con él todo el tiempo que sea suficiente.

- ¿no piensas comer? - me pregunto Zen cabreado.

-lo siento, no tengo hambre- le dije sin apartar la vista de mi plato.

-esto es el colmo, ¿te invito a cenar y no cenas?, eso no tiene sentido, o comes ahora mismo o no veras a ese mocoso- me dijo furioso.

Suspire, tenía que hacer un esfuerzo, comería y por fin podré ver a Evans.

Empecé a comer despacio, sabía que si comía rápido no iba a durar la comida mucho en mi estómago.

-así me gusta, que seas obediente- odiaba que me obligaran a hacer cosas que no quiero pero lo hago por ver a Evans y poder sacarlo de aquí.

Después de un rato de terminar de comer, dije que no quería postre, sentía que en cualquier momento iba a echar todo lo que había comido, al menos lo respetó y no puso pegas.

-quiero ver a Evans- dije mirándolo.

-lo veras, pero antes deberás bailar un poco conmigo- me dijo sonriendo y levantándose de la silla.

-no me encuentro bien, quiero irme a casa- le dije, no quería bailar con él, tenía el presentimiento de que estaba alargando el momento para que no viera a Evans.

-no me importa, o bailas o no lo veras- otra vez haciéndome chantaje, estaba empezando a odiarlo.

Me levante de la silla y me sentía muy llena, creo que no debí comer tanto, me acerque a él y le seguí.

Llegamos a la pista de baile de la otra vez, ojalá estuviera Damián aquí conmigo, espero que este bien ahí fuera y no lo hayan descubierto.

-antes de bailar, quiero presentarte a alguien que conoces- me dijo sonriendo, esto me daba mala espina.

De repente veo aparecer una mujer alta, no le veo la cara porque está oscuro pero en el momento que se para un foco la alumbra y no puedo creer lo que estoy viendo.

-te presento a Vanessa- me dijo Zen señalándola y me doy cuenta que acabo de caer en una trampa.

- ¿Qué es lo que está pasando aquí? - pregunto confundida, no sé qué hace Vanessa aquí, tengo un mal presentimiento.

-bueno Vanessa es…una amiga pero también es de tu familia- me dijo Zen acercándose a Vanessa.

-niña tonta, tu madre era una ingenua igual que tú- como se atrevía a nombrar a mi madre.

-maldita, tú la mataste y ahora voy a matarte yo a ti- le dije con furia.

-inténtalo mocosa- dijo riéndose.

Prepare unos hechizos mentalmente, cuando tenía claro lo que iba a hacer se empezó a formar una esfera en mis manos, la lance con furia sobre ella pero yo seguía siendo novata y eso jugaba en mi contra.

-eso es todo-se reía-no podrás derrotarme, ni siquiera tu padre puede- siguió riéndose.

-bueno basta de juegos, Danira acompáñame- dijo Zen alejándose de Vanessa.

-voy a llevarte con Evans, toma bébete esto, te sentirás mucho mejor- me dijo Zen ofreciéndome un vaso con lo que parece agua.

Agarre el vaso pues ese hechizo me dejo un poco agotada, me lo bebí todo.

-buena chica, así me aseguro que no uses tu magia conmigo- no entendía nada.

-¿Qué quieres decir?- le pregunte confusa.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: PROMETIDA AL NACER (COMPLETA)