PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 36

-Rose… ¿va todo bien? - le pregunte.

Ella me miro y me dijo que me sentara, me estaba empezando a preocupar.

-bueno… estoy saliendo con alguien, y es mi primer novio y estoy muy confundida, no sé qué hacer- me dijo, inevitablemente me empecé a reír.

-pero por qué te ríes, no es gracioso sabes- me dijo y cruzo sus brazos en modo enfado.

-lo siento… pensé que era algo grave- le dije limpiándome una lágrima que corría por mi mejilla.

-es grave… al menos para mí- dijo, ahora entiendo porque no quería decir eso delante de su hermano, seguro se burlaría de ella y eso debe ser vergonzoso.

-bueno, no es tan grave, si lo que quieres es que te de algunos consejos puedes contar conmigo- le dije ya más calmada, ella sonrió.

-gracias, sabía que podía contar contigo- me dijo y me abrazo.

-bueno cuéntame todo- le dije y ella asintió.

-llevamos saliendo un mes, lo conocí cazando, salí una noche a cazar y cuando estaba detrás de un conejo, oí unos pasos y entonces me escondí por si era algún cazador pero para mi sorpresa me encontró y cuando me disponía a golpearlo vi que era un vampiro como yo, entonces me quede prendada de sus ojos, eran tan brillantes y su sonrisa tan perfecta, empezamos a conocernos y quedábamos en el bosque para cazar juntos y así llevamos un mes- conto ella entusiasmada, se la veía enamorada.

-eso es estupendo, ¿y cómo se llama? -le pregunte curiosa.

-se llama Héctor y me gustaría presentártelo pero temo por mi hermano, sé que no le va a hacer gracia que se entere que estoy saliendo con alguien- dijo preocupada, en eso tenía razón.

-bueno si quieres puedo hablar con él e intentar convencerlo pero eso será después de la boda, no quiero que ese día este enfadado- le dije, la verdad no quería estropearle el día con eso.

-claro por supuesto, mañana es un día especial para vosotros dos, y ese día nadie puede estropearlo, ni siquiera mi sobrino- dijo tocando mi barriga.

Después de hablar un rato más con Rose fui hacia mi habitación, estaba un poco cansada y necesitaba dormir para mañana estar radiante, no se casa una todos los días, quiero estar perfecta.

A la mañana siguiente…

-buenos días dormilona- me dijo Damián dándome besos por toda mi cara.

Abrí los ojos despacio y le sonreí, el me devolvió la sonrisa, me encantaba verlo feliz.

-tengo curiosidad, ¿Qué fue lo que te dijo mi hermana ayer?- ahora sí, tierra trágame.

-eh… cosas de chicas, no te puedo decir el que- le dije levantándome y yendo al baño para que no me pregunte.

-Vale… espero que no me estén ocultando algo- oh dios, como se da cuenta.

Me empecé a reír como loca, quería disimular mi nerviosismo.

-porque crees eso, no te estoy ocultando nada tontín- le dije y cerré la puerta del baño.

Solté el aire que tenía dentro y me empecé a desnudar, cuando salgo del baño ya toda limpia me encuentro la habitación vacía, me imagino que fue a desayunar y no me espero.

Me puse algo cómodo y bajé yo también al comedor y allí estaba tomando una taza de café, me senté a su lado y desayunamos en silencio,

Luego de desayunar fui a la habitación de Rose, allí me prepararía y ella se encargaría del maquillaje y peinado.

Llame a su puerta y enseguida abrió la puerta.

-hola, pasa- le hice caso y entre en su habitación cerrando la puerta.

-¿lista para el día más feliz de tu vida?- yo sonreí y asentí con la cabeza.

Al cabo de unas horas ya estaba lista, llevaba un vestido blanco con escote corazón y encajes por todo el vestido, era precioso, el pelo lo llevaba recogido con algunos mechones sueltos que caían por mi rostro, llevaba también una tiara con brillantes, el maquillaje consistía en base, sombra de ojos color plata y un labial claro, no quería llevar el maquillaje tan llamativo, solo quería un poco.

-estas bellísima, estoy muy orgullosa de que seas mi cuñada- me dijo Rose con lágrimas en los ojos y me abrazo.

-te quiero Rose, vámonos antes de que llore- le dije y ella asintió.

La boda iba a ser en el jardín, era mi lugar favorito de la casa, todavía no había visto a Damián pero seguro que estará perfecto como siempre.

Cuando salgo de la habitación de Rose me encuentro a Evans.

-hermana, estas muy guapa- me dijo, sonreí.

-gracias, vamos acompáñame- le dije.

Bajamos la escalera con cuidado, al menos ya no tengo tantas nauseas como al principio, si fuera así no podría disfrutar de este dia, cuando llegamos al salón, ahí estaba mi padre, el hombre que me llevaría con Damián.

-hija mía, estas hermosa, tu madre estaría muy orgullosa de ti, ojala pudiera verte hoy- me abrazo y le correspondí, ojala estuviera aquí y Leonor también.

Íbamos hacia el jardín, según me dijo Damián nos casaría uno de los más ancianos vampiros que hay en su familia, según su tradición, los más ancianos tienen derechos de casar a los más jóvenes y también tienen el derecho de separarlos.

Cuando llegamos al jardín todo esta hermoso, hay mucha gente que no conozco pero no me importa, también hay gente de Ivorath, voy hacia una especie de cúpula que han puesto, allí esta Damián muy nervioso al parecer, está tocándose las manos, cuando me ve, se detiene y nuestras miradas chocan.

Lleva un traje negro con una camisa blanca, le sienta tan bien ese color, hace que sus ojos azules resalten mas.

-bueno hija mía, te entrego a este hombre que sé que te cuidara y te respetara, espero que seas muy feliz en tu matrimonio- me dijo mi padre antes de sentarse con los demás invitados.

-gracias papa, te quiero mucho- le dije y le di un abrazo.

Luego de ponerme al lado de Damián dio comienzo la ceremonia, todos quedaron en silencio y el hombre anciano comenzó a hablar.

Un rato más tarde nos dimos el sí quiero y sellamos nuestra unión con un hermoso beso.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: PROMETIDA AL NACER (COMPLETA)