PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 35

-amor, el Doctor Julián ya ha está aquí- no me había dado cuenta de que me habían hablado hasta que oí tocarme el brazo, era Damián.

-perdona, estaba con mis pensamientos… vamos a ver al Doctor- le dije sonriéndole y levantándome.

Entramos dentro de la casa y en el despacho de Damián estaba el Doctor sentado en una de las sillas que hay enfrente del ordenador.

-buenas Doctor Julián- le dijo Damián-Hola Doctor- le dije yo, él se levantó para saludarnos y volvió a sentarse.

Nosotros hicimos lo mismo, cada uno en su silla correspondiente, me sudaban las manos, temía que me dijera que tengo algo malo y eso hacía que me pusiera más nerviosa, Damián me miro, parece que se dio cuenta de que estaba nerviosa pero él también lo estaba y es compresible.

-bueno he estado mirando su análisis y todo está bien pero necesito saber si le ha venido el periodo este mes-me dijo el Doctor mirándome a mí.

-pues la verdad no pero tampoco recuerdo cuando fue la última vez que me vino, han pasado muchas cosas en mi vida… lo siento no lo recuerdo- le dije avergonzada, me daba vergüenza que me preguntaran esas cosas.

-eso lo explica todo- dijo el Doctor sonriendo, los dos fruncimos el ceño.

-bueno solo daros mis felicitaciones, señorita está usted embarazada- nos dijo él y yo abrí los ojos como platos, Damián solo tenía una sonrisa en el rostro, al parecer a él no le ha sorprendido tanto como a mí.

-quiero que vayan a mi consulta lo antes posible para ver cómo va ese bebe, si me disculpan tengo que ir a otro lugar- dijo levantándose, yo aún no decía nada, me había quedado sin palabras, sospechaba algo pero no es lo mismo tener una sospecha que confirmarlo.

-muchas gracias Doctor, pronto iremos a verle- le dijo Damián, al menos a él si le salían las palabras.

-amor, estoy tan feliz, estaba deseando que fuera cierto y ahora lo es, te amo tanto- me dijo Damián dándome un beso en la mejilla y abrazándome.

Bueno él estaba feliz y eso hacía que yo también lo estuviera, no esperaba quedarme embarazada tan pronto pero nuestro amor dio su fruto y voy a disfrutar del embarazo, ahora mi familia está completa, tengo a mi hermano, a mi padre, a este hombre hermoso y maravilloso y ahora a esta criatura que todavía no ha nacido pero ya lo quiero con todo mi corazón.

Un mes después…

Estoy de casi tres meses y mañana es el día de mi boda, no puedo estar más feliz, creo que soy la mujer más feliz del universo.

Ahora que todo en nuestra vida va bien y no tenemos enemigos, nos podemos preocupar un poco por nosotros, y dado que nos prometieron al nacer ya era hora de que nos casáramos y eso me pone muy contenta.

Damián es un amor, todos los días habla con él bebe y parece tan tierno y adorable que me dan ganas de apapacharlo mucho, cuando le di la noticia a mi padre, no se lo esperaba, aunque la idea de tener un nieto o nieta, no le desagrada, al contrario dice que le contara muchas historias que él ha vivido.

Y bueno Rose… ella es una persona tan impulsiva que cuando le dijimos la noticia casi me aplasta con su cuerpo, estaba tan contenta de tener un sobrino o sobrina. Evans al principio no le agradó mucho la noticia, piensa que solo le hare caso al bebe y ya no querré estar con él y no quiero que piense así porque el siempre será mi hermano menor y siempre estaré con el pero sé que con el tiempo se alegrara igual que todos.

La casa es un caos, hay adornos decorativos por todos lados, la escalera la han adornado con flores y hojas, todo está muy bonito, me siento como en cuento de hadas, de esos que leía cada vez que me iba a dormir cuando era pequeña, siempre he sido muy independiente, al fin y al cabo me he criado sin padre y la que creía que era mi madre no me cuidaba como tal, así que he sabido apañármelas sola.

-¿amor en que piensas?- me pregunta Damián.

Estamos en el salón, estoy ayudando a decorar esta parte, aquí vendrán los invitados y no puedo estar más nerviosa.

-pues en lo feliz que soy por tener esta familia tan maravillosa- le dije y me acerque hasta él, lo mire a esos ojos azules. Cada vez que miraba sus ojos era como si viera el azul del cielo a través de ellos.

Luego baje mi mirada hasta sus labios, esos labios carnosos y suaves, mordí mi labio y acerque los míos lentamente, roce mi labio con los suyos y lentamente lo bese, quería hacerlo muy lentamente, quería saborearlos y disfrutar de su sabor, el enseguida me siguió y nuestro beso fue suave, disfrutando uno del otro.

-cof…cof, perdón- oímos la voz de Rose interrumpirnos.

No quería separarme de él, cada vez que lo besaba no quería separarme de él pero estaba Rose delante así que con mucho esfuerzo me separe.

Mire a Damián y tenía los labios hinchados y rojos y los ojos con la pupila dilatada, me imagino que yo ha de estar igual pero no me importaba, no estábamos haciendo nada malo, solo amarnos.

-que ocurre- pregunto Damián a su hermana.

-quería hablar con Danira de una cosa de chicas- le contesto a su hermano, Damián levanto una ceja.

-y no podías decírselo más tarde- le contesto un poco enojado.

-lo siento… vuelvo más tarde- contesto ella y bajo la cabeza.

-no, espera, está bien no pasa nada, amor no te enfades con ella, hablamos en el jardín, espérame allá- le dije y ella sonrió un poco y se fue.

Me quede de nuevo a solas con mi amor.

-detesto cuando nos interrumpen y menos si es para una tontería- dijo agarrándome por la cintura.

-amor, a lo mejor no es una tontería, además mañana tendremos todo el día para nosotros solos- le dije y sonrió de lado, amaba cuando hacia eso, este hombre es tan perfecto.

-tienes razón, mañana serás toda para mí- me dijo y me beso.

Después del beso de Damián fui hacia el jardín, allá estaba Rose un poco impaciente, no paraba de dar vueltas alrededor del banco, no sé lo que le pasara, pero debe de ser importante.

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