PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 5

Estando en mi habitación leyendo tocan la puerta y me pongo nerviosa por una parte no quiero que sea el pero por otra sí, estoy confundida.

-Danira abre la puerta, sé que estás ahí- oh dios era él, corro hacia el baño para que no me escuche lo alterada que estoy, que es lo que me pasa por que estoy tan nerviosa.

-abre la puerta o la tiro abajo, te cuento tres... uno-oh no que hago y si la tira abajo, creo que lo mejor será que abra.

-dos.... ¡Abre ya! - me dijo gritando y la abrí antes de que la tirara.

- ¿Por qué no abrías? -se acercó hasta mí.

-estaba...en el baño- el alza una ceja y yo reprimo una risa.

-bueno tenemos que hablar- mi corazón vuelve a latir deprisa y un escalofrío recorre mi espalda.

-¿De qué quieres... hablar?, también quiero hablar contigo de tu hermana- le digo yéndome hacia la cama para sentarme.

-te voy a explicar todo ¿Vale?, pero no me interrumpas- me dice siguiéndome y sentándose en uno de los sillones que hay cerca de la cama.

-primero tengo que decirte que nosotros no somos normales, eso ha sonado muy mal, como decirte sin asustarte...-lo interrumpí.

-dime lo que sea pero dilo ya- él se pasa la mano por el cabello.

- los que vivimos aquí excepto Mery que es humana somos vampiros- me dice y yo me levanto de un salto.

-¿esto es una broma verdad?, ¿Dónde están las cámaras?- me levanto y me pongo a buscar por la habitación como loca.

-no hay cámaras Danira, siéntate- me dice muy serio y sé que no está bromeando.

-ahora entiendo porque tu hermana me atacó quería matarme ¿verdad?- el baja la cabeza.

-no es eso solo que... le cuesta controlarse, pero está aprendiendo- vuelve a subir la cabeza.

-¿Qué opinas de lo que te acabo de decir?- me pregunta.

-pues... la verdad me asusta un poco pero por otro lado es como si fuera una cosa natural, no sé porque pero no te tengo miedo y a lo mejor debería tenerlo- le digo agarrando mi colgante.

- no quiero que me tengas miedo no voy a hacerte daño, nadie va a hacerte daño- me sonríe y le devuelvo la sonrisa.

-también tengo que preguntarte si sabes porque te traje aquí-

- la verdad no al final no me lo explicaste solo me dijiste que te pertenecía desde que nací- el asiente.

- correcto, ahora llega el momento de explicártelo- me dice y me empiezan a sudar las manos.

-bueno básicamente tus padres te prometieron conmigo cuando naciste, creo que era para evitar una guerra entre razas, no estoy seguro porque mi padre nunca me lo explico del todo-

-pero entonces me mentiste, me dijiste que no sabias quien eran mis padres-le digo con un mundo en la garganta.

- si lo hice, te mentí, porque si te decía la verdad tendría que contarte todo lo que te estoy contando y no quería que eso pasara- yo fruncí el ceño, la verdad no estaba entendiendo nada.

-¿Y por qué me lo cuentas ahora?-le grito.

- mejor será que me vaya y te deje para que te tranquilices, son muchas cosas por un día-veo que se levanta del sillón y lo detengo.

-no, no puedes dejarme así de nuevo, tienes que seguir contándome por favor- se suelta de mi agarre.

-necesito alimentarme, no quiero hacerte daño, te prometo que te lo contare todo- de repente me abraza y apoya su nariz en mi cabello y oigo como aspira el olor, me da un suave beso sobre la frente y se va.

Cierro la puerta y voy hacia la cama, me siento confusa y dolida, primero no sé donde están mis padres, todos en esta casa son vampiros excepto la cocinera y Damián no me termina de contar la verdad.

De repente siento unas terribles ganas de llorar, echo de menos a Evans y me gustaría abrazarlo y no soltarlo nunca pero eso no puede ser, no quiero volver con esa mujer pero algún día lo volveré a ver

Me duele verla así pero no podía decirle todo al menos no hasta que no tenga noticias de Raphael, por eso he puesto esa excusa y sé que me va a odiar por dejarla así pero cuando todo esté solucionado le diré la verdad.

Ha pasado una semana desde que estoy en esta casa y todos me tratan muy bien, apenas he visto a Damián siempre está ocupado con el trabajo y sé que lo dice para evitarme, no sé porque no me termina de contar las cosas. Hoy lo enfrentare y tendrá que explicarme todo.

Es la hora del almuerzo y bajo al comedor esperando que esté allí y efectivamente está sentado en una esquina de la mesa, me acerco hasta la mesa y él me mira, me siento un poco alejada de él y hablo.

-Hola- me dice serio

-Hola- me contesta, esperaba que me dijera algo más, pero se nota lo incomodo que está.

-podemos...hablar, me dijiste que me ibas a explicar todo y ya ha pasado una semana, esta vez no quiero excusas así que ahórratelas- le digo.

Se hace un largo silencio hasta que le oigo suspirar y me pongo nerviosa.

Llevo una semana evitando a Danira y esperando respuesta de Raphael, en cuanto lo de los hombres lobo esté solucionado le diré donde está su hija.

Danira me está hablando y no sé si contarle o esperar un poco más, me decido por contarle ya que esta semana no me he portado muy bien con ella.

-está bien, hablaremos después de comer- oigo como su corazón late más despacio.

Aparece Mery con el segundo plato y la detengo antes de que se vaya.

-espérame en la cocina me apetece otra clase de comida- le digo mirándola , ella aparta la mirada y juraría que se ha molestado.

Comemos en silencio, no necesito comer comida de humanos pero de vez en cuando me apetece recordar lo que antes era comer. Danira de vez en cuando me mira de reojo, me parece tan tierna e inocente, pienso en todo lo que ha vivido desde ese día que se enteró de la verdad sobre su familia.

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